Una boda que radicalizó a la 4T
Un tema de carácter privado, la fiesta de una pareja que decidió casarse fuera de México para evitar comentarios nocivos, propició un escándalo, así calificado por el propio presidente Andrés Manuel López Obrador, quien no soportó la presión y despidió a uno de sus hombres de confianza, uno de los funcionarios con mejores resultados en la primera mitad de su gestión.
El precio de la renuncia del director de la Unidad de Inteligencia Financiera es muy alto, tanto como el que se resistió a pagar el propio inquilino de Palacio Nacional, si lo mantenía en el puesto.
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Con base en las crónicas que trascendieron, una de las versiones más completas es la que publicó el diario español El País en el que se dan detalles sin juzgar ni a los ahora esposos ni a sus invitados, sólo registrando los hechos que propiciaron, quiéralo o no el presidente, una crisis política.
“El champán se descorchó hasta bien entrada la mañana del sábado en la ciudad de Antigua, Guatemala, para festejar la unión nupcial entre Santiago Nieto y Carla Humphrey. El primero, director de la Unidad de Inteligencia Financiera y funcionario estrella de este sexenio; la segunda, consejera del Instituto Nacional Electoral mexicano.
“Desde el viernes por la noche, un cóctel en el Hotel Santo Domingo dio la bienvenida a los 300 invitados a la ceremonia religiosa y civil entre ambos funcionarios, que se prolongó hasta la madrugada del sábado, según recoge el diario mexicano Reforma. Fue una celebración a todo lujo: copas de Möet Chandon y licores al gusto, tártara de atún y carpaccio de aguacate y para finalizar, macarroni de chilacayote.
“Uno de los momentos centrales fue cuando la pareja abrió la pista de baile a ritmo de I don’t want to miss a thing, de la banda estadounidense Aerosmith, para después dar paso a suaves, pero no menos movidas baladas de rock y pop de los ochenta y de los noventa. La fiesta terminó pasadas las cinco de la mañana, siendo uno de los principales temas de conversación la salida de la secretaria de Turismo de la Ciudad de México, que acababa de aterrizar en Guatemala en un avión privado.
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“Los invitados fueron distinguidos personajes de la política mexicana de todos los partidos políticos: Layda Sansores, gobernadora de Campeche, los legisladores Sergio Gutiérrez Luna, de Morena, Javier López Casarín, del Partido Verde, Carolina Viggiano del PRI y Diana Karina Barreras, del PT. También la ministra del Supremo Yasmín Esquivel, la expresidenta del Tribunal Electoral María del Carmen Alanís y su esposo Emilio Rabasa. Otros que atendieron la invitación fueron los exgobernadores Quirino Ordaz, de Sinaloa, y Francisco Domínguez, de Querétaro, así como la senadora del PAN Josefina Vázquez Mota.
“El presidente, Andrés Manuel López Obrador, calificó como un “asunto escandaloso” el hallazgo de 35.000 dólares en efectivo no declarados en el avión en el que viajaba el viernes la secretaria de Turismo de Ciudad de México, Paola Félix. “Según leí, el dinero que decomisaron o que llevó a abrir una investigación en Guatemala era un dinero que llevaba el director de El Universal, Juan Francisco Ealy Ortiz”, precisó.
Hay documentos oficiales que dejaron en claro que el dinero salió legalmente y fue reportado a Hacienda en México, lo trascedente es que López Obrador pierde a una de sus piezas importantes en la lucha contra la corrupción, como el siempre fiel a su causa Santiago Nieto, y los primeros golpes pegan en la línea de flotación de las aspiraciones de la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, quien también despidió a su secretaria de Turismo.
¿Quién más sigue? Esta crisis no ha terminado.
De las anécdotas que se cuentan
Murió el 4 de noviembre, Mario Lavista, uno de los pesos pesados de la música en México.
De 78 años, tuvo una hija con la cineasta Rosa Marta Fernández, Claudia, quien nació en París y que se sentía con la vocación para seguir los pasos de su madre, pero estudió cello y luego, terminó en la danza.
Mario Lavista siempre tuvo un espíritu ensimismado en probar cosas nuevas, lo que se demuestra con su producción musical que lo mismo incluye la dirección de un catálogo interminable de piezas clásicas que la experimentación con instrumentos alternativos.
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Nacido en 1943, Lavista se hizo mundialmente conocido por su ópera “Aura” y además de ser integrante del Conservatorio Nacional de Música, fue director de la revista Pauta. Sin embargo, algunos lo recuerdan por sus escritos en una revista legendaria, “La Plaza”, una publicación sobre la vida en Coyoacán.
“La Plaza” fue una revista para iniciados en la que todos, lectores y autores, se daban cita para conversar sobre esa extraordinaria demarcación en la Ciudad de México.
Lo mismo se vio desfilar en esas páginas a Alejandro Aura que a Paulina Lavista, Ruy Pérez Tamayo o a Amílcar Leis Márquez.
Lavista fue alumno de composición con Carlos Chávez y Héctor Quintanar, y atendió algunos cursos sobre análisis musical con Rodolfo Halffter en el Conservatorio Nacional de Música. En 1987 fue becario Guggenheim y justamente de ahí nació su ópera Aura, inspirada en una obra de Carlos Fuentes.
En 1991 recibió el Premio Nacional de Ciencias y Artes y la medalla Mozart.
Finalmente, ingresó a El Colegio Nacional el 14 de octubre de 1998 y su discurso de ingreso fue “El lenguaje del músico”, que fue contestado por el filósofo Alejandro Rossi; la respuesta de este personaje fue entendida siempre como la aprobación del grupo de Octavio Paz para que Lavista ingresara al Colegio.
Que descanse en paz.
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*ARD
