Puede que hayan pasado días, semanas o incluso años, y en tu cabeza sigues dándole vueltas a ese suceso que pasó y que marcó un antes y un después en tu vida, en tu forma de ver las cosas o de sentir. Es algo que casi todos hemos experimentado alguna vez, en mayor o menor medida, pero que sea cual sea el caso, hay que saber procesar y superar.
Esos momentos en los que simplemente no podemos deshacernos del pasado, de quedarte estancado en ese momento en el que causaste una primera mala impresión, te despidieron del trabajo o te partieron el corazón, lo único que hará es que te impida evolucionar hacia al futuro de forma sana.
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Es clave para poder alcanzar la felicidad plena y el bienestar, no obsesionarse con lo que salió mal o como no te esperabas, especialmente cuando es un hecho que te ha herido sentimentalmente. Hay que aferrarse al lado positivo de las situaciones, porque sí, siempre lo tienen.
En este terreno es muy importante la autorreflexión, para poder convertirte en tu yo más fuerte. Necesitas primero de todo enforcarte en el presente, en lo que está pasando en tu vida actual, y una vez que seas capaz de gestionarlo, alcanzar un futuro mejor vendrá solo.
Tácticas para superar el pasado y poder avanzar hacia el futuro
Si te sientes identificada con todos estos parámetros que te hemos mencionado, tranquila, porque te vamos a dejar una serie de claves para que puedas superar esta situación y conseguir tu mejor versión, más feliz y sana.
Alcanza una perspectiva realista del pasado: a veces estancarse en el pasado es una de las maneras más habituales de evadirse del presente. Tendemos a romantizar hechos, especialmente aquellos que por algún motivo no llegaron a pasar. Solo recordamos las cosas buenas, llegando a distorsionar la realidad.
Te empiezas a cuestionar si la decisión que tomaste fue la correcta, si no te habrás equivocado. No entres en este bucle, que puede acabar siendo una completa obsesión. Acepta las decisiones que tomaste en su momento, ya que nunca sabrás cómo habría sido tu vida si hubieses escogido otro camino, date permiso de seguir adelante.
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Expresa lo que sientes: es normal que echemos la vista hacia atrás y recordemos. Si ves que esto te produce daño, lo mejor que puedes hacer es expresarlo. Guardarse los sentimientos y las emociones, sean positivas o negativas, nunca lleva a buen puerto. Por ello, sacarlo es sanador, ya sea hablando con un amigo, con un experto o incluso escribiéndolo.
Aprende a perdonar: vivir con rencor es lo peor que puedes hacer, ya que la ira y el resentimiento no te van a reportar ningún efecto positivo. Perdonar es esencial para el crecimiento espiritual, siendo aplicable no solo a terceras personas, sino también a la relación que tienes contigo misma. Nadie es perfecto y todos cometemos errores.
Vive el presente: como bien te comentábamos anteriormente, no puedes construir un futuro feliz y pleno, si tu presente es de lo más inestable. Ni es bueno quedarse anclado en el pasado, ni tampoco estar siempre pendiente constantemente de lo que pasará. Lo mejor que puedes hacer es vivir el aquí y el ahora de la forma más sana y tranquila posible.
Con información de mujerhoy.com
*MG