Los expulsan; no los oyeron
La cúpula del PAN usó la daga contra aquellos a los que les negó candidaturas y trabajo político.
El miércoles pasado y por zoom, la Comisión Permanente Estatal de Acción Nacional en Puebla aprobó la expulsión de 697 militantes, que fungieron como casilleros, representantes de casilla, y candidatos a diputados locales y a regidores; incluso a la diputada que hozó votar a favor de la despenalización del aborto.
La Permanente sesionó de forma extraordinaria con el objetivo fue sancionar a los panistas que participaron en el proceso electoral y apoyaron a Morena u otros partidos con los que Acción Nacional no tuvo coalición.
El mismo rasero no se utilizó en 2021.
Integran la comisión 35 militantes panistas, entre ellos la presidenta estatal, Augusta Díaz de Rivera y los legisladores Carolina Beauregard, Rafael Micalco y Mario Riestra, quienes aprobaron por unanimidad iniciar el proceso de expulsión de 697 panistas que "olvidaron al partido y lo traicionaron", dijeron para justificar su decisión de echarlos. Los acusan de buscar algún beneficio con otro instituto político, concretamente con su odiado Morena.
Decidieron expulsar a 455 casilleros, que son militantes de base y que cuidan casillas el día de la elección, a 51 representantes generales de casilla y por supuesto hicieron bien sus cuentas para sancionar a siete que aceptaron nominaciones a diputados como propietarios o suplentes y a 184 que buscaron una regiduría, porque su partido, Acción Nacional no los dejó participar ni aspirar a una posición política, las que están sólo dedicadas a la cúpula azul, a sus familiares y conocidos.
Un ejemplo es María de la Barreda, diputada electa por el Partido Verde, quien es hija de la presidenta municipal de San Pedro Cholula, Paola Angón, y buscó representar al panismo en una posición, pero le dijo la dirigencia que no había nada para ella. El Verde le abrió la puerta después de renunciar el panismo el 23 de febrero. Lo peor es que le ganó al PAN de calle.
Otro de los expulsados es el exdirigente estatal panista, el morenovallista Jesús Giles Carmona, porque el 7 de abril el hizo público que iba a apoyar a José Chedraui Budib, alcalde electo de Puebla por Morena, como hicieron muchos de sus compañeros que respaldaron al empresario desde que buscó la nominación por la alianza PAN-PRI y la dirigencia le dio un portazo.
A la diputada Liz Minto, que dejó la bancada panista en el Congreso Local y aprobó la despenalización del aborto, la echaron del partido y les extraña que ahora forme parte del equipo de la presidenta municipal electa de San Pedro Cholula, la morenista Tonantzin Fernández.
Incluso dejaron fuera a Antonio Leal, hijo de la diputada panista Guadalupe Leal, porque fue candidato a una diputación local por Movimiento Ciudadano, aunque realmente es una sanción a su madre, a quien le negaron la reelección y fue amenazada por su dirigencia.
Los panistas se engañan.
Expulsaron a quienes no escucharon ni atendieron en sus legítimas aspiraciones y desde hace tiempo se habían ido, porque Acción Nacional ya no representa para ellas y ellos una posibilidad para hacer política con principios, porque ahora solo se cuidan los intereses de la cúpula de quienes son sus amigos y cuates.
De las anécdotas que se cuentan
Cuando les dijeron que estaban entre los panistas expulsados, para muchos no hubo sorpresa, es más, ni siquiera afrenta o rencor, su respuesta coincidente fue:
-Nadie me corrió del PAN, me fui solo- tan, tan.
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