San Pedro Benito Juárez, Pue. San Pedro Benito Juárez, la junta auxiliar más cercana al Popocatépetl, vivió este domingo un momento crucial en su historia reciente. Luego de varios meses de permanecer cerrada, la presidencia auxiliar de la comunidad reabrió sus puertas, marcando un posible punto de inflexión en un conflicto que lleva más de nueve años dividiendo a sus habitantes.
La reapertura del edificio, que sirve como sede administrativa de la comunidad, se produjo tras una asamblea celebrada en la plazuela central. Este evento, convocado por líderes locales, reunió a dos grupos que representan posturas profundamente opuestas en torno a diferencias religiosas, de usos y costumbres, y políticas.
La tensión era palpable a lo largo de la asamblea, los participantes discutieron sobre la necesidad de retirar los candados y cadenas que habían sellado el acceso principal del inmueble. La propuesta fue sometida a votación general, y la mayoría de los asistentes decidió a favor de la reapertura. Sin embargo, el grupo contrario no tardó en manifestar su oposición.
Los desacuerdos, que comenzaron con gritos e insultos, rápidamente escalaron a empujones y conatos de bronca. A pesar de estos momentos de confrontación, el conflicto no fue más allá de lo verbal y físico en ese escenario, y la decisión de reabrir la presidencia se mantuvo firme.
Los opositores, no obstante, acusan al párroco de San Pedro y al arzobispado de Puebla, junto con las autoridades del pueblo, de no respetar las formas tradicionales de organización comunitaria. Estos señalamientos añaden una capa más a un conflicto ya complejo, donde la religión y la política local se entrelazan en una lucha por el control y la identidad comunitaria.
*ARD