La economía de Sheinbaum
El próximo 5 de noviembre, Claudia Sheinbaum tendrá frente a sí a uno de dos personajes como presidente de los Estados Unidos: Kamala Harris o Donald Trump.
Este escenario forzosamente tiene que pasar por el tablero de control de la doctora, más allá de que le guste o no le guste la Unión Americana. Es el vecino y encima, de él dependemos para un sinnúmero de cosas.
La principal dependencia radica en que, el comercio exterior de México es equivalente al 71 por ciento del PIB y de ese porcentaje, el 70 por ciento es con Estados Unidos. Tan solo en lo que va de 2024, más de la mitad de la inversión extranjera directa es por parte del vecino país del norte.
Estados Unidos es nuestra principal fuente de ingresos que no se producen en casa. De cada 10 pesos que producimos, 7 son del exterior y de esos 7, 5 pesos provienen de él.
Y esos 5 pesos están regulados por el TMEC, de los 2 restantes que recibimos por ventas del extranjero, alrededor de 1 peso proviene de la Unión Europea y si quisiéramos vivir sin depender del exterior, vendría una pregunta, ¿de dónde sacamos los 8 pesos que obtenemos de afuera?
En ese escenario, un sinnúmero de empresas extranjeras que tienen capital fijo en México, se mudaría, dejando una estela de desempleados directos e indirectos en el camino.
Lo que ocurrió en la pandemia sería una caricatura de lo que vendría bajo semejantes condiciones, sin olvidar el déficit de 6 por ciento del PIB y la inminente baja por parte de las calificadoras respecto a Pemex.
Ahí está el caso del 6 de agosto, que arrasó con las bolsas de valores como no se veía en décadas. Lo anterior señala que, si una Nación cree que puede vivir aislada o romper con los procesos de la mundialización, va a tener serios problemas en forma inmediata.
El crecimiento acumulado de la economía en el sexenio que López Obrador dejó, rondará el 5 por ciento para todo el sexenio, un 0.8 por ciento al año, que, revisando los datos, apenas se compara con Miguel de la Madrid, 1982-1988, con -0.2 por ciento. Cierto es que al tabasqueño le tocó la pandemia, pero no es suficiente argumento.
No habrá buen 2025 para México.
El secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, campeón indiscutible en el número de renuncias presentadas y rechazadas, ha dicho en corto que pretende recortar el déficit fiscal que ya existe del 6 por ciento a 3 por ciento.
Ramírez de la O pretende reducir el 3 por ciento del PIB de déficit, lo que forzosamente tendría que producir un recorte en el gasto público de unos 894 mil millones de pesos.
Si eso es así, producirá una recesión, ya que el crecimiento del PIB no llegaría ni a medio punto porcentual. En este sentido, se confirman tres escenarios para los alcaldes de todo el país, particularmente de los ayuntamientos más modestos:
El primero es que los ediles tendrán que elegir entre políticas públicas o incrementar el gasto corriente, nómina policiaca, por ejemplo, lo que dejará al garete la generación de valor público y la maximización del gasto en lo operativo.
El segundo es que, si los presidentes municipales quieren establecer políticas públicas no basadas en el gasto corriente, quedará abierta la rendija de endeudarse con Banobras, por ejemplo. Un mero asunto lógico es entender qué pasa si determinado porcentaje de todos los alcaldes del país eligen endeudarse al mismo tiempo.
Y, el tercero es que, con políticas públicas o sin ellas, el impacto del recorte federal será bestial para los ayuntamientos, lo que producirá una crisis sistémica en el país.
En ese tenor, Sheinbaum tendrá una combinación complicada que manejar. Por una parte, maximizar el gasto en seguridad y por otra, hacerlo con muy poco dinero para los municipios y con una secretaría de la Defensa Nacional gigante.
Dicen los economistas que, si se hubiera mantenido la tendencia de 2000 a 2018, el PIB actual estaría en más de 2 billones 300 mil millones de pesos de ganancia. Mucho de esto tuvo que ver con la ausencia de políticas públicas focalizadas al nearshoring.
Así, la conclusión es evidente: Claudia Sheinbaum deberá generar una forma de acercarse con inteligencia a sus socios del TMEC y ser extraordinariamente precavida con el gasto corriente que, en buena parte, le dejaron etiquetado.
De las anécdotas que se cuentan
Una fotografía ¿con futuro?
Ayer, durante la sesión del Congreso de la Unión en el recinto de San Lázaro, convocada para la ceremonia de Toma de Protesta de la primera Presidenta de México, Claudia Sheinbaum, se tomó una foto de poblanos que circulo en redes.
Ahí, muy sonrientes los gobernadores Sergio Salomón Céspedes, en funciones y Alejandro Armenta, electo, con el diputado federal Tony Gali.
Los tres sonrientes y abrazados en un día para la historia del país.
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*ARD
