En los tiempos políticos que corren en Puebla, los escenarios de los partidos son diametralmente opuestos.
Acción Nacional decidió que su Consejo Estatal elija a su próximo líder, será 109 consejeros, y no los 21 mil militantes, quienes decidan, mientras Morena ya se propuso y trabaja para que antes de 2027 consiga el medio millón de militantes poblanos, que le garanticen el carro completo en 2027.
El mayor partido de la oposición decidió que fuera su cúpula,la responsable de designar a su futuro presidente y al comité estatal. La disputa electoral se definirá en familia con dos candidatos: Mario Riestra y Felipe Velázquez.
El ex candidato a presidente municipal de la ciudad de Puebla suma a los opositores a Eduardo Rivera y su equipo, el actual grupo dominante del partido estatal, para establecer una política opositora contra los gobiernos de Alejandro Armenta y José Chedraui.
En tanto, el ex presidente municipal de Atlixco y ex secretario en el gobierno panista de Puebla tiene la encomienda de mantener la hegemonía partidista para garantizar la designación de candidatos en 2027, en especial las posiciones plurinominales en ayuntamientos y Congresos, como sucedió en el pasado reciente.
La disputa blanquiazul está cerrada y la diferencia puede ser no mayor a 20 consejeros, para que el 15 de diciembre se designe al nuevo Comité estatal con un hombre presidente y una mujer secretaria general.
Nada garantiza que ambas propuestas muevan al panismo poblano, que está deseoso de participar, pero no acepta que sea un pequeño grupo el que decida por ellos el rumbo de su partido. El origen democrático del PAN y su práctica es lo que más entusiasma a quienes desde jóvenes se afilian, pero ahora escasean nuevos rostros y militantes con ganas de defender los colores blanquiazules.
Del PRI, y lo que queda del PRD, poco se puede decir porque están lejos de ser opciones de poder para los poblanos y sólo viven de su pasado, están a la expectativa de lo que suceda en el panismo para saber si se suman como alianza en 2027, porque si van solos corren el riesgo de perder su registro local. De ese tamaño su realidad.
Morena pretende repetir en 2027 los resultados electorales del 2 de junio de este año y con un gobernador como Alejandro Armenta lo pueden hacer, porque si algo sabe el mandatario es de organización de bases y la formación de estructuras electorales.
No es casual que sus dirigentes, empezando por el presidente del Consejo Estatal, Andrés Villegas, estén anunciando que buscarán aumentar su militancia en el estado para llegar al medio millón, con ese número de activistas y sus alianzas con los partidos Verde y del Trabajo van en caballo de hacienda para conseguir sus objetivos: ganar 26 diputaciones locales, 16 federales y la mayoría de los 217 municipios poblanos.
Hoy, Morena tiene base, estructura y recursos para conseguirlo.
En este momento se perfilan para ganar carro completo a pesar de que una gran parte de la ciudadanía no los apoye, pero tampoco tiene en la oposición quien represente sus aspiraciones.
Puebla tendrá importantes movimientos políticos en diciembre y como van las cosas, con Alejandro Armenta en Reforma 711, Morena tiene el mejor escenario, mientras los panistas tendrán que legitimar a sus próximos dirigentes y tres años no serán suficientes para revertir la triste derrota del 2 de junio.
De las anécdotas que se cuentan
Si según la Secretaría de Hacienda, el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) ya es rentable, ¿para qué seguir inyectando dinero?
Para 2025, el gobierno ha solicitado en el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación 924 millones de pesos en transferencias que recibirá el AIFA bajo el mando de la Secretaría de la Defensa Nacional.
Según los datos oficiales, el AIFA ya alcanzó su punto de equilibrio y al cerrar 2024 reportará utilidades de unos 789 millones de pesos al tercer trimestre, con ingresos esperados para 2025 por 2 mil millones de pesos.
Lo interesante es que, según Hacienda, con todas esas buenas noticias, el AIFA no podrá sostenerse solito, por lo que necesitará ayuda para atender sus costos operativos, con todo y que tiene un ahorro de 1 mil 189 millones de pesos en subsidios recibidos durante este año.
Tampoco tiene previsto invertir en los almacenes de carga que había planificado, por lo que los 2 mil 800 millones de pesos que necesita, forzosamente vendrán de la inversión privada.
El AIFA apenas alcanzó un flujo de pasajeros superior a los 5 millones, tardándose un año más en llegar a esa cifra con respecto a lo planificado.
Con todo esto, queda un dato curioso, las utilidades que el AIFA ha reportado, casi 470 millones de pesos, no se irán a Hacienda para atender los innumerables frentes abiertos que dejó López Obrador, ese dinero se irá a un fideicomiso para el pago de pensiones militares.
Con esas prerrogativas, el AIFA no quebrará, y no tiene prisa para ser competitivo.
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*ARD