El gatopardismo de los panistas
La dirigencia estatal azul piensa: "Si queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie".
Con contratos millonarios, la presidencia del PAN poblano contrató a dos empresas para analizar su derrota el 2 de junio: Opina y Power Trend. Sólo que, los líderes del grupo hegemónico de Acción Nacional revisaron los resultados y dieron línea para que concluyeran: que la derrota electoral que tuvieron fue por la excandidata presidencial Xóchitl Gálvez, su alianza con el PRI, y acusaron a panistas de no sumarse a sus decisiones.
No fue la presidenta panista, Augusta Díaz de Rivera, ni el secretario, Marcos Castro, quienes informaron de los resultados del análisis leído el domingo en la sesión del Consejo Estatal de Acción Nacional. Asistieron 70 integrantes de los 110 consejeros, pero al final después de ocho horas sólo quedaron 20 asistentes. Fue hasta ayer, en conferencia de prensa cuando presentó los resultados.
En ningún momento, el análisis plantea consecuencias de la asignación de candidaturas para amigos y familiares del grupo hegemónico, la falta de recursos económicos y de propaganda para las campañas, el bloqueo a quienes no coinciden con ellos y sus acuerdos por debajo del agua con gobiernos morenistas.
Eso sí, en una de las diapositivas presentadas aparece: “en general, al PAN se le atribuyen dos grandes errores a nivel nacional: Xóchitl Gálvez y la alianza”.
La dirigencia panista poblana no tiene culpa de nada, aunque fueron ella y su grupo los responsables de todo el proceso en el estado.
Se comentó que Xóchitl carecía de atributos de cercanía, empatía y experiencia. Entre los demás errores del partido azul resumieron que, con la alianza, se traicionaron los principios del panismo.
Sobre la coalición con el PRI consideraron que les restó más de lo que les sumó, ya que la percepción que se tuvo de Gálvez y del tricolor fue como se les caracterizó a los panistas durante el proceso electoral.
Los expositores pagados recomendaron analizar las alianzas y las condiciones en que se presentan, antes de acordarlas; regresar y reforzar la ideología del partido; fortalecer los liderazgos; incluir a segmentos olvidados entre las propuestas; y hacer más evidentes los buenos resultados en los lugares que gobiernan, aunque en junio casi todos los perdieron.
La mayoría de los participantes criticaron a la dirigencia estatal en el apoyo y respaldo a sus candidatos. El excandidato a la presidencia municipal de Puebla, Mario Riestra, criticó el abandono de sus líderes; calificó de lamentable que no acompañen a Roxana Luna en su lucha por la alcaldía de San Pedro Cholula; y censuró que Acción Nacional no haga mucho sobre la transferencia de votos de Morena a Fuerza por México.
Otra de las peticiones fue a la presidenta estatal, Augusta Díaz de Rivera, para que ofrezca una disculpa pública con los más de 22 mil panistas que integran la militancia en el estado por los pésimos resultados electorales.
La diputada Guadalupe Leal pidió al PAN dejar de culpar a Morena y sus aliados del descalabro electoral, puesto que se descuidaron varias carteras al interior de la dirigencia, como la Secretaría de Acción Juvenil.
“Debe haber nuevos liderazgos, la organización debe evolucionar en tres etapas, detener el crecimiento de negativos. administrar los daños y recuperar el atractivo y crecimiento del partido y la visión del PAN, somos la única oposición verdadera en este país y debemos asumir esa responsabilidad como nuestro mayor desafío”, puntualizó la dirigente Augusta Díaz de Rivera en su conferencia de prensa de ayer.
El gatopardismo de la dirigencia estatal panista y de sus jefes, de cambiar para que nadie cambie, empieza a tener el rechazó masivo de los militantes, tanto que, si no van a una consulta a la base para elegir a la próxima dirigencia, lo único que lograrán será seguir cosechando derrotas.
De las anécdotas que se cuentan
“Un mal político es como el pez que salta fuera del agua y en lugar de saltar de nuevo hacia adentro, muere soñando ser pájaro'', decía Carlos Castillo Peraza, uno de los principales ideólogos panistas del siglo pasado, que renunció a su partido, entre otras cosas, por los “chambistas mediocres” como le llamaba a quienes ocupaban las posiciones burocráticas de Acción Nacional.
En Puebla, parece ser el caso.
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*ARD
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