La ultraderecha alemana regresa

Del Reportero

El martes pasado le informamos que la política y los resultados electorales en Alemania, del pasado domingo, son factores que inciden en las decisiones del consorcio Volkswagen AG.

“El domingo, los resultados electorales en dos estados del este de Alemania supusieron otra humillación para los socialdemócratas del canciller Olaf Scholz y sus dos socios de coalición.

“El partido Alternativa para Alemania quedó en segundo lugar en Sajonia, donde Volkswagen posee una planta de fabricación de vehículos eléctricos en Zwickau, y ganó las elecciones en la vecina Turingia, el primer triunfo de un partido de extrema derecha en unas elecciones estatales alemanas desde la Segunda Guerra Mundial”.

El tema político trasciende de tal forma que obligó a la siguiente declaración:

“Estoy profundamente preocupado por el hecho de que la dirección del Grupo VW ya no descarte el cierre de plantas y los despidos forzosos”, dijo a Bloomberg News el diputado del SPD Bernd Westphal, portavoz de política económica del grupo parlamentario del socialdemócrata Scholz.

“El grupo parlamentario del SPD está firmemente del lado de los empleados y espera conversaciones constructivas” con los comités de empresa y los sindicatos, lo que no impedirá del cierre de por lo menos dos plantas de la automotriz Volkswagen AG.

Los resultados electorales del domingo en los estados federados de Turingia y Sajonia, en los que la AfD (Alternativa para Alemania) obtuvo casi un tercio de los sufragios, modificarán pocas cosas en el día a día de la política de estos países, que suman seis millones de habitantes y representan el 7% de la población alemana, algo así como lo que representa Puebla en la República Mexicana.

Lo que alarma es su carácter simbólico, puesto que son los mejores resultados en la vida de esta formación extremista, fundada en 2013, y también de cualquier partido de la misma ideología en la historia de la República Federal Alemana.

Es la primera victoria electoral de un partido de extrema derecha desde la llegada al poder de los nazis antes de la Segunda Guerra Mundial.

El cordón sanitario que el resto partidos mantiene contra la AfD hará que la victoria que ha obtenido en Turingia no le sirva para gobernar, pero le permitirá bloquear muchas iniciativas parlamentarias. Su resultado en Sajonia, donde quedó un punto por debajo de los democristianos de la CDU, que ganaron con el 32%, le otorga un poder de bloqueo similar.

Pese a su implantación social, AfD está en el punto de mira de los servicios secretos alemanes, no en vano el sistema político constituido tras el hundimiento del nazismo es una democracia militante, en la que la apología del régimen hitleriano está perseguida por los tribunales, como sabe su dirigente y vencedor del domingo, Björn Höcke, ya condenado por utilizar en sus discursos el lema de las SA nazis “Todo por Alemania”.

Höcke pertenece al ala más radical de la organización, nacida para capitalizar el euroescepticismo y ahora movilizada en favor de la “remigración”, consigna equivalente a la expulsión masiva de inmigrantes.

El impulso de AfD debe mucho a la movilización de los jóvenes y de los electores menos politizados y abstencionistas descontentos con las debilidades y divisiones del gobierno socialdemócrata de Olaf Scholz.

Otra formación que cosechó excelentes resultados el domingo es BSW, el partido de la populista de izquierdas Sahra Wagenknecht, escindida de Die Linke (La Izquierda) y partidaria de restringir la inmigración y de cortar la ayuda a Ucrania, cuestiones en las que coincide con AfD.

Desde polos ideológicos contrapuestos, ambos representan las simpatías que suscita la Rusia de Putin en la antigua Alemania del Este, asunto que a largo plazo podría tener repercusiones en la política exterior de Berlín.

Los resultados en Turingia y Sajonia vuelven a poner a prueba el cordón sanitario alrededor de la AfD, especialmente en lo que respecta a la derecha moderada.

Aunque el extremismo de ultraderecha sigue sin entrar en ningún Ejecutivo regional alemán, el desenlace de estas elecciones constituye también un aviso para la coalición en el gobierno central entre socialdemócratas, verdes y liberales, que retrocede en ambos países.

Alemania está ante las elecciones federales de 2025, que serán un examen sin precedentes —en toda Europa— para medir tanto el ascenso de la ultraderecha como el compromiso del resto de los partidos de impedirles acceder al poder. 

En ese contexto político, trasciende el cierre de por lo menos dos plantas alemanas de Volkswagen AG por incosteables.

 

De las anécdotas que se cuentan

El pasado 9 de julio Animal Político publicó:

“Al menos existen 12 grupos políticos y sociales de ultraderecha que están activos en México, entre los cuales se encuentran FRENA y el Frente Nacional por la Familia", señala la organización internacional Global Project Against Hate and Extremism (GPAHE).

“La asociación resalta en su informe:

“Grupos extremistas y odio de extrema derecha en México” que dichas agrupaciones, que se caracterizan principalmente por promover posturas racistas, xenófobas, anti LGBTQ+ o antiaborto, son parte de “nuevos movimientos de extrema derecha con conexiones internacionales preocupantes y en particular con actores de extrema derecha estadounidenses y europeos” como el partido español Vox”.

También en México se cueces ultras.

 fcrisanto00@yahoo.com.mx

Twitter @fercrisanto

Facebook: Fernando Crisanto

 

*ARD

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