Los refrescos son bebidas azucaradas cuyo consumo en exceso se asocia con diferentes problemas para la salud y esto incluye posibles efectos secundarios en los riñones, pero ¿te has preguntado si hay alguno con mayores repercusiones?
Este tipo de bebidas contienen azúcares añadidos o edulcorantes (jarabe de maíz de alta fructosa, sacarosa, concentrados de jugos); en esta categoría también están las bebidas energizantes o deportivas.
“Los refrescos plantean múltiples riesgos para la salud debido a su composición... el consumo elevado de azúcares añadidos se asocia a numerosos resultados adversos para la salud”, explicó la especialista Kelsey Costa a Eat this, not that.
¿Qué tipos de refresco hay?
En la actualidad, hay una enorme variedad de refrescos con sabores variados, con el tiempo se han concluido que su consumo en grandes cantidades perjudica a la salud por ingredientes como el azúcar, edulcorantes y el ácido fosfórico:
Refresco de cola: Se caracteriza por su color y su contenido en ácido fosfórico, un ingrediente que se agrega para mejorar y preservar el sabor. Es por este ingrediente que no percibes el sabor excesivamente dulce por la gran cantidad de azúcares.
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Refresco de naranja: Algunos contienen un colorante llamado rojo 40, que la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) ha asociado con problemas a la salud.
Refresco de limón: Suelen tener un color transparente, pero, al igual que los demás, altas cantidades de azúcares.
Refresco de uva: Predominan el uso de ciertos colorantes.
¿Qué refresco es malo para los riñones?
La realidad es que el consumo excesivo de cualquier refresco puede dañar a la salud renal, pero hay algunos con aspectos a considerar por sus ingredientes.
Los riñones, aquellos órganos que están en la parte de atrás de abdomen, tienen varias funciones en el cuerpo, una de ellas es filtrar la sangre de todos los desechos y el exceso de líquido del cuerpo, National Institutes of Health (NIH) destaca que también mantienen un equilibrio saludable de agua, sales y minerales en la sangre.
Hay hábitos que pueden afectar a los riñones, como un consumo poco saludable de líquidos, lo cual puede ser un factor de riesgo para desarrollar cálculos renales o deshidratación severa; por ello es importante sumar a la alimentación las bebidas que benefician la salud renal y moderar aquellas que la perjudican.
Refrescos de cola
En especial los refrescos de cola suelen contener el ácido fosfórico, un conservador que se asocia con alteraciones urinarias y fallas renales.
Healthline añade que, en grandes cantidades, este tipo de refrescos oscuros también aumentan la el riesgo de cálculos renales, también conocidos como ‘piedras en los riñones’.
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En tanto, Eat this, not that explica que en las recomendaciones se desaconseja a personas con cálculos renales o enfermedad renal consumir estas bebidas; incluso para quienes no las padecen “el consumo de dos o más refrescos de cola al día se asocia a un mayor riesgo de enfermedad renal crónica”.
Refrescos de dieta
Los refrescos de dieta, también conocidos como ‘light’, suelen reemplazar el azúcar por edulcorantes en su preparación. Aunque esto podría reducir su contenido de calorías, tampoco se aconseja consumir en grandes cantidades.
Un estudio de 2017 publicado en la plataforma de National Library of Medicine vio que existe una relación entre el consumo excesivo de refrescos de dieta con el riesgo de insuficiencia renal terminal en algunas personas.
Se requieren de más estudios que confirmen los alcances negativos que podría tener esta bebida a los riñones.
Refresco de naranja
Más que por un ingrediente específico, el refresco de naranja podría representar un riesgo por la percepción de que se está consumiendo fruta, cuando no es así.
Según un artículo de Eat this, not that, hay quienes creen que este sabor es menos dañino, por lo cual consumen más y demasiada azúcar afecta a los riñones.
En general, sin importar el sabor, estas son algunas razones por las que el refresco podría afectar a tu salud renal si no lo moderas:
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) explican que los pequeños filtros de los riñones, llamados nefronas, se pueden dañar al ser expuestos al alto nivel de azúcar en la sangre provocado por la diabetes.
National Kidney Foundation explica que el jarabe de maíz de alta fructosa que podrías encontrar en tu envase aumenta el riesgo de cálculos renales.
Demasiada azúcar se relaciona con enfermedades crónicas como diabetes, lo cual representa más riesgo de enfermedad renal.
Nephrology (2015) indica que más de cuatro raciones semanales de bebidas azucaradas y refrescos tiene relación con la prevalencia e incidencia de enfermedad renal crónica.
¿Cuál es el mejor refresco para los riñones?
Aunque tienen un sabor dulce, la realidad es que no hay refrescos saludables para los riñones, ya que su contenido en azúcar, caloría y edulcorantes aumenta el riesgo de varios problemas renales.
Según el sitio de Harvard T.H. Chan School of Public Health, una opción relativamente saludable y mejor para los riñones es el agua carbonatada sin endulzar.
Sin embargo, la mejor opción para hidratarse y mantener una buena salud renal siempre será el agua natural.
¿Cuánto refresco tomar al día?
Según Live Strong, tomar un refresco de vez en cuando no resulta en problemas para la salud, pero hacerlo de manera habitual y excesiva puede resultar en afectaciones cardiovasculares, daños a la salud dental, perjudica al hígado, entre otros.
Profeco explica que los refrescos deberían evitarse, pero en caso de consumirse no se debe tomar más de medio vaso de refresco por día y solo de vez en cuando (esto no es una recomendación oficial).
Una de las recomendaciones que hizo la médica Irina Todorov a Cleveland Clinic para dejar de tomar refresco, es hacerlo poco a poco.
“Si no puedes dejar de tomar bebidas azucaradas de golpe, intenta reducir el consumo lo mejor que puedas. Si bebes una botella de refresco de 20 onzas (590 ml) al día, prueba con una de 12 onzas (354 ml). Si tomas dos refrescos al día, prueba con uno”.
Con información de El Financiero
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