Aranceles al BRICS
El 30 de noviembre, Donald Trump dio los buenos días al planeta con una nueva soga: imponer aranceles del 100 por ciento a un bloque de nueve naciones si se enfrascan en la sustitución del dólar estadounidense para efectos comerciales. México no es parte del grupo, pero puede sufrir las consecuencias.
El mensaje fue a los miembros del BRIC: Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica, Egipto, Etiopía, Irán y Emiratos Árabes Unidos. Habrá que tomar en cuenta a Turquía, Azerbaiyán y Malasia, se han apuntado en la lista de espera para ser miembros.
Por supuesto, es de entenderse que el mensaje también va dirigido a México, con eso de que la presidenta Claudia Sheinbaum de repente fortalece sus simpatías hacia Rusia y China.
Trump soltó: “Exigimos un compromiso por parte de estos países de que no crearán una nueva moneda BRICS, ni respalda ninguna otra moneda para reemplazar al poderoso dólar estadounidense, o enfrentarán aranceles de 100 por ciento, y deberían olvidarse de vender en la maravillosa economía de Estados Unidos”.
A lo que se refiere Trump es a la idea de crear un nuevo sistema de pago alternativo a la red global de mensajería bancaria SWIFT. El efecto inmediato de ese sistema sería que Rusia podría burlar cualquier sanción occidental, considerando que tiene un ejército de éstas a partir de su guerra asimétrica con Ucrania.
Por otro lado, el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, aviva el fuego al urgir a los países del BRICS a encontrar una alternativa que reemplace al dólar en el comercio exterior.
No parecen ser balandronadas las expresiones del mandatario brasileño si se toma en cuenta que la ex presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, es la nueva directora ejecutiva del Nuevo Banco de Desarrollo, con sede en Shanghái, creado por los países BRICS.
Como diría el clásico, la idea le ha caído como anillo al dedo a Pekín, que está moviéndose para encontrar un mecanismo que le permita trabajar sus operaciones de comercio exterior en yuanes o reales, borrando a las monedas intermedias.
En ese contexto, Trump está siendo claramente congruente con la idea estadounidense de contener a China como su mayor rival económico en el mundo y eso debería ser tomado en cuenta por parte de la mexicana Claudia Sheinbaum.
La experiencia de Enrique Peña Nieto debería ser un punto a considerar. Cuando el mexiquense permitió que entraran capitales chinos a México, además del tren bala México-Querétaro y el desarrollo en Cabo Pulmo, Baja California Sur, dio su beneplácito y facilidades a Huawei para que se instalará en un terreno que quedaba a tiro de piedra de la sede de la Séptima Flota del Pacífico.
Con severas presiones bajo la mesa por parte de Estados Unidos, aquella potencial inversión de Huawei fue eliminada. No podría ser menos si se considera que Washington tendría un centro de vigilancia chino en sus narices.
Las cosas son peores para Sheinbaum con el fentanilo y la revisión del TMEC en puerta, por lo que las amenazas contra el BRICS por parte de Trump deberían ser tomadas a la letra para el caso de México.
Lo anterior sin omitir que López Obrador mantuvo una laguna comercial que no está totalmente solventada con China respecto al acero y aluminio, por lo que ahí podrían colarse aranceles dado que exportan sus productos desde México, usando a nuestro país como trampolín.
Esa bomba de la exportación “mexicana” de acero y aluminio sigue generando escozor en Washington y encima, la armadora BYD que a ratos se mueve como si tuviera los parabienes del gobierno federal y a ratos se le maneja como que no van a echarla a andar, en un juego de espejos que no favorece en nada a Sheinbaum.
Hay molestia de que el gobierno federal mexicano siga aplaudiendo los electrodomésticos que China envió para la catástrofe en el estado de Guerrero tras el huracán Otis, tampoco sirve para deslindarse del BRICS aunque no se esté en él.
Y Trump todavía no entra en materia con el fentanilo, que entrecruza a México y China.
Por donde se le vea, habría que verse en el espejo de esos nueve países que quedaron en la mira telescópica de los Estados Unidos, porque junto a éste, se encuentra la Unión Europea y juntos suman casi el 95 por ciento del comercio exterior mexicano.
De las anécdotas que se cuentan
¿Qué harán ahora Eduardo Rivera y su poderoso grupo para ganar el Consejo Estatal panista el 15 de diciembre?
Su dominio del PAN poblano está en juego.
El viernes, la Comisión de Procesos Electorales de Acción Nacional descartó la petición de excluir a 11 consejeros de la votación para renovar la dirigencia estatal, el 15 de diciembre. Con una circular, explicó que no es posible modificar la lista nominal del Comité Directivo Estatal antes de una elección interna, salvo por orden judicial, que no existe.
La resolución termina la controversia por la solicitud del aspirante Felipe Velázquez, de evaluar el desempeño de los 114 consejeros, señalando que 11 habían incumplieron con su ausencia en sesiones, para que no votarán en la renovación de la dirigencia. Ayer anunció que acatará la decisión de la Comisión.
También negaron la posibilidad de incorporar a Celia Bonaga y Dolores Parra al Consejo Estatal, a pesar de sus nombramientos como coordinadoras de diputados y presidentes municipales, respectivamente. Oficialmente serán 114 consejeros estatales quienes elijan entre Mario Riestra y Felipe Velázquez para definir al nuevo líder de Acción Nacional en Puebla.
En la democracia no hay ventajas y los riveristas fracasaron en su intento.
fcrisanto00@yahoo.com.mx
Twitter @fercrisanto
Facebook: Fernando Crisanto
*ARD
Lo de Hoy Noticias te recomienda estas notas:
Las muchas Marilyn
Los tiempos de Acción Nacional
El recorte a la Conciliación
