Golpiza a sacerdote de Cuautlancingo dejó sin misas a los creyentes

Puebla, Pue. Luego de que este domingo un grupo de personas en aparente estado de ebriedad irrumpieran en el templo de San Juan Cuautlancingo, y golpearán al presbítero por querer sacar a El Santísimo de la iglesia, a los que ellos llamaron un “sacrilegio” las actividades religiosas se vieron suspendidas, hasta nuevo aviso.

Esto después de que este domingo, fieles católicos de este municipio, se molestaron por la remodelación que propuso el cura, pero implica que saquen del templo principal a El Santísimo, lo que a su parecer es un sacrilegio.

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Por lo que un grupo de unas 40 personas irrumpieron en la misa y le pegaron al cura, quien finalmente fue rescatado por elementos de la Policía Municipal.

A través de un breve comunicado por parte de la parroquia de este lugar se dijo que se suspendían las actividades tanto de oficina, como religiosas ya que se encuentra tomado el edificio por parte de los fiscales, por lo que impiden el acceso a sacerdotes y/o alguna otra persona al recinto.

Habrá denuncias

Más tarde la Arquidiócesis de Puebla confirmó que las actividades de dicha iglesia se encuentran suspendidas y que  habrá una mesa de diálogo con el Comité Pro Construcción, el cual rendirá cuentas de manera continua, oportuna y transparente sobre los ingresos y egresos de dicha obra.

Destacó que el proyecto se dedicará a la adoración perpetua del Santísimo Sacramento y estará por consiguiente, abierta las 24 horas del día.

Aclaró que con esta nueva capilla, de ningún modo implica que se vaya a quitar o retirar el Santísimo Sacramento del templo parroquial sino que ahora se contará con un lugar adicional para su adoración.

Cabe mencionar que el proyecto cuenta con la autorización del INAH, del Arzobispado de Puebla y también de la comunidad en general, grupos parroquiales y equipos litúrgicos.

En la misiva se informa que el párroco Mario Pérez Pérez presentará la denuncia correspondiente ante la Fiscalía del Estado, por los delitos de allanamiento en propiedad federal; agresiones y golpes a feligreses presentes para la misa y miembros del equipo litúrgico (en su mayoría integrado por personas de la tercera edad); y allanamiento de morada, ya que ingresaron por la fuerza a la casa del párroco; así como por los delitos que puedan resultar de estos actos.

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