Estados Unidos cumple con deportación del sanguinario exlíder del Cartel del Golfo
Osiel Cárdenas Guillén regresa a México, el lugar donde causo el terror más impresionante cuando fue líder del C{artel del Golfo (CDG), era identificado por muchos como “El Mata Amigos”.
Su deportación se cumplió este lunes desde Estados Unidos, donde cumplió algo más de la mitad de una condena de 25 años por su buena conducta. El capo no será hombre libre en su país. Las autoridades federales mexicanas han confirmado a este diario que Cárdenas, de 57 años, ha sido trasladado al penal del Altiplano donde enfrentará tres procesos, por delincuencia organizada, delitos contra la salud y lavado de dinero.
La entrega del capo ha sido confirmada esta tarde por la Agencia de Investigación de Seguridad Interior. “Después de 14 años en prisión, Osiel Cárdenas, un ciudadano mexicano y antiguo líder del Golfo y Los Zetas ha sido regresado a México”, informó en las redes sociales el capítulo de la institución en San Antonio (Texas). La rendición del capo ante las autoridades mexicanas tuvo lugar a las 9.25 en un puente fronterizo de Tijuana, Baja California. Desde allí voló al centro del país para ingresar a prisión minutos después de las 17.30.
Cárdenas fue liberado a finales de agosto de la prisión de Terre Haute, en el Estado de Indiana. El capo estaba sujeto a cinco años de libertad condicional tras recobrar su libertad. Pero su deportación era inminente desde entonces, cuando su custodia pasó a manos del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés). Las autoridades migratorias cortaron su periodo de libertad casi inmediatamente, pues fue trasladado al centro de detención de Otay Mesa, en la frontera de San Diego y Tijuana, donde estuvo cuatro meses.
La Fiscalía mexicana (FGR) reclamaba al capo, también conocido como El ingeniero, por varios procesos judiciales federales abiertos por delitos vinculados al tráfico de drogas, lavado de dinero, posesión ilícita de armas, cohecho y homicidio. La FGR ha informado la tarde de este lunes que el retorno de Cárdenas Guillén a México reactiva siete procesos federales. Los fiscales buscan que el capo sea condenado a más de 700 años de cárcel por todos esos delitos.
Cárdenas llegó a Estados Unidos desde México en enero de 2007, apenas meses después de que el presidente Felipe Calderón asumiera el cargo e iniciara una serie acciones judiciales y sobre el terreno en contra de los cárteles del narcotráfico. Una de sus decisiones fue enviar al sanguinario líder del CDG a enfrentar a las autoridades estadounidenses. Osiel no llegó solo, fue parte de un traslado que incluyó a 14 personas que estaban en prisiones mexicanas, entre ellas Héctor El Güero Palma, uno de los viejos socios de Joaquín El Chapo Guzmán en el Cártel de Sinaloa.
El entonces capo fue recluido en la prisión de La Tuna, en Anthony, Texas. Su juicio fue aplazado en dos ocasiones y el interés mediático que despertó en Estados Unidos se fue diluyendo. Fue finalmente sentenciado de forma secreta tres años después de su llegada al país, el 24 de febrero de 2010. La jueza encargada de la sentencia dictó un “secreto perpetuo” sobre las condiciones de negociación de su condena, de 25 años. Nadie, fuera de Osiel, sus abogados y los fiscales, presenciaron aquella audiencia. La jueza Hilda Tagle le advirtió entonces que si violaba la ley durante su periodo de libertad condicional, Cárdenas se arriesgaba a volver a prisión. El capo pasó por prisiones de Georgia y del centro de Florida.
El exlíder del Cártel del Golfo fue detenido en 2003 en la ciudad de Matamoros (Tamaulipas), de donde es originario. El mata amigos se hizo un nombre en el mundo criminal después de eliminar a socios y rivales para así escalar posiciones dentro del cártel de la frontera, que quedó acéfalo después de la captura de Juan García Ábrego, un veterano traficante que operaba en Tamaulipas. A Cárdenas se le atribuye haber creado a Los Zetas, una organización criminal muy violenta que llegó a tener casi 10.000 hombres armados durante los años del Calderonato.
Los primeros roces de Osiel Cárdenas con la justicia de Estados Unidos se remontan a agosto de 1992. Entonces fue detenido mientras intentaba cruzar dos kilogramos de cocaína por la frontera. Fue trasladado a la prisión del condado de Cameron, en Brownsville (Texas). La historia se repitió en enero de 1993. Entonces las autoridades estadounidenses lo enviaron a la cárcel por 63 meses. A finales de ese año, no obstante, fue trasladado a México.
*ANN
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