Izúcar, Pue. El mundo del jaripeo se encuentra de luto tras la sorpresiva partida de Rigoberto Rodríguez, mejor conocido como “El Charro Enamorado de Puebla”. La tarde de este martes 14 de enero, se confirmó el fallecimiento del reconocido jinete originario de La Paz Tlaxcolpan, municipio de Puebla, a causa de un infarto fulminante, mientras recibía atención médica en el hospital general de Izúcar de Matamoros.
La noticia fue inicialmente acompañada de rumores que sugerían que Rodríguez había sido víctima de un ataque armado. Sin embargo, familiares y amigos cercanos desmintieron rápidamente esa versión, confirmando que su deceso fue por razones naturales y no por violencia.
Rigoberto Rodríguez, figura central en el mundo del jaripeo, había ganado reconocimiento tanto en México como en Estados Unidos por su habilidad para montar toros y caballos. Conocido por su destreza y carisma, su apodo, "El Charro Enamorado de Puebla", reflejaba su profundo amor por la cultura charra y su tierra natal. Durante su carrera, Rodríguez se convirtió en un referente para muchos, especialmente dentro de la comunidad jaripeyera.
Su legado trasciende fronteras, pues a lo largo de los años se ganó el cariño de miles de seguidores, no solo en México, sino también en el país vecino, donde era admirado por su entrega y pasión por el rodeo. A lo largo de su vida, Rigoberto fue conocido no solo por su habilidad en los ruedos, sino también por su carácter humilde y su dedicación al arte del jaripeo.
El trágico suceso ocurrió cuando Rodríguez se encontraba en compañía de otros montadores de toros en la madrugada del martes, cuando se sintió mal y fue trasladado de inmediato al hospital de Izúcar de Matamoros. A pesar de los esfuerzos médicos, no pudieron salvar su vida.
La comunidad jaripeyera se ha mostrado profundamente conmovida por su fallecimiento, y amigos y colegas de la profesión han expresado su pesar a través de las redes sociales, recordando a Rodríguez como un gran profesional y amigo.
A través de las plataformas sociales, muchos han compartido fotografías, anécdotas y palabras de agradecimiento hacia el jinete, quien, a lo largo de su carrera, dejó una huella imborrable. En especial, la agrupación "Reparos Costeños", con la cual trabajó en diversas ocasiones, expresó su pesar por la pérdida de este ícono del jaripeo.
*ARD