No hay duda de que el presidente Andrés Manuel López Obrador ganará este domingo 10 de abril el proceso de revocación de mandato, que en realidad es de ratificación, con el apoyo de millones de mexicanos, pero lo interesante será saber el porcentaje de participación que se logrará al final.
Si por Palacio Nacional fuera, deberían salir a votar más de 30 millones de mexicanos, la gran pregunta es ¿cuántos saldrán a votar?
Hasta ahora las encuestas dan distintos resultados, muchos de ellos reflejan que a unos días de realizarse la consulta no hay un interés masivo por participar, en especial porque muchos asumen cuál será el resultado y su voto sólo suma a la estadística.
Durante la actual gestión federal se han realizado otras consultas, de todas sólo una fue organizada por el INE. Los otras por militantes de Morena.
En 2018 se realizó la consulta popular sobre el aeropuerto de Texcoco y la consulta sobre los 10 programas prioritarios de esta Administración.
En 2019, se llevaron a cabo las referentes a la construcción del Tren Maya en la península de Yucatán y la consulta sobre la construcción de la Termoeléctrica Huexca en los estados de
En 2020, se realizó una más en Baja California sobre la permanencia de la planta cervecera de Constellations Brands. En 2021, se realizó la consulta sobre la posibilidad de enjuiciar a expresidentes por sus acciones de gobierno.
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El más conocido de estos ejercicios fue la consulta sobre continuar o no la obra del aeropuerto de Texcoco. Los tiempos, la falta de organización y número de centros de votación de la consulta llevaron a que la participación fuera muy baja, sólo del 1,2%. Casi el 70% (69,87 %) voto por “Reacondicionar el actual aeropuerto de la Ciudad de México y el de Toluca y construir dos pistas nuevas en la base aérea de Toluca”.
Otro porcentaje casi del 30% voto por “Continuar con la construcción del nuevo aeropuerto en Texcoco y dejar de usar el actual aeropuerto internacional de la Ciudad de México”. Este ejercicio se caracterizó por su falta de preparación e improvisación.
La consulta del próximo domingo 10 de abril se ha divulgado y promovido mucho más que otras consultas. Obviamente, nada comparado con las elecciones intermedias de 2021 en que hubo un 53% de participación. En esa elección se disputo el Congreso Federal, 15 gubernaturas y 2 mil presidencias municipales.
No es similar a lo que tendremos el próximo domingo.
Sólo hay un elemento impredecible para estimar la participación: la capacidad de movilización de Morena. Es probable que el clientelismo pueda mover algunos puntos al alza, pero difícilmente podrá llegar al 40% que se requiere para hacer el resultado de la consulta vinculante.
Más allá de cualquier otro número, el tema a observar será la participación. Dados los elementos de publicidad y movilización todo parece indicar que el número podría estar entre el 15% y el 20% del electorado.
Lo sabremos la noche del domingo.
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El Conalep, un caso de estudio
Hace días, la Policía Cibernética del estado de San Luis Potosí emprendió una investigación curiosa, a petición de las autoridades de un plantel del Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica (Conalep), ya que en un laboratorio escolar, había una mina de criptomonedas.
El “dinero” en el ciberespacio, al que se le llama criptomoneda, puede confeccionarse en un camino paralelo al legal, siendo este último el que cualquier persona puede acceder. La vía secundaria consiste en un trabajo para el que se contrata a quien tenga las capacidades técnicas y el tiempo para una cuestión claramente operativa, conocida como minado.
En forma sencilla, a cambio de trabajar en la solución de un problema de minado, se le paga a los involucrados con criptomonedas.
En el caso del Conalep potosino, hay dos posibilidades, algún funcionario del propio Colegio se aventuró a la minería de datos o, en todo caso, se asoció con algunos alumnos y profesores para emplear los recursos del plantel, en el más absoluto silencio.
El encargado de ese proceso puso a trabajar a varias computadoras, cargadas previamente con un paquete informático que no cualquiera puede conseguir. Y se conectaron a otros mineros en distintas partes de México o el mundo.
La actividad era sumamente lucrativa y, además, sin invertir un centavo, dado que todo lo ponía sin saber, el Colegio. Hasta el recibo de luz, considerando el gasto energético implicado en la tarea, que incluyó a varias computadoras y otros tantos servidores.
Es un hecho que los mineros del Conalep no imaginaban lo que ocurriría, ya que dejaron huellas de su trabajo en las computadoras, por lo que todo apunta a una delación, de un socio resentido o de alguien que no participó en el negocio.
¿Eran criptomonedas liberales o conservadoras? Es pregunta técnica.
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