Acceso a la información
La poblana Blanca Lilia Ibarra es una profesional que a lo largo de su carrera como comunicadora y funcionaria pública ha vencido diversos retos, lo más importante es que ha dado resultados y confirma todos los días que ¡sí, se puede!
El martes pasado en su calidad de Comisionada Presidenta, al presentar ante el Senado de la República el Informe de Labores 2021, confirmó que el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) no tiene bandera política, por el contrario, se reafirma como una institución autónoma, comprometida con la defensa de las personas en el ejercicio de sus derechos y la construcción de una cultura de integridad en el servicio público.
Contrario a lo dicho por el presidente de la República en sus mañaneras de Palacio Nacional ratificó:
“El INAI no tiene bandera política; el INAI es un organismo que basa su actuación en lo que está mandatado en la Constitución Política. En ese sentido, el INAI se asume como una institución autónoma, que posibilita la construcción de la democracia y es un instrumento del empoderamiento ciudadano”, precisó ante senadoras y senadores de la LXIV Legislatura.
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Ibarra Cadena insistió que la autonomía del INAI es un medio fundamental para la defensa de los derechos humanos de acceso a la información y de protección de datos personales, los cuales dan sustancia y eficacia a la democracia constitucional.
Explicó que, ante el poder, la labor de equilibrio del Instituto resulta indispensable, porque al verificar el cumplimiento de las obligaciones de transparencia y resolver los casos en que las autoridades se rehúsan a entregar información, se constituye como una instancia del Estado mexicano que defiende a las personas y contribuye a la construcción de una cultura de integridad en el servicio público.
En el INAI, dijo, se tiene la firme convicción de fortalecer la confianza de la sociedad en las instituciones, pues solo así se logrará transitar hacia un mayor involucramiento e incidencia de todos los sectores de la población para construir soluciones más efectivas ante los complejos desafíos y escenarios que enfrentamos.
“Esta relación de confianza requiere de instituciones que respeten los principios de legalidad y máxima publicidad, y que, además, aporten elementos relevantes para justificar sus decisiones, que den certeza a la sociedad sobre el ejercicio responsable y eficiente de los recursos públicos”, enfatizó.
Sostuvo que la Plataforma Nacional de Transparencia (PNT) se ha consolidado como el principal medio para realizar las solicitudes de información, ya que, 3 de cada 4 peticiones fueron ingresadas por esta vía y, desde que inició operaciones, en mayo de 2016, al cierre de 2021, se han formulado más de un millón 600 mil solicitudes de acceso a la información, a través de esta herramienta.
Destacó que, en el contexto internacional, el INAI encabeza la Red de Transparencia y Acceso a la Información, la Conferencia Internacional de Comisionados de Información y la Asamblea Global de Privacidad, con lo cual se reconoce al INAI como autoridad líder y referencia a nivel global.
En el acto protocolario participaron la senadora Olga Sánchez Cordero, Presidenta de la Mesa Directiva del Senado de la República; las y los coordinadores de los siguientes Grupos Parlamentarios: del Partido Acción Nacional, el senador Julen Rementería del Puerto; del Partido Revolucionario Institucional, el senador Miguel Ángel Osorio Chong; de Movimiento Ciudadano, el senador Dante Delgado Rannauro; del Partido Verde Ecologista de México, el senador Manuel Velasco Coello; del Partido del Trabajo, la senadora Geovanna del Carmen Bañuelos de la Torre; del Partido Encuentro Social, la senadora Sasil de León Villard; del Partido de la Revolución Democrática, el senador Miguel Ángel Mancera Espinosa.
También participaron las senadoras y senadores: Nancy de la Sierra Arámburo, del Grupo Plural; Eunice Renata Romo, del Partido Encuentro Social; Joel Padilla Peña, del Partido del Trabajo; Alejandra Lagunes; del Partido Verde Ecologista de México; Juan Zepeda, de Movimiento Ciudadano; Claudia Anaya, del Partido Revolucionario Institucional; Xóchitl Gálvez, del Partido Acción Nacional, y Rafael Espino, de Morena.
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No ha sido fácil el camino de Blanca Lilia Ibarra, pero sin duda su esfuerzo y, en no pocos casos, sacrificio le ha generado resultados y satisfacciones. Lo merece, felicidades.
De las anécdotas que se cuentan
El aeropuerto Felipe Ángeles presenta dos realidades paralelas, de un lado, sus locales están pobremente demandados, con poquísimos empresarios arriesgando su capital para tener en ese lugar una sucursal.
Del otro lado, se observa a un ente que sí está apostando su resto para participar en lo que anunciaba el boletín de prensa, en el sentido que el aeropuerto dispondrá de “servicios comerciales, culturales y de alojamiento, museos, una plaza comercial y hotel”, en el entendido que no hay nada de eso en este momento.
El documento oficial anuncia que el centro comercial “contará con dos niveles de locales comerciales, área de juegos infantiles, centro educativo, una tienda Sedena, centinela Sedena, un cine, sucursal de Banjército, boliche, gimnasio, salón de eventos, bodegas, estacionamiento público y administrativo”.
Más allá de la rareza de anunciar que “el centro comercial contará con una subestación eléctrica y un depósito de basura”, una obviedad, el acrónimo Sedena aparece por todos lados del puerto aéreo.
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A pocos les queda duda que el aeropuerto fue construido por el Ejército e impulsado por unos cuantos empresarios civiles, la mayoría meros proveedores, pues el trabajo de planeación y logística se emprendió con militares.
Lo que no deja de llamar la atención es que ahora, los uniformados se encarguen de una nueva misión, llenar locales con productos y servicios que, más allá de que cumplan con un propósito específico (como Banjército), formen parte de la iconografía “comercial” de la 4T.
Así, va un trabajo más para la Sedena, cubrir las oquedades que la iniciativa privada se tardará años en atender, habida cuenta que muy pocos inversionistas se han interesado por rubricar de conformidad, a la ocurrencia como política pública.
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