ESTRATEGIA “CAMALEÓN”. Hipertensión e Infarto Cerebral, cuando la muerte llega en sigilo
Puebla, Pue. Surge estrategia “CAMALEÓN”, ante el número de personas de todas las edades que están sufriendo infartos cerebrales, problema de salud que está provocando la muerte en 4 de cada 10 pacientes, pero que sin en un lapso de diez años no se atiende los decesos se elevarían a 6 de cada 10.
El médico urgenciólogo integrante de la Mesa Directiva de la Sociedad Mexicana de Medicina de Emergencia (SMME), Luis Daniel Sánchez Arreola, informó que quienes padecen enfermedades crónicas como hipertensión arterial, tienen mayor riesgo de sufrir un infarto cerebral, lo que está ligado aquellos que siguen malos hábitos y una mala alimentación.
Atención tardía
En entrevista destacó que la estrategia “CAMALEÓN” busca prevenir a las personas sobre los síntomas que alertan a quienes sufren un infarto cerebral. Desglosó:
CAMALEÓN: CA colgada, Mano pesada, LEngua trabada y ÓN que indica ponerse en acciÓN y acudir rápidamente a los servicios de emergencias de un hospital cercano que pueda atender oportunamente la afección.
“Lamentablemente muchos pacientes llegan tarde a los hospitales, se recomienda hacerse un chequeo dos veces al año, en los niveles de glucosa, presión arterial, esto puede disminuir significativamente el riesgo de infarto cerebral”, dijo.
Luis Daniel Sánchez precisó que a partir de que se sufre un infarto cerebral la persona sólo cuenta con cuatro horas para poder actuar y reiteró que “hipertensión arterial es el factor de riesgo controlable más común del infarto cerebral”.
Tres de cada cuatro personas que tienen un primer infarto cerebral reportan presión arterial superior a 140/90 mm Hg, cuando la lectura normal sería cualquier presión arterial por debajo de 120/80 mm Hg y por encima de 90/60 mm Hg en un adulto.
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Malos hábitos alimenticios y secuelas
El paciente que llega a sufrir un infarto cerebral y que sobrevive, queda con secuelas que lo pueden hacer gastar de forma anual hasta 900 mil pesos.
De ahí la importancia de evitar tener un problema de salud de este tipo, porque además se considera que de todas enfermedades esta es la que puede llegar a generar un desgaste económico importante.
“Hay que hacer algo para que para los próximos 30 años se puedan ir disminuyendo los riesgos, ya que de lo contrario la mitad de la población está en riesgo de llegar a una sala de emergencia por sufrir un infarto”.
Sánchez Arreola puntualizó que los registros de infartos cerebrales se dan en las ciudades de mayor población, donde está presente:
Mala alimentación
Consumo de productos altos en colesterol, grasas y azúcar
Edad avanzada
Causas genéticas
Consumo de grandes cantidades de sal
Beber alcohol
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El especialista integrante de la Sociedad Mexicana de Medicina de Emergencias alertó que de no controlar este tipo de alimentación el 60 por ciento de la población estaría en riesgo de llegar a urgencias por un infarto de esta naturaleza.
Porcentaje que estaría elevando a su vez el número de muertes, que si ahora al cierre del 2023, 4 de cada 10 personas que sufren un infarto pierden la vida, esto incrementaría en diez años a 6 de cada 10 pacientes murieran por esta causa.
“Es importante que recuerden la palabra CAMALEÓN, esto puede pasar en cualquier momento, una persona puede ser, un familiar, se debe llevar a la persona al hospital más cercano, activando el número de Emergencias 911”.
Destacó que si se actúa rápido de igual manera se disminuyen las posibilidades de tener secuelas graves que lleven al desgaste de por vida, tanto física como económicamente como ya se ha referido.
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Qué es un infarto cerebral
El infarto cerebral es una alteración neurológica que se caracteriza por su aparición repentina, causando secuelas y la muerte.
Hasta el 85% de las veces, una persona que sufre un derrame cerebral no siente dolor. Es por eso por lo que las personas a menudo ignoran los síntomas y no reaccionan rápidamente para pedir ayuda.
Durante un infarto cerebral, cada minuto se destruyen 1.9 millones de neuronas, 14 mil millones de sinapsis y 12 KM de fibras mielinizadas.
En comparación con la tasa normal de pérdida de células en el envejecimiento del cerebro, el cerebro envejece 3.6 años por cada hora que pasa sin recibir tratamiento.
Cuanto antes reciba atención médica el paciente, mayores serán sus posibilidades de una recuperación exitosa.
Si bien el infarto cerebral es más común en adultos mayores, la realidad es que puede ocurrirle a cualquier persona, a cualquier edad, incluso a adultos aparentemente sanos en la plenitud de sus vidas.
Anualmente, 15 millones de personas sufren algún tipo de infarto cerebral y al menos 1 de cada 4 individuos lo padecerá a lo largo de su vida.
