AMLO líder de la izquierda de AL
La celebración de los tres años y la primera mitad de la gestión del presidente Andrés Manuel López Obrador fue una muestra de popularidad y músculo al reunir a más de 250 mil personas en el zócalo de la Ciudad de México. Reiteró sus argumentos para llevar adelante la Cuarta Transformación y presumió lo que considera lo mejor de su gobierno, pero el escenario sirvió además como su plataforma para levantarse como futuro líder de la izquierda Iberoamericana.
Esta semana se reunió en la capital del país el Grupo de Puebla, que aglutina a líderes progresistas de Latinoamérica y España. Manifestaron ahí su apoyo a la propuesta de señalar a las personas más ricas del mundo para combatir la pobreza, la cual fue presentada por el presidente López Obrador ante la Organización de Naciones Unidas.
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Luego de concluir la asamblea del grupo que nació en julio de 2019 en la capital poblana, de ahí su nombre, Aloizo Mercadante, exministro brasileño de Educación, expresó el respaldo del grupo a la propuesta del presidente mexicano.
“El mundo post pandemia necesita una reconstrucción más generosa, con menos desigualdad y con menos hambre. Esta propuesta ya tiene el apoyo del presidente Alberto Fernández de Argentina, Honduras se va a sumar, Bolivia se va a sumar”, precisó Mercadante.
El 9 de noviembre, López Obrador participó en la sesión del Consejo de Seguridad de la ONU, en la que México asumió su presidencia.
En su discurso, señaló que nunca en la historia de la ONU se ha hecho algo “realmente sustancial en beneficio de los pobres”, y propuso el cobro de una contribución voluntaria anual del 4 por ciento de sus fortunas a las "mil personas más ricas del planeta", más una aportación similar por parte de las mil corporaciones privadas más valuadas en el mercado mundial, así como una cooperación del 0.2 por ciento del PIB de los países del G20.
“Nunca en la historia de esta organización se ha hecho algo realmente sustancial en beneficio de los pobres, pero nunca es tarde para hacer justicia", insistió López Obrador en Nueva York.
El Grupo de Puebla es un foro que reúne a representantes de la izquierda Iberoamericana. La iniciativa surgió el 12 de julio de 2019, cuando se realizó la primera asamblea del Encuentro Latinoamericano Progresivamente en la capital poblana.
La organización está integrada por 52 líderes de izquierda de 16 países. En su séptimo encuentro realizado esta semana, participaron el canciller mexicano Marcelo Ebrard, los expresidentes de España José Luis Rodríguez Zapatero; de Colombia, Ernesto Samper; de Ecuador, Rafael Correa, y los brasileños Lula da Silva y Dilma Rousseff.
El encuentro del Grupo de Puebla 2021 se llevó a cabo de manera híbrida, algunos líderes acudieron a la reunión en la Ciudad de México de manera presencial; mientras otros, como Lula da Silva o Alberto Fernández, presidente de Argentina, participaron de manera remota.
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Entre los objetivos del Grupo de Puebla está el cambio hacia un nuevo modelo de desarrollo solidario, que sirva de contrapeso al modelo neoliberal; en esta edición, los participantes hicieron un llamado a enfrentar con políticas comunes la pandemia de Covid-19.
Por lo pronto, la decisión de apoyar la propuesta de López Obrador ante la ONU no es un mero acto de cortesía política, sino los visos de que la izquierda de Iberoamérica ha encontrado un líder en el mexicano, que hoy puede presumir que con sus acciones y su discurso no sólo tiene un gran respaldo popular de los mexicanos, sino que ahora su proyecto trasciende fronteras. Al tiempo.
De las anécdotas que se cuentan
La mañana del sábado 13 de noviembre se registró una explosión por acumulación de gas dentro de una vecindad ubicada en la calle Tercera Cerrada de Lago Ammer, en la colonia Pensil Norte, alcaldía Miguel Hidalgo, en la Ciudad de México.
En un tiempo récord, se instaló un puesto de control y llegaron docenas de paramédicos, expertos en protección civil y policías que se encargaron de atender a cientos de personas que resultaron afectados, muchos de ellos residentes a la zona aledaña a la vecindad.
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Entre las cosas más recientes, Mauricio Tabe, el alcalde de Miguel Hidalgo, presentó el jueves 18 un portafolios de 600 vacantes específicas para las familias damnificadas.
Tabe y algunas autoridades de la Ciudad de México se movieron y consiguieron que poco más de 350 empresas ofrecieran un trabajo a las personas que perdieron todo en esa explosión que cobró la vida de dos vecinos.
De inmediato, el alcalde dio números telefónicos, correos electrónicos y la dirección de los lugares específicos para ir a pedir cita y poder ser atendido por los encargados de esa bolsa de trabajo que se creó para los damnificados por esa tragedia urbana.
Los malosos le preguntan al reportero si esa clase de acciones focalizadas a tragedias como las de la colonia Pensil Norte no pueden replicarse en dramas como los de San Pablo Xochimehuacán, con la idea de apoyar a la actividad económica de cientos de familias que fueron impactadas por un problema aún mayor que el de la capital del país.
Y rematan señalando que entregar cobijas y alimentos es una buena iniciativa, pero más que ofrecer caridad, hay que apoyar con oportunidades reales para salir venturosos de una tragedia que ha demostrado groseramente las asimetrías de nuestra ciudad de Puebla.
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*ARD
