La fiscal general del Estado de Baja California, María Elena Andrade, ha confirmado la tarde de este martes que a Jesús Nolberto Cárdenas, conocido como Chuy Montana lo asesinaron porque no les gustaban las canciones que entonaba en ese momento mientras estaba en una fiesta, en un motel del municipio de Rosarito, en Tijuana.
“La riña fue el principal móvil. Todo fue por unas diferencias en cuanto a que la víctima estaba cantando unas canciones que no le parecían a uno de sus agresores y no obstante que le pidieron que no las llevara a cabo, él seguía entonándolas”, dijo. Al ser cuestionada por la prensa local sobre una posible implicación del crimen organizado, la Fiscal negó que el narcotráfico estuviera involucrado.
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El pasado 7 de febrero, el cuerpo del cantante de corridos tumbados, Jesús Nolberto Cárdenas, de 19 años, fue encontrado a orilla de la carretera Playas de Rosarito-Tijuana con signos de tortura, las manos atadas y al lado de un coche abandonado que tenía incluso aún el motor encendido. Unas 24 horas más tarde, en la colonia Chamizal, en Tijuana, las autoridades encontraron el cuerpo de Miguel Pavón amigo y chofer del cantante, envuelto en una sábana, con signos de tortura y con un narcomensaje. La fiscal ha informado de que aunque los dos hombres se encontraban en la misma fiesta y que fueron agredidos por las mismas personas, no hay indicios de que el crimen organizado haya tenido que ver en la muerte del cantante.
“Los mensajes son tomados en cuenta, desde luego, no podemos descartar nada, pero tampoco son determinantes para la investigación de la Fiscalía porque muchas veces pueden ser distractores para desviar las investigaciones, hasta ahora no tenemos establecido una pugna de cárteles”, dijo ante los medios de comunicación. La Fiscalía estatal asegura que la investigación ya ha sido resuelta “en la etapa preliminar” y que el caso se ha judicializado para dar continuidad de forma complementaria en las investigaciones que siguen.
De la fiesta en un motel al hallazgo de los cuerpos
Según la cronología narrada por la Fiscalía, Chuy Montana fue invitado, junto con su amigo y chofer Miguel Pavón, a una fiesta en un motel de Rosarito. Ya en la convivencia, en la que los invitados consumieron “desde temprana hora” bebidas alcohólicas y drogas, el cantante comenzó a entonar varias canciones que no fueron del agrado de los asistentes. Al ser cuestionada por la prensa local, la fiscal insistió en que, debido al estado en el que se encontraban los asistentes, la riña fue el principal móvil del asesinato. “Él seguía entonando las canciones, lo que molestó a los agresores, quienes primero le propiciaron una golpiza, lo esposaron y finalmente lo abordaron en el vehículo en donde luego le dispararon y lo arrojaron a la vía pública”, dijo.
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La pelea en las habitaciones del motel fue intensificándose, hasta que los agresores del cantante decidieron salir del lugar a bordo del coche de Miguel Pavón, quien además de trabajar como chofer de Chuy Montana, era también conductor de varias aplicaciones de servicio de transporte privado en la ciudad. Las autoridades han informado que tienen en su poder un video en el que Chuy Montana intenta bajarse del vehículo, “pero iba esposado, y era resguardado por otro de sus agresores”.
Los reporteros locales cuestionaron a la fiscal por el hallazgo del narcomensaje en el lugar donde también encontraron el cadáver de Pavón, e insistieron en cuestionar si en el asesinato del cantante no estaba involucrado de alguna manera el crimen organizado: “Al parecer fue por cuestiones sentimentales que influían en uno de los agresores. Canciones que no le agradaron a uno de ellos. Igual a lo mejor, esa situación se exacerbó por el estado de embriaguez y de drogas en el que estaban”, respondió la fiscal, quien también informó que las investigaciones por el asesinato de Pavón seguirán la misma línea que la del cantarte de corridos.
Desde hace años, Baja California es uno de los Estados que registran mayores índices de violencia en el país, con Tijuana a la cabeza. Muchas veces, la violencia se explica como parte de la lucha entre grupos criminales por el control del territorio, más en regiones cercanas a la frontera. Según datos de la Fiscalía del Estado, en lo que va de 2024, la cifra de homicidios en Tijuana, en lo que va de 2024, es de 271, de los que 117 corresponden solo al mes de febrero. Con información de elpais.com
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