Puebla, atractivo para los chinos
En semanas recientes, una importante armadora china de autos buscó un puente con el gobernador electo, Alejandro Armenta.
Les interesa que Puebla sea sede de una fábrica de sus vehículos eléctricos.
Hay una estrategia que puso en marcha China para librarse de los aranceles que impone Occidente a sus productos verdes y para aprovechar su ventaja competitiva en la transición ecológica. El país decidió construir fábricas por todo el mundo: de Brasil a Hungría o de Turquía a México.
Las inversiones en nuevas instalaciones en el exterior en sectores de componentes electrónicos, energías renovables, equipos de automoción y productos químicos alcanzaron en 2023 un máximo histórico que supera los 72 mil millones de dólares.
El coche eléctrico es el estandarte del nuevo despliegue chino por el mundo.
Solo los fabricantes BYD y Chery planean construir cinco y cuatro plantas cada uno. Pero hay más. Lo mismo que en el negocio de las baterías y los paneles fotovoltaicos.
Mientras tanto, en Europa se acelera la desindustrialización. Alemania, Francia y Reino Unido tienen problemas, Por ejemplo: Telekom despedirá a 15 mil trabajadores, Volkswagen a otros 15 mil, Siemens a 7 mil y Opel a 4 mil más.
Las ventas de autos eléctricos cayeron 69%, porque producir la energía que se requiere para cargarlos, es sumamente cara sin el gas de Rusia.
Más allá de sus declaraciones y compromisos con México, las ventas de autos eléctricos cayeron un 37% en julio en Alemania, el país con la mayor cantidad de unidades que se mueven con esta tecnología en Europa
A mediados de 2023, se manifestaron los primeros indicios de contracción de las ventas en países europeos y en Estados Unidos, pero se profundizó aún más en 2024, a partir de la decisión de varios gobiernos de retirar las ayudas o subvenciones que tenían estos vehículos al momento de la compra por parte de los usuarios.
Algunas marcas tenían como meta llegar a 2030 con el 100% de la producción de vehículos movilizados por esta tecnología, y los postergaron hasta 2035.
Con las cifras de julio, el principal mercado de autos eléctricos europeo, Alemania, confirmó la tendencia. Según datos de KBA, la autoridad federal de transporte, las ventas de automóviles a batería cayeron un 37% para cerrar en 30.762 unidades, comparando los datos con el mismo mes de 2023.
En Estados Unidos, Ford y General Motors están redirigiendo sus inversiones y reformulando planes de electrificación, y concentrándose en desarrollar nuevos modelos híbridos e híbridos enchufables. Por el momento, no hay cancelaciones de producción de autos eléctricos, pero sí una reorientación de sus objetivos.
China tiene recursos y deseos de que sus marcas crezcan y tiene en los vehículos eléctricos e híbridos una propuesta que puede competir con las marcas europeas y americanas. Por eso su deseo de invertir en el mundo y tienen planeadas plantas en México y Puebla es un estado atractivo para ellos.
La detención de sus proyectos por los resultados electorales de noviembre en Estados Unidos es una justificación, porque saben que con el Acuerdo Comercial de Norteamérica tendrán una mejor posibilidad de entrar al mercado que más autos consume al año, Estados Unidos.
Por eso no es extraño que fabricantes chinos de autos busquen acercarse al gobernador electo, Alejandro Armenta, quien no descarta esta posibilidad de atraer la inversión asiática. Al tiempo
De las anécdotas que se cuentan
Jim Farley, CEO de Ford Motor Company, confirmó que está previsto comenzar a producir un auto eléctrico compacto de uso urbano, para ofrecer una opción a la masa de consumidores de vehículos.
Y Mary Barra, CEO de General Motors, informó hace pocas semanas, que no podrán lograr sus metas de vender un millón de autos eléctricos en 2025, como programaron, pero seguirán en la misma senda de la electro movilidad.
El auto eléctrico, aunque retrasen su producción, es el futuro.
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*ARD