Pasos del Cártel Tepito en Puebla

Del reportero

En una acción de coordinación interinstitucional, poco común en los tiempos políticos actuales, se dio un operativo el 1 de diciembre. Se detuvo a Esteban Méndez Duran, “El Ojos”, uno de los más importantes líderes de la Unión Tepito en la Ciudad de México.

Sin embargo, los expertos comentan al reportero que este personaje era encargado de numerosas acciones criminales que enlazaban a Tepito con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en la capital del país y el Estado de México.

Más aún, los especialistas comentan que este hombre podría explicar las conexiones que Tepito tiene en Puebla, vía una importante mujer que lidera una célula de la delincuencia organizada en la capital del estado, donde encontraron en los últimos años un territorio propicio para sus actividades delictivas y como refugio a través de sus casas de seguridad, algunas de ellas ubicadas en Prados Agua Azul.

Con todo, la detención coincide con el cadáver maniatado y ejecutado de Jacobo Razón Avayou, empresario de origen judío, tras cuatro días de haber desaparecido.

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Famoso en la comunidad de Urgencias Médicas por una polémica de despojo en torno a la Comisión Nacional de Emergencias en la que llevaba alrededor de una década de juicios, Razón simplemente se había esfumado.

Se dice que fue secuestrado, por lo que aún es demasiado temprano para saber si la detención de Méndez Durán está relacionada con la desaparición y muerte de Razón Avayou, al que finalmente encontraron en un paraje del Ajusco, pero la coincidencia de eventos es inocultable, sobre todo si se considera que, en la mañana del mismo 1 de diciembre, fue capturado uno de sus presuntos secuestradores.

La captura de “El Ojos” se dio en un cateo simultáneo a cinco inmuebles en distintas demarcaciones de la capital del país.

Y ahí queda constancia de que hay grupos delictivos de alto impacto que operan al mismo tiempo en el Estado de México, Ciudad de México, Puebla, Hidalgo y Tlaxcala.

Que nadie se llame a engaño.

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De las anécdotas que se cuentan

El extraño retorno del panista Jorge Aguilar.

Uno de los más perjudicados políticamente con el accidente de Rafael Moreno Valle, por más recursos económicos que presuma, carece de la capacidad política para revivir el morenovallismo que falleció con su autor y único líder.

Integrante del grupo Finanzas, fue director en esa secretaría en el gobierno de Melquiades Morales, y gusta usar como marca el apellido materno, Chedraui, porque el Aguilar le incomoda.

Después de un periodo de más de tres años y un largo y costoso juicio en defensa de su “honestidad”, regresó con una victoria pírrica, como es la recomendación de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos al gobernador Miguel Barbosa para que le dé una disculpa pública por señalamientos que lo inculpan en actos de corrupción a su paso por la Secretaría de Salud en el morenovallismo.

Su presencia, que no es muy grata, polarizó al panismo más de lo que ya estaba y ahora se subió al ring con el mandatario poblano que dejó en claro que no acatará la recomendación de la CNDH.

Tal es su temor ante el gobernador que pretende desviar su intención de mostrarlo como “intransigente” y quiere lavarse las manos buscando culpables donde no los hay.

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¿Le tiene miedo a Barbosa? Todo parece que sí.

Gracias a su avezado operador de medios, que lo fue de Luis Maldonado y ahora es asesor de funcionarios del gabinete poblano, está endosando culpas cuando es quien en privado se muestra envalentonado y promete que “vencerá” al inquilino de Casa Aguayo.

En política, por más que sea A. Chedraui, el dinero no lo es todo y por lo visto no aprendió lo mejor de Rafael Moreno Valle, quien escogía a sus enemigos para nunca perder.

fcrisanto00@yahoo.com.mx

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*ARD