El pasado 28 de septiembre se habían cumplido 48 horas del paro laboral por parte de los trabajadores del ayuntamiento de Izúcar de Matamoros, incluidos los elementos de la Policía Municipal, sin omitir que los agentes han señalado continuamente que seguirán atendiendo llamadas de emergencia por parte de la población.
Entre tantas cosas que ocurren con los policías del municipio, se quejan de que no tienen combustible suficiente las patrullas y motocicletas con las que deben hacer su trabajo. De más está decir que sin patrullas ni motocicletas, la capacidad de respuesta por parte de la policía ante una emergencia se ralentiza o de plano se nulifica.
En el mismo tenor se encuentra la falta de recolección de basura, que es un punto de inmediata observación por parte de cualquier ciudadano.
Apenas baja la frecuencia de colecta de los desechos y las montoneras aparecen.
A lo anterior hay que agregar a otros empleados del Ayuntamiento: Servicios Públicos, Contraloría, Sistema DIF, Salud y Deportes.
Así fue como ya se dieron bloqueos a la entrada del municipio con patrullas y camiones recolectores.
Por todo lo anterior, el secretario de Gobernación estatal, Javier Aquino Limón, confirmó que sí es cierto que hay adeudos de pagos para los policías de Izúcar de Matamoros y apuntó el motivo: no hay presupuesto para pagarles.
En entrevista, Aquino Limón ratificó que la alcaldesa Irene Olea Torres, no puede cubrir todo lo pendiente.
Aprovechó la entrevista para pedir a los alcaldes salientes que entreguen sin contratiempos sus respectivas administraciones para el mes de octubre.
Entre confirmaciones y desmentidos, solo hay una realidad.
Hay empleados en Izúcar de Matamoros que no pueden vivir del aire y más allá de cualquier justificación, la delincuencia va a seguir aprovechando esas condiciones.
De las anécdotas que se cuentan
Este es el escenario de Izúcar de Matamoros, hasta ayer.
El paro laboral ha generado consecuencias en la recolección de basura: calles y avenidas principales tienen montoneras de desechos acumulados.
Las lluvias han arrastrado los residuos y aumenta el riesgo de enfermedades como el dengue.
El rastro municipal permanece cerrado desde el lunes 30 de septiembre, lo que podría derivar en un desabasto de carne.
Los vehículos oficiales del ayuntamiento, incluidas las patrullas, permanecen sin combustible.
A diario se han realizado reuniones sin acuerdos. A seis días del paro, la protesta sigue activa y sin solución; los manifestantes exigen el pago completo de aguinaldos.
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*ARD
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