La Organización Mundial de la Salud indicó que la hipertensión es el principal factor de riesgo para padecer una enfermedad cardiovascular y representa anualmente 1.6 millones de muertes en América.
La hipertensión o presión arterial alta, se refiere a que los niveles de presión se elevan de una manera sostenida y continua, por lo que el corazón debe ejercer una mayor presión en el bombeo de la sangre por las arterias y sufriendo a consecuencia de más resistencia, señala Luis G. Solana, cardiólogo clínico del Centro Médico ABC.
La presión y el corazón
En la hipertensión se utilizan los milímetros de mercurio (mmHg) como forma de medición, al realizar esto se obtienen dos números, el primero es la presión sistólica en la que se mide la presión generada por el corazón al contraerse y el segundo número es la presión diastólica se produce cuando el corazón se relaja al latir.
La presión arterial normal es de hasta 130 en la sistólica y menos de 85 en la diastólica, y existen cinco categorías de hipertensión:
/ Elevada. La presión sistólica es entre 130 y 139 y la diastólica es entre 85 y 89.
/ Hipertensión Nivel 1. La sistólica es de 140 a 159 y la diastólica es mayor a 90.
/ Hipertensión Nivel 2. La presión sistólica es superior a 160 y la diastólica es igual a 100.
/ Crisis hipertensiva. Las mediciones de sistólica superan el 180 y de diastólica es mayor a 120.
Es frecuente que una persona con hipertensión no llegue a presentar síntomas, incluso estando en niveles de peligro. Aunque en ocasiones, cuando la situación ya es grave, se puede percibir dolor de cabeza, falta de aire o sangrado nasal.
Debido a la falta de síntomas, es frecuente que las personas que tienen hipertensión no le den la atención debida y oportuna, lo que puede generar graves problemas para la salud en el futuro.
La hipertensión se divide en dos tipos principales:
* La hipertensión esencial o primaria en la cual no hay una causa identificable para este padecimiento, desarrollándose de manera progresiva con el pasar de los años y debido al envejecimiento y la acumulación de placa en las arterias.
* La hipertensión secundaria, padecimiento que se presenta de manera repentina y a consecuencia de otra situación específica como tumores en las glándulas suprarrenales, uso de ciertos medicamentos, enfermedad renal, problemas de tiroides.
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Malos hábitos
Solana señala que existen además otros factores de riesgo que pueden favorecer la aparición de la presión arterial alta:
/ Edad. El riesgo de tener hipertensión va aumentando con la edad, siendo más factible que aparezca en hombres a partir de los 64 años y en las mujeres a partir de los 65 años. Si aparece antes, en ambos casos, sería un síntoma grave.
/ Alcohol y Tabaco. Fumar o consumir alcohol aumenta de manera inmediata la presión arterial. Además, al realizarlo de manera recurrente se van dañando las paredes de los vasos sanguíneos, acelerando el proceso de endurecimiento de las arterias.
/ Exceso de sal. El consumo excesivo de sal puede provocar retención de líquidos, generando hipertensión.
/ Antecedentes familiares. En caso de que la mamá, papá o algún hermano/hermana tenga hipertensión, es más probable desarrollar este padecimiento.
/ Existen otras situaciones que favorecen la aparición de hipertensión, como lo son algunas afecciones crónicas entre las que se incluye la diabetes, la apnea del sueño y la enfermedad renal.
Daño a las arterias
Una presión arterial alta no controlada puede producir diferentes daños cardíacos graves tanto al corazón como a las arterias y al cerebro, entre otros órganos del cuerpo.
El daño en las arterias se debe a que estas deben ser flexibles, elásticas y fuertes; la hipertensión genera que el revestimiento interno de las arterias se dañe permitiendo que las grasas que entran al torrente sanguíneo se acumulen y limita el flujo sanguíneo.
Con el tiempo y debido a la presión constante de la sangre en una arteria que ya está débil, se puede producir una protuberancia conocida como aneurisma, el cual al romperse causa una hemorragia interna que puede poner en riesgo la vida de la persona.
Dentro de los problemas al corazón generados por la hipertensión, se encuentran enfermedades de las arterias coronarias, que al tener un flujo sanguíneo insuficiente puede producir angina de pecho, arritmias e incluso un ataque cardíaco.
También se puede presentar un agrandamiento en el ventrículo izquierdo que puede llegar a generar muerte súbita; la insuficiencia cardíaca es otro padecimiento que se puede desarrollar con una presión arterial alta frecuente, generando que el corazón sobretrabaje y comience a fallar.
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Daños a los órganos
Al hablar de daños en otros órganos se encuentra la insuficiencia renal, padecimiento que es frecuente en la gente con hipertensión, ceguera, complicaciones en el embarazo, accidente cerebrovascular, disfunción sexual entre otros muchos padecimientos que pueden tener consecuencias mortales.
La hipertensión se diagnostica basándose en dos o más lecturas de la presión arterial que resultan altas. Estas deben de ser tomadas en diferentes días y de la misma manera. En caso de que hasta este momento no haya un diagnóstico de hipertensión, las mediciones de la presión se realizan durante chequeos de rutina.
Una vez se ha detectado la hipertensión, el médico podrá solicitar otras pruebas como un hemograma, pruebas de glucosa o de colesterol y análisis de sangre para conocer el estado general del organismo y atender las situaciones particulares que se vayan detectando.
*IR