Mujeres que desaparecen
Consultando las bases de datos que ofrece la Fiscalía General del Estado de Puebla respecto al delito de desaparición de personas, se observa que, en enero de 2022, se apuntaron 118 incidentes; en febrero, 115; en marzo, 114 y en abril, 136, lo que da un total de 483 en el cuatrimestre mencionado.
Revisando el mismo periodo, pero de 2020, se establecen 142 personas desaparecidas en enero; 138 en febrero, 132 en marzo y 113 en abril, dando un total de 525. Esto quiere decir que, en 2022, hubo un 8 por ciento de disminución respecto a 2020.
Es importante el dato de 2020 porque Puebla, al igual que el resto del país, estaba sumido en la espiral de la pandemia. El 10 de marzo de 2020 se dio el primer caso en el estado y 20 días después, había 77 casos confirmados y el 31 de ese mes, la primera defunción.
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Exactamente doce meses después del primer caso, había 74 mil 301 contagiados y 9 mil 922 defunciones. Y el primer periodo de confinamiento se dio entre el 23 de marzo y el 7 de agosto, lo que evidentemente cubre parte del primer cuatrimestre analizado.
Así, si se considera que en esos meses de plena pandemia se dieron 525 desapariciones y ahora, en el mismo periodo se registró una cifra menor en un ocho por ciento, significa que la disminución de las desapariciones es marginal.
Es decir, que, si en un periodo en donde había innumerables personas guardadas en sus casas, con un deslizamiento casi vertical en las actividades productivas y con la obvia disminución del uso de transporte público, hubo desapariciones, no es extraño que se den en un lapso en el que la gente ha hecho suya a la calle, de nueva cuenta.
La lógica se da en el caso de la ciudad de Puebla. Entre enero 1 y abril 30 de 2020, la ciudad de Puebla registró 291 casos en la Fiscalía, por desapariciones; es decir, el 55.43 por ciento del total de la entidad en ese periodo.
En el mismo lapso, pero de 2022, Puebla se apuntó en los registros de la Fiscalía, un total de 235 desapariciones, el 48.65 por ciento de toda la entidad.
La variación entre ambos años es del 6.78, una cifra claramente marginal que concuerda con la disminución del 8 por ciento en desapariciones totales.
Todo lo anterior cabe para señalar que las desapariciones se mantienen, no han bajado. Probablemente, los medios han incrementado su cobertura sobre el tema, pero, numéricamente se demuestra que este delito se mantiene igual de alto, a razón de unas cuatro desapariciones al día, al menos.
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El criminólogo Mauricio Saldaña explica sobre lo que puede estar ocurriendo en la entidad sobre este tema, señala que no hay una sola razón por la que todas las personas desaparecen, sino por la combinación de al menos, cinco factores:
1.-Algunas personas desaparecen por tener problemas en casa que se salen de control, por lo que optan por poner tierra de por medio y alejarse de aquello que les agrede. Entre las mujeres, este motivo incluye violencia intrafamiliar, que se exacerbó justamente en los periodos de confinamiento.
2.-Hay organizaciones criminales de alto impacto que levantan mujeres para incluirlas en distintos circuitos de trata en otras partes del país. En un parpadeo, una persona levantada en Puebla puede llegar a Chiapas o algún lugar en el norte, forzándola a la prostitución, sin recibir un centavo por ello.
3.-Algunas desapariciones son en realidad, ejecuciones. Y no se sabe de estas personas hasta que finalmente es localizado su cadáver, sin omitir que algunas terminarán en fosas clandestinas.
4.-En pocas ocasiones, pero también se da el caso del novio que convence a la mujer para que huyan e intenten iniciar una nueva vida en otro lugar. Poco, pero sucede.
5.-Y hay una quinta variable a considerar: algunos personajes del mundo delictivo y con claros intereses en la política, desde prisión, establecieron el que sus asociados en libertad, levanten personas y después las dejen en libertad.
Más aún, se da el caso en que la persona elegida no va a ser realmente levantada, sino que quedará en intento, con el propósito de instaurar terror en ciertas zonas de la entidad, a efecto de producir inestabilidad en municipios específicos.
En ese sentido, habrá que considerar que todas las regiones del estado de Puebla están padeciendo estos problemas, pero como es de costumbre, la capital es la que está experimentando con mayor virulencia este flagelo.
Ahí están los datos. Tomar cartas en el asunto es el siguiente paso, porque el problema no solo es de percepción, sino de una realidad que nos ha alcanzado como sociedad y que evidentemente, no responde a una sola explicación, sino al menos, a cinco.
De las anécdotas que se cuentan
El Partido de la Revolución Democrática (PRD) está experimentando un terremoto de tal magnitud que, algunos analistas ya se aventuran a pronosticar su desaparición en el mediano plazo, dependiendo de los vaivenes políticos de 2024.
Ahí está el resultado de las elecciones del pasado 6 de junio, en donde el partido del Sol Azteca perdió su registro local en 15 entidades federativas: Baja California, Campeche, Chiapas, Chihuahua, Coahuila, Colima, Durango, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Nuevo León, Querétaro, San Luis Potosí, Sinaloa y Tamaulipas.
Lo anterior se inscribe en que el partido que por el momento es parte de una extraña coalición con el PRI y el PAN, no pudo hacerse de al menos, el 3 por ciento de los votos totales de una elección, mínimo para preservar su registro.
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Las cifras de los sufragios obtenidos hablan por sí solas (expresadas en porcentaje de la votación respectiva): Baja California: 1.71, Campeche: 1.51, Chiapas: 2.22, Chihuahua: 1.42, Coahuila: 1.25, Colima: 1.34, Durango: 2.25, Guanajuato: 2.5, Jalisco: 1.01, Morelos: 2.76, Nuevo León: 0.91, Querétaro: 1.6, San Luis Potosí: 2.91, Sinaloa: 2.15 y, Tamaulipas: 1.12.
El partido se enfrenta a una pesadilla política: de forma inédita, el Senado de la República determinó formar la Comisión Permanente sin los senadores del partido, quienes han cedido sin poder hacer gran cosa, margen de movimiento al Grupo Parlamentario Plural (GPP).
El motivo es sencillo, la representación del PRD en el Senado es anecdótica: cuenta con tres legisladores (Miguel Ángel Mancera, Juan Manuel Fócil y Antonio García), cifra que contrasta con el GPP, que tiene cinco.
Y falta más, en las elecciones de 2021, el perredismo apenas obtuvo 14 diputaciones federales.
Lo que viene es el futuro incierto de un partido sin el que no podría explicarse la izquierda contemporánea de México. Se trata de un tema esencial en la democracia de México.
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