Las reformas a la ley laboral, basadas en demandas de los sindicatos de Estados Unidos y establecidas en el TMEC, como consultar con las bases los acuerdos de revisión contractual y salarial, el pasado 5 de agosto abrieron una nueva página en relación de Volkswagen y sus trabajadores, que rechazaron la propuesta empresarial de aumento global del 11 por ciento -9 directo al salario y 2 en prestaciones- y tienen como plazo una nueva propuesta y otra consulta antes del 18 de agosto a las 11 horas o serán colocadas las banderas rojinegras.
No terminaban de celebrar el anuncio, hecho el miércoles, de nuevas inversiones que presentaron los directivos alemanes al gobernador Miguel Barbosa Huerta. Serán miles de millones, casi como construir una nueva planta, para el armado de autos eléctricos como lo demandan en Estados Unidos y Canadá. Puebla fue el estado elegido para ampliar su estructura física y en mucho tiene que ver la alta calificación de la mano de obra poblana.
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Entre otros puntos y el rechazo al aumento del 11 por ciento global, que consideran se pulverizará con el índice inflacionario al alza que vivimos los mexicanos, uno de los motivos por el cual los trabajadores rechazaron la propuesta del alza es su desacuerdo con la reforma a la cláusula 85 del contrato colectivo de trabajo, la cual hace referencia con las pensiones y las causales de salud para despidos inmediatos.
Explican que, si aceptaban el acuerdo, tardarán más años para poder jubilarse y, al final, obtendrán un monto menor de sus ingresos de retiro, además que los médicos de la planta podrían determinar comorbilidades, como hipertensión y/o diabetes, para rescindir el contrato de los obreros.
El emplazamiento a huelga presentado por el Sindicato Independiente de Trabajadores de la Industria Automotriz VW está basado en una exigencia de aumento de 15.5 por ciento directo al salario y 3.5 por ciento en prestaciones, que en global suman 19 por ciento y vence el próximo 18 de agosto a las 11 horas.
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Ahora, los directivos de la armadora deberán presentar una nueva oferta que tendrá que ser llevada a una consulta más con los trabajadores sindicalizados para que sea validada o rechazada, con el riesgo de ir a una huelga si no existe un acuerdo.
Con la nueva Reforma Laboral, que entró en vigor el 3 de octubre de 2021, es indispensable que cualquier negociación salarial o contractual que realizan las empresas y sus sindicatos, debe ser puesta a votación a la base trabajadora.
El sindicato, la misma noche del pasado viernes, informó de los resultados de la consulta, los cuales arrojaron que 2 mil 586 sufragios fueron en contra, el 53.48 por ciento de los 4 mil 835 votos recibidos, en tanto que otros 2 mil 248 sindicalizados estuvieron a favor del alza de dos dígitos.
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Otros puntos acordados entre empresa y sindicato, fueron la modificación a la cláusula 85 del Contrato Colectivo de Trabajo, para que los trabajadores de base pudieran retirarse voluntariamente, desde los 55 años de edad; lo que significa que no tendrían que esperar a cumplir 60 años.
Ahora, la empresa y el sindicato tendrán que volver a negociar y encontrar mejores acuerdos que satisfagan a los trabajadores o estallará la huelga.
Arrancan este lunes y será a marchas forzadas porque sólo tienen 10 días para llegar a acuerdos y convocar a otra consulta que genere resultados positivos, antes de las 11 de la mañana del 18 de agosto.
Empresa y sindicato moverán todas sus influencias posibles, para que su nueva propuesta, que no llegará al 15 por ciento global y cambios en las cláusulas contractuales, no sea rechazada en la próxima consulta, pero enfrente tienen un grupo de trabajadores preparados y que están dispuestos a defender sus derechos, quieren su trabajo, pero no a costa de lo que sea.
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De las anécdotas que se cuentan
Poniéndolo en números cerrados, ocho de cada diez aguacates mexicanos se producen en algún punto del estado de Michoacán. Tan solo en 2021, este fruto alcanzó en México, una producción de 2,44 millones de toneladas métricas.
Muy lejos, le siguen como productores: Jalisco, Estado de México, Nayarit, Morelos, Guerrero, Puebla, Chiapas, Oaxaca y Yucatán. En ese orden.
No son pocos los economistas que, con cierta sorna dicen que debería inventarse un índice de precios y cotizaciones basados en ese delicioso fruto.
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Sin embargo, ahora mismo hay lugares del país en el que este producto ha alcanzado precios exorbitantes, de hasta 150 pesos el kilo.
Si es que se encuentra en las tiendas, claro.
La Procuraduría Federal del Consumidor publicó una lista con los precios del aguacate en 55 establecimientos del Estado de México y la Ciudad de México, en la que se muestran los claroscuros de dicho producto.
Los precios más baratos se encuentran en Naucalpan, a 72 pesos el kilo. Y las tarifas más altas, se ubicaron en supermercados próximos a Santa Fe en la Ciudad de México, con precios que van desde los 115 a los 150 pesos el kilo.
Uno de los factores que más pesa en el costo del producto es el crimen organizado.
Se cuentan por docenas a los grupos delictivos que cobran extorsión a los productores y comercializadores de aguacate en Michoacán, a razón de 1 y hasta 5 pesos por kilo producido o transportado desde aquella entidad.
Y aun así, el gobierno federal no alcanza a conectar la relevancia que tiene el combate a los cárteles respecto al crecimiento económico.
Es una más, de tantas aristas que se encuentran en la visión tropical del mundo.
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*ARD