La amenaza del endeudamiento
Según los datos de la Secretaría de Hacienda, el techo de endeudamiento que solicitó Claudia Sheinbaum al Congreso fue por 1 billón y medio de pesos, una cifra preocupante que hace pensar que aún no termina la fiesta de los pasivos que heredó Andrés Manuel López Obrador.
Pero adonde se tiene que mirar no es exactamente al techo de endeudamiento con el que inicia su gestión un mandatario, sino cuanto acumuló a lo largo de seis años. En ese sentido, López Obrador generó un total de pasivos por 6.4 billones de pesos.
“El principal objetivo de la política de deuda será mantener el porcentaje de la deuda respecto al PIB estabilizado alrededor de 50% y mantener el estricto apego a los techos de endeudamiento autorizados por el H. Congreso de la Unión”, apuntó la Secretaría de Hacienda en sus Criterios Generales de Política Económica 2023.
El tecnicismo para referirse al techo de endeudamiento es el Requerimiento Financiero del Sector Público. Revisando los datos de Hacienda, puede identificarse el comportamiento de este indicador en los últimos años:
Con Vicente Fox, de 2000 a 2006, fue de 28.2 por ciento del PIB; con Felipe Calderón, de 2006 a 2012, fue de 35.6 por ciento; con Enrique Peña Nieto, de 2012 a 2018, fue de 43.6 por ciento; y, con López Obrador, de 2018 a 2024, fue de 48.8 por ciento
Sin embargo, las proyecciones de la Secretaría de Hacienda, señalan que se cerrará diciembre con la proporción más alta de deuda sobre el PIB de los últimos 30 años. Es evidente que no hay ingresos suficientes en el gobierno federal, considerando sus dos principales fuentes, los impuestos y el petróleo.
Por el lado de los gastos, dan miedo los montos que se irán a fondo perdido con el pago de dádivas y pensiones, así como el pago de intereses de la deuda.
Consultando los datos del Banco de México, entre 1980 y 1994, los niveles de endeudamiento rondaban el medio billón de pesos. De 1994 a 2008, se rebasó el billón de pesos de forma permanente y en 2008 se superó la barrera de los dos billones de pesos.
Al revisar el comportamiento de la deuda, tan solo de 2008 a 2009, se dio un incremento del 66.2 por ciento y de 2010 a 2014, cada año se dio un crecimiento promedio del 13.87 por ciento para quedar en 2014 con 6.65 billones de pesos. Como podrá verse, Enrique Peña Nieto y López Obrador son los mayores generadores de deuda federal en 30 años.
En 2023, el gobierno federal destinó el 51 por ciento de sus ingresos tributarios (los impuestos que recauda) para el pago de pensiones y jubilaciones, superando con facilidad cualquier movimiento del indicador al alza, desde 1994.
Así, llama la atención que se sigan pensando en programas nuevos y acciones que, entre otras cosas, están enfocadas a terminar las obras faraónicas de López Obrador.
¿Con qué dinero?
Con las calificaciones de deuda soberana que México tiene ahora, no podría contratar más deuda con tasas inferiores a 13 por ciento. Y si se compara con otros países, el costo financiero para que México consiga deuda es por lo menos 100 por ciento más caro.
Por todo lo anterior, se recomienda cautela para 2025, porque no parece que el país vaya a experimentar un auge en materia de crecimiento económico, prosperidad y mayores ingresos.
De las anécdotas que se cuentan
De miedo está la situación en los estados de Campeche y Tabasco con el impago de 20 mil millones de dólares a distintos proveedores de Petróleos Mexicanos (Pemex), a tal grado que la petrolera está dejando en veremos los contratos de servicios.
La periodista Jeanette Leyva Reus de El Financiero ha dado seguimiento a la situación de la empresa y a las protestas de los trabajadores en Villahermosa y Ciudad del Carmen.
Leyva Reus señala que la Secretaría de Hacienda está buscando crear un consorcio de bancos para pagar las deudas de Pemex con proveedores de servicios, lo cual señala claramente que no hay dinero para poder fondearla desde el gobierno federal.
Apuntó que de plano se cancelaron los festejos navideños de varias empresas que difícilmente podrían considerarse pequeñas: SLB, Halliburton y La Latina, por ejemplo. Ahí está el caso de Seamex Holdings, que paró operaciones en varias plataformas de perforación en el Golfo de México.
El director general de Pemex, Víctor Rodríguez, señaló en una reunión privada en el Instituto de Ingenieros Petroleros de México que Pemex “está coordinando con la Secretaría de Hacienda, la cual podría asumir deuda en su nombre de la empresa para pagar a los proveedores de servicios”.
En ese sentido, no solo los estados de Campeche y Tabasco van a pasar una pésima época de fiestas decembrinas.
No son pocos los que se preguntan cómo va a quedar el Infonavit, considerando que el director de Pemex que dejó un desastre, ahora despacha ahí y es el encargado de construir miles de casas, con cambios a la ley que le darán todo el poder para usar los recursos de los fondos de vivienda de los trabajadores.
Es la herencia maldita del trópico.
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*ARD
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