En menos de una semana, el panista Eduardo Rivera ha enfrentado dos fracasos: primero perder la presidencia estatal de su partido y segundo, que las sumas y restas en la Tesorería de la capital confirman que heredó un hoyo financiero azul a su sucesor.
Después de una explicación detallada del tesorero del municipio de Puebla, Héctor Romay, hubo una respuesta de Rivera y su sucesor Adán Domínguez, donde niegan el quebranto, pero reconocen que tienen pendientes alrededor de 300 observaciones.
No fueron lejos por la respuesta, el mismo miércoles, el presidente municipal de la capital, José Chedraui Budib, precisó que el gobierno panista ejerció recursos que no le correspondían, por lo que deben 547 millones de pesos al Ayuntamiento de Puebla.
El equipo de la gestión del panista negó públicamente que exista un hoyo financiero, como lo explicó el tesorero.
El presidente Chedraui no espero y mencionó que la pasada administración le puede llamar como le quiera llamar, pero el caso es que todavía deben recursos que gastaron y no les correspondían.
La administración panista ejerció un gasto irregular al comprometer recursos que no eran de su ejercicio, pues hicieron contratos el mismo 14 de octubre, justo cuando acababa su trienio.
Pepe Chedraui insistió que será la autoridad competente quien determine las observaciones ante el faltante de recursos públicos en las arcas municipales.
“Deben 547 millones de pesos, que le pongan el nombre que quieran, pues son 547 millones de pesos que quedaron a deber, pues ocuparon fondos que no les tocaban”, comentó para que quede claro.
El 18 de diciembre el equipo de transición del gobierno de Adán Domínguez rechazó haber gastado dinero que no les correspondía, con el argumento de que todo el gasto de este año está justificado en la Ley de Ingreso y Proyecto de Egresos 2024.
Intentaron explicar que el gasto que heredaron no tiene nada que ver con algo ilegal, por lo que se va a explicar en su debido tiempo todas las observaciones hechas por la actual administración.
Hay tres conceptos que generaron la falta de recursos, el primero es una ausencia de dinero en bancos por un monto de 333.9 millones de pesos, dejando compromisos de pago, sin tener el respaldo, para que se pudiera cubrir.
El segundo, tiene que ver con contratos, sin haber cubierto los pagos correspondientes por 117 millones de pesos, y el tercero, que equivale a 96 millones de pesos, son rubros prioritarios que no estaban presupuestados.
El hoyo azul está ahí, expuesto públicamente en una semana trágica para Rivera Pérez.
De las anécdotas que se cuentan
El miércoles pasado en Palacio Nacional se dio a conocer que en Puebla fue detectada una red de funcionarios del Instituto Nacional del Fondo de Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) que vendieron 35 casas en 278 ocasiones.
Ante la presidenta, Claudia Sheinbaum -que ordenó ayer jueves que se presenten denuncias contra los responsables-, el director del Infonavit, Octavio Romero, señaló que estos casos ocurrieron entre 2014 y 2022. Denunció una red de notarios, despachos de evaluación, peritos valuadores, controladores y trabajadores del Infonavit.
Su manera de estafar a los trabajadores consistía en un mecanismo con el cual se les cobraba el 40 por ciento de sus ahorros para vivienda.
Este modus operandi se detectó en 21 estados y aún quedan pendientes 11 por revisar.
Tan sólo en los primeros se detectaron 12 mil créditos en mil 400 viviendas y el monto asciende a mil 200 millones de pesos.
Octavio Romero insistió que esta revisión continúa en las entidades ya analizadas y en las 11 pendientes, por lo que el número de casos puede aumentar.
Todo para mostrar la corrupción en el Infonavit y avalar la reforma que viene, en la que el gobierno federal será quien administre los recursos y con su propia constructora edifique las casas.
A los empresarios y a los sindicatos les tomarán sus opiniones, pero la decisión está tomada, se modificará la ley del Infonavit, para eso son mayoría calificada.
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*ARD