De acuerdo con las estadísticas de divorcio del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en 2020 la negativa a contribuir al sostén del hogar fue una de las causas de separación entre mexicanos. Hablar de finanzas en pareja es un tema delicado.
Asimismo, un estudio de Ramsey Solutions indica que los problemas financieros son la segunda causa más común de disolución de un matrimonio.
Aguas con el dinero
A un día de celebrar San Valentín, si ya estás casado (a), o piensas iniciar una vida en pareja, reflexiona sobre la importancia de fortalecer tu relación y evitar que el dinero sea uno de los puntos en conflicto.
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El mismo sondeo de Ramsey menciona que dos de cada tres matrimonios empiezan con deudas, lo que trae consigo una gran cantidad de discusiones; en las parejas, al menos una parte, admite ocultar gastos y compras a su otra mitad.
Aunque los temas de dinero significan algo distinto para cada persona, ambas partes deben estar de acuerdo con las decisiones financieras que tomen, respetarlas y, si no están funcionando, replantearlas.
Aquí unas recomendaciones de expertos en finanzas personales para evitar que cuando los gastos entren por la puerta, el amor salga por la ventana.
La Comisión Nacional para la Protección y la Defensa de los Usuarios de los Servicios Financieros (Condusef) señala que, para determinar la aportación de cada uno al hogar, una buena idea es hacer un presupuesto bajo el modelo “lo tuyo, lo mío y lo nuestro”, con el fin de mantener independencia económica sin dejar de lado la responsabilidad de los gastos comunes e individuales.
Sin embargo, es necesario adquirir ciertas estrategias. Liliana Olivares, directora ejecutiva de Adulting, compañía especializada en asesoría financiera para millennials y centennials, propone impulsar la comunicación y honestidad sobre el manejo de las finanzas en pareja.
Sugiere que cada uno de los integrantes desarrolle, de manera personal, la relación que tienen con el dinero, y que se pregunten: “¿Les importa igual? ¿Cómo ven el dinero? ¿Es algo que define en gran medida su valor como persona?”.
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Otra de las sugerencias que realiza la Condusef es la de conformar un presupuesto con la recopilación de comprobantes de ingresos y egresos, es decir, reunir los recibos de servicios, estados de cuenta, tickets de compra y registrar las cantidades que gasta cada uno.
Adulting también recomienda considerar los ingresos de cada persona, una vez realizado, dividir en porcentajes las aportaciones para los diversos gastos, pues quizá “uno gana el doble o el triple que el otro, de modo que para uno mil pesos pueden ser muchísimo y para el otro nada”.
Una vez que cuenten con una idea de sus ingresos y egresos, es momento de decidir qué pagará cada quien.
Mejor ahorren
La Comisión Nacional para la Protección y la Defensa de los Usuarios de los Servicios Financieros pide considerar objetivos financieros a corto, mediano y largo plazos, individuales y en pareja, como ahorrar, viajar, estudiar, comprar una casa, la llegada de hijos o las necesidades de los mismos, en caso de ya tenerlos.
Adulting indica que “la administración debe ser en conjunto, pero separada, es decir, debe haber dos presupuestos, uno para cada mitad, y el monto que cada uno le toque aportar para los sueños y gastos en conjunto”.
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Una de las prácticas financieras que marca una buena relación en pareja es el ahorro.
Aquí, las dos personas deben fijar una cantidad periódica que puedan cumplir.
Lo preferible es que ambos conozcan esa cantidad y la dividan como mejor les convenga; a la larga les traerá beneficios, como poder contar con un patrimonio para adquirir algún automóvil, vivienda o simplemente tener un fondo de emergencias.
Establecer en pareja los objetivos financieros les dará una visión del estilo de vida que deseen llevar.
Lo fundamental es hablar de dinero desde el primer momento y que, además, sea un tema dentro de las decisiones en familia, para que al fortalecer su relación asuman un compromiso mutuo y hagan crecer sus finanzas.
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