El carcinoma hepatocelular (HCC), la forma más común de cáncer de hígado, es una de las enfermedades oncológicas más agresivas y cuya prevalencia ha ido en aumento en las últimas décadas. Además de los factores genéticos y las infecciones por hepatitis, los hábitos alimenticios han surgido como un factor clave en la prevención o el incremento del riesgo de desarrollar esta enfermedad.
Alimentos que incrementan el riesgo
De acuerdo con el portal de salud Medical News Today, la carne procesada ha sido clasificada como un carcinógeno del Grupo 1 por la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC). Esto implica que existe suficiente evidencia científica para afirmar que el consumo de este tipo de alimentos puede causar cáncer en los seres humanos, incluyendo el de hígado.
Entre los productos de carne procesada se encuentran salchichas, embutidos, tocino, y carnes curadas o ahumadas. Estos alimentos contienen compuestos químicos como nitratos y nitritos, usados para su conservación, los cuales pueden transformarse en sustancias cancerígenas durante el metabolismo en el cuerpo.
Además, la carne procesada es rica en grasas saturadas y proteínas animales, lo que puede contribuir al desarrollo de enfermedades metabólicas como la obesidad y la diabetes tipo 2, condiciones que están estrechamente vinculadas al deterioro de la función hepática y al riesgo de desarrollar cáncer de hígado.
Carne roja y su impacto en la salud hepática
El consumo excesivo de carne roja también se ha relacionado con un mayor riesgo de carcinoma hepatocelular, especialmente en personas con antecedentes de enfermedades hepáticas.
Este tipo de carne contiene grasas saturadas y hierro hemo, un compuesto que en cantidades elevadas puede resultar tóxico para las células del hígado. Este exceso de hierro genera estrés oxidativo, un proceso que causa inflamación y daño celular, y que puede desencadenar en la formación de cáncer.
Prevención y conciencia
La salud hepática depende en gran medida de una dieta equilibrada y consciente. Reducir el consumo de carnes procesadas y moderar la ingesta de carne roja son medidas fundamentales para minimizar el riesgo de enfermedades hepáticas y de cáncer. Optar por alimentos frescos, ricos en fibra y antioxidantes, así como mantener un estilo de vida activo, puede marcar la diferencia en la prevención de estas afecciones.
Con información de El Tiempo
*ARD