Las dudas sobre Ovidio Guzmán
Seguramente usted ha leído docenas de artículos en los que se repite ad nauseam adónde fue capturado Ovidio Guzmán, en qué medio fue transportado a la Ciudad de México y en un arranque surrealista, hasta qué alimentos le han ofrecido en la prisión.
Existen algunos elementos que pueden ser de mayor relevancia en el caso que nos ocupa.
Los cabos que no atan
Lo primero es la explicación de la Secretaría de la Defensa Nacional, sobre las características de la detención. Se señala que la detención de Ovidio Guzmán fue el resultado de “planeación y coordinación interinstitucional que se llevó a cabo por cerca de seis meses (…) se realizaron trabajos de reconocimiento y vigilancia en torno a los presuntos integrantes del grupo ‘Los Menores’ y las zonas en las que tenían influencia”.
De acuerdo. Hasta aquí, la explicación orilla a pensar que el general Luis Crescencio Sandoval vigilaba un día sí y otro también a Ovidio. Vamos, lo tenía tan ubicado que podía detenerlo cuando se le viniera en gana a Andrés Manuel López Obrador. Pero, hay que avanzar en la explicación.
“Personal de la Guardia Nacional, con apoyo a distancia del Ejército mexicano, logró identificar personal armado a bordo de varias camionetas tipo Pickup, algunas con blindaje artesanal característico de las organizaciones criminales. Una vez identificado este grupo, la Guardia Nacional creó un cerco perimetral en torno a los vehículos sospechosos, se acercaron y persuadieron a las personas a bordo a bajar, pero éstos se resistieron y comenzaron a atacar al personal. Las autoridades persuadieron a las personas que se encontraban en los vehículos a descender para ser revisados, momento en que los guardias nacionales fueron objeto de agresión armada”.
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Aquí, la historia da un vuelco. Ovidio ya no fue detenido en forma quirúrgica (como sí lo habrían hecho los marinos, en mi opinión), sino por chiripa. Si se sigue la crónica, los militares detuvieron a un convoy y de la nada se toparon con uno de los hermanos Guzmán. Entonces, ¿fue por chiripa o por una meticulosa cacería?
Pero hay más: “Ante esta situación, se estableció un plan de defensa, y al tener una amenaza real, actual e inminente que puso en peligro sus vidas, actuaron de conformidad con lo establecido en la Ley Nacional del Uso de la Fuerza”.
Semejante garigola ha de querer decir que se armó una zacapela conforme a derecho. Pero de cualquier manera no da los elementos para entender si Ovidio Guzmán se paseaba por el barrio y accidentalmente fue detenido por una volanta militar. ¿En Jesús María, territorio que posee un halcón en cada esquina? ¿Ovidio no pudo pedir ayuda y en segundos habría llegado una marea de sicarios? ¿Es creíble siquiera?
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Hasta aquí, la historia es por lo menos, brumosa. Pero en el marco de la visita de Joseph Biden y Justin Trudeau a México en términos de la Cumbre de Líderes de América del Norte que se realizará en la Ciudad de México entre el 9 y 11 de enero, tenía sentido ofrecer la cabeza de Guzmán, a guisa de sacrificio humano en versión tabasqueña.
Pero no. Marcelo Ebrard soltó una perla poco después: “No será de manera inmediata la extradición a Estados Unidos, luego de su detención en Culiacán, Sinaloa (…) Antes de que se realice la extradición tendrá que ajustar cuentas en México que es por lo que se abrió la orden de captura en su contra (…) No podríamos extraditarlo hoy, mañana o pasado, tenemos que cumplir las formalidades que se imponen, además tiene un proceso aquí en México abierto que es lo que da origen a la orden”.
Hasta aquí, las declaraciones oficiales.
Dudas sinaloenses
- Olvídese por un momento de los disparos al avión de Aeroméxico, de la cancelación de los vuelos en el aeropuerto local y de los 19 bloqueos. ¿Qué pasó con el homicidio a las 14:50 horas, del coronel de infantería Juan José Moreno Orzua, (Cmte. 43 B.I.), al ser emboscado su convoy en Escuinapa?
- Crescencio Sandoval dice que encontraron a Ovidio Guzmán por accidente, pero fue objeto de una vigilancia minuciosa, ¿entonces? Luego, se cambia la trama y resulta que el personal militar al ver el convoy, lo detiene. Si opuso resistencia, luego lo identifican y después lo detienen, alguien tuvo que autorizarlo. ¿El Culiacanazo a la inversa?
- En el entendido que ya lo detuvieron y están listos para entregarlo en charola de plata a Biden para que se lo lleve de recuerdo a Estados Unidos, ¿cuál es el motivo por el que Ebrard dijo que va a ser enviado a una “condena mexicana”, frenando con saliva a la extradición?
- Si todo fue tan cerebralmente planeado y el Ejército tiene bajo su control absoluto al territorio nacional, ¿por qué la narrativa que está corriendo en distintos gobiernos estatales es de preparación ante un escenario violento? ¿Por qué fiscales timoratos en distintas partes del país andan comentando que están preparados para cualquier eventualidad, si ellos mismos han dicho por activa y por pasiva que no hay ejecuciones ni cárteles en las entidades que dicen fiscalizar?
Tres rumores, tres hipótesis
- Todo fue un teatro y Ovidio sabía que debía participar. Desde el principio se negoció que no lo extraditarían. Es un montaje adhoc para calmar la furia de Biden, quien sabe algo y se quiere ir sobre un familiar de Andrés Manuel López Obrador. Ovidio es el Dormicum tabasqueño para Biden.
- Efectivamente, detuvieron a Ovidio, sin que éste estuviera prevenido. En tales condiciones, fue víctima de una traición; “lo pusieron”, se dice en el ambiente. Pero alguien de sus hermanos ya está negociando y cabe pensar que la amenaza es incendiar medio Sinaloa, por lo menos.
- Ovidio es solo un títere frente a la negociación de lo que Biden y AMLO hablarán en su Cumbre. Calma chicha, mientras se ponen de acuerdo. ¿En qué? No hay manera de saberlo pero apesta a bidón y a fentanilo, con un tumulto de indocumentados centroamericanos en medio.
Mientras se sabe la verdad, el rumor otea y las dudas depredan. Es la anomía la que gobierna.
*BC