No habrá alza al transporte

Del Reportero

La decisión política está tomada: no hay aumento al pasaje del transporte público en Puebla

Antes de la reunión de ayer de funcionarios y transportistas en Casa Aguayo, estaba claro que la respuesta a la demanda era no, por la gestión que termina y seguramente avalada por la próxima, en este año no hay incremento y menos a 19 pesos el pasaje como demandan los permisionarios.

Terminó el gobierno, el diálogo, y esta administración no consideró el incremento del pasaje en los siguientes días. Si se llega a acordar un alza será en la gestión que empieza a partir del 14 de diciembre.

La radicalización de los transportistas empezó en septiembre cuando exigieron un incremento a la tarifa de 19 pesos por pasajero; lo cual es inviable para esta y para la siguiente gestión.

Delfino Reyes Bocardo, representante de los transportistas, señaló tras la reunión de ayer que las autoridades les comunicaron que no existe ninguna posibilidad de aumentar el costo del pasaje.

Reyes Bocardo no descartó acciones de protesta de los transportistas por la negativa y responsabilizó a la administración estatal de lo que suceda y pueden empezar con paros.

Aceptó que ahora deben esperar la respuesta del gobernador electo, Alejandro Armenta. "No hay nada, así literal, que se nos dijo desde hace dos años que no iba a haber nueva tarifa, sin más ni menos, y que ya decidieron lo que hay. Sencillamente, no hay nada", lamentó.

Reclamaron que no se les presentó ningún diagnóstico sobre la operación del transporte público, limitándose a informar que no habrá ajustes en las tarifas. Culpan al gobierno de la mala calidad del servicio de transporte, porque al no conceder el aumento se mantendrán los problemas actuales.

La decisión es política y los gobernadores poblanos no se dejaron presionar por las amenazas de los permisionarios del transporte público.

 

El informe de Rhodium Group

Ahora que el futuro presidente de Estados Unidos, Donald Trump, amenazó a México, Canadá y China con elevar aranceles el mismo día de su toma de protesta, el 20 de enero, y que la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, le envió una carta exigiendo respeto y diálogo porque cualquier acción unilateral afectará la economía de los dos países, vale la pena conocer los siguientes datos. 

El 10 de octubre de 2024, un informe redactado por los expertos Armand Meyer, Danielle Goh y Thilo Hanemann, demuestran una cara radicalmente distinta de las inversiones chinas en México, mientras la secretaría de Economía mexicana señaló en 2023 que apenas había un mil 200 millones de dólares en inversiones “stock”, esta consultora identificó casi 13 mil millones de dólares.

No solo la cifra es radicalmente mayor respecto a la que dice el gobierno mexicano, sino que representa una clara idea del volumen que desde China están empujando hacia nuestro país, generando las bases para una ríspida negociación en el marco del TMEC.

La hipótesis de que México ha ido incrementando su papel como puerta trasera china al mercado estadounidense, tiene notable fundamento. 

La consultora señala que desde 2021, se han registrado repuntes tanto en el número de transacciones como en su valor, alcanzando 42 transacciones, por un valor total de 3 mil 770 millones de dólares en 2023.

La firma señala que el sector automotriz ha sido el principal impulsor de la inversión. En 2023, las empresas chinas anunciaron inversiones en el sector automotriz por 2 mil 720 millones de dólares, lo que representa el 72% de la inversión china en el país ese año. Esta tendencia continuó en la primera mitad de 2024, y las inversiones en dicho sector representaron tres cuartas partes del total.

Las alarmas saltaron con Ganfeng Lithium, que completó la adquisición del proyecto de minería de litio de Sonora por 391 millones de dólares en 2021 y China Power compró el desarrollador de proyectos de energía renovable Zuma Energía; con todo, los planes de Ganfeng para desarrollar su proyecto de litio se han detenido tras la cancelación de su concesión minera.

La consultora neoyorquina alerta entonces que las inversiones chinas en materia de litio pueden ser otro frente de animadversión entre México y Estados Unidos, si se considera que son un material esencial para un sinnúmero de productos que podrían llegar a la Unión Americana teniendo a nuestro país como puente.

La advertencia ahí queda, particularmente para las huestes de Marcelo Ebrard, teniendo como marco su minúsculo presupuesto autorizado para 2025 en materia de promoción de inversión extranjera.

fcrisanto00@yahoo.com.mx

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Facebook: Fernando Crisanto

*ARD

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