Ni institucional, ni revolucionario
El partido que tuvo como fundamento la no reelección, lo que ahora ignora para beneficiar a sus dirigentes, dejó de ser revolucionario.
Ese es el PRI de hoy.
Los ex presidentes partidistas Dulce Sauri, Pedro Joaquín Coldwell y Manlio Fabio Beltrones fueron ignorados por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación que aprobó la modificación de estatutos priistas y, con ello, la reelección hasta por tres periodos de Alejandro Moreno como presidente.
El domingo pasado el senador sonorense Beltrones se deslinda, sin renunciar a su militancia. En su mensaje a sus compañeros de partido les comenta:
“Avalado por una torcida interpretación de la legalidad, hoy el PRI queda a la deriva y carece de futuro y de congruencia ya que, con esa resolución dividida, lo deja en la tentación del secuestro y queda expuesta a un mayor deterioro por el manejo exclusivo de una sola persona y de sus intereses personalísimos.
“Debido a ello, he tomado la decisión de separarme de los trabajos y deslindarme de las acciones de la dirigencia del Partido, de vocación reeleccionista que ha dejado de ser la de los ideales de democracia y justicia; inclusión y renovación. Esa actitud le hará más daño al PRI. Me gustaría estar equivocado y por eso, les deseo suerte. Al tiempo”.
Explicó que “la decisión que recientemente tomaron 3 de los 5 magistrados del Tribunal Electoral para revertir la resolución del INE (7vs4) que desconocía la reelección de la dirigencia y los documentos básicos del PRI, aprobados en junio de este año, es contraria al sentido común y a lo que con claridad señala la Ley General de Partidos Políticos, afectando gravemente al PRI y a su militancia”.
Pero Beltrones no es el único que marca distancia, con frustración Dulce María Sauri Riancho decidió encerrarse en una cueva, "hibernar" y esperar hasta encontrar la luz después de que el Tribunal Electoral ratificara la reelección de 'Alito' Moreno al frente del PRI.
"Perdí la batalla, entró a una noche oscura e hibernaré hasta encontrar la luz", comentó. Ex presidenta priista, Sauri Riancho impugnó junto con los ex dirigentes Enrique Ochoa Reza y Pedro Joaquín Coldwell la reelección del Moreno. Por lo pronto, reconoció que puede ser obligada a salir de la cueva si el PRI de 'Alito' la expulsa.
"Y si me sacan de la cueva y me expulsan del PRI, bueno, ya será otra historia, pero hoy dimos la batalla y tengo la satisfacción de haberla dado sin descalificaciones, sin improperios, nada: simplemente, tratando siempre de defender al partido con la legalidad, tanto la legalidad electoral como la legalidad interna. El resultado fue negativo, ya terminó, ya hay una decisión jurídica y yo, a hibernar", repuso.
En este escenario, el PRI está lejos de contribuir a construir una nueva oposición partidista que requiere el país. Perdió credibilidad y autoridad moral, que son indispensables para ser una opción legítima de poder.
Enrique Ochoa Reza y Pedro Joaquín Coldwell, ex presidentes priistas, advirtieron que su partido se encamina hacia la pérdida de su registro como consecuencia del fallo a favor de la reelección de Alejandro Moreno como líder del partido, que otorgó el Tribunal Electoral.
"Tristemente pienso que los problemas que tenía el PRI no se resuelven con la salida de Alejandro Moreno, pero si además de esos problemas de fondo le agregas la permanencia al infinito de Alejandro Moreno en la dirigencia, pues el PRI corre el gran riesgo de perder el registro en la próxima elección federal", advirtió Ochoa Reza.
Pedro Joaquín Coldwell también alertó de la descomposición del tricolor: "Es una resolución que va a acelerar el deterioro del PRI. Lamentablemente, tres magistrados decidieron avalar un cacicazgo hacia el interior del partido. Fue lamentable ver no sólo en este juicio, sino en los otros que promovimos, la abierta parcialidad de tres magistrados con la dirigencia nacional del PRI, llegando al grado de avalar las tres reelecciones consecutivas que incluyó en los estatutos y que se las aplicó a sí mismo".
El ex dirigente estimó que la resolución "va a acelerar la descomposición del partido porque se va a seguir fomentando la centralización del PRI en una persona. Las exclusiones que se han señalado, el amiguismo, la opacidad en la toma de decisiones, todo esto pone al PRI en un riesgo muy grande de involucionar ".
La reelección hasta por tres periodos en la presidencia de un dirigente partidista no será nunca ni revolucionario, ni institucional, quizá seremos testigos de la desaparición del que algún día fue calificado como partido “invencible”. Nada es para siempre.
De las anécdotas que se cuentan
En una reciente reunión en el interior del estado para presentar las propuestas del gobernador electo, Alejandro Armenta, un viejo priista fue invitado.
Para su sorpresa el auditorio estaba lleno, pero no de morenistas sino de sus viejos “compañeros de sector y de partido”.
Sí, casi todos los asistentes militaron o militan en el PRI, pero estaban aplaudiendo las propuestas de un integrante de Morena.
Toc, toc, ¿aún quedan priistas en la 5 poniente?
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*ARD