“El Malverde” y otros mitos
“Derivado de acciones coordinadas con la Fiscalía General del Estado de Puebla, así como (de) la Procuraduría General de Justicia y la Secretaría de Seguridad Pública de Hidalgo, se logró ubicar y aprehender en Pachuca a José Luis N. alias ‘El Malverde’. El hombre es acusado por homicidio calificado; era un objetivo prioritario ya que está identificado como principal generador de violencia en la región de Cañada Morelos”.
Tales son las palabras eternas que lanzaron autoridades de Hidalgo y Puebla para apuntarse un triunfo más en su infatigable combate al crimen organizado.
Como de costumbre, la información es una ocurrencia. En realidad, “El Malverde” fue detenido por una tontería: orinar en la calle, en la capital hidalguense. Al ser reconvenido, los policías revisaron sus datos en Plataforma México y así entendieron que el desaseado hombre que tenían enfrente, era buscado por homicidio calificado y lesiones en Puebla.
Los demás ingredientes que usted lea en la prensa poblana, son falacias; no hubo labores de inteligencia que llevaran a la captura de este personaje. Digamos que no es el único delincuente al que capturan, literalmente por orinar en la calle.
Para intentar darle el efecto propagandístico correspondiente, se le trasladó al estado de Puebla como si se tratara de la prole completa de Joaquín Guzmán Loera.
Peor aún: el circo mediático sólo exacerbó las consecuencias evidentes en cualquier detención de un operador territorial de huachicol: más muertos, en Palmar de Bravo y Tecamachalco.
La vida de “El Malverde” dio un vuelco en agosto de 2021, cuando su jefe de entonces, José Martín “El Choco”, franquiciatario de CJNG en Puebla y Veracruz, fue detenido en Fortín de las Flores, Veracruz.
“El Choco” tenía su domicilio en la comunidad de Puente Negro y lo mismo se movía por Cañada Morelos, que Cuanopalan, Esperanza, Palmar de Bravo y Tezonapan. Como no podría ser de otra forma, cuando fue detenido en Veracruz, se le trasladó a Puebla bajo las mismas condiciones que a “El Malverde”.
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De ahí se le envió a Tepexi de Rodríguez y entonces comenzó el lío para su organización criminal: ¿Quién se quedaría a cargo, no sólo del robo de combustible sino del narcomenudeo, robo a camiones de carga y el asalto a trenes? No se trata de que detienen a un delincuente y ya: CJNG exige lo suyo.
En lo único en que todos los potenciales sucesores coincidían era en eliminar a ciertos enemigos: ahí queda el caso de “El Becerra”, quien era feroz rival de “El Choco”, sus hermanos y claro está, del propio “Malverde”.
Mientras las cosas se cocinaban para que un Juez de Control iniciara con lo jurídico, se hacía evidente que “El Choco” sería acusado del homicidio de un Juez de Paz en abril de 2020, en Guadalupe Piletas, junta auxiliar de Palmar de Bravo.
“El Choco” tenía notables habilidades para robar todo lo imaginable, aprovechando al máximo la franquicia que poseía por parte de CJNG para explotar el robo de combustible, a trenes y a camiones de carga en la autopista Puebla-Orizaba.
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Docenas de espacios habilitados como bodegas han sido administrados por la organización referida, particularmente en los kilómetros 225 y 227 de la autopista Puebla-Veracruz. Ni qué decir de los muros perimetrales que “El Choco” mandó erigir en ciertos puntos de la zona, para esconder provisionalmente lo hurtado, imposibilitando su ubicación vía drones.
Alguna vez, ministeriales poblanos catearon uno de sus domicilios en Cuesta Blanca y se encontraron toda clase de mercancías robadas. En junio de 2023, dos elementos de la Fiscalía contra secuestros de Puebla fueron agredidos en Palmar de Bravo y más de uno supuso que el recibimiento fue por gente de “El Choco” o mejor dicho, de “Los Malverdes”.
El gran tema entre “El Choco” y “El Malverde” es que aparentemente, el primero habría nombrado como su interino al segundo. La forma en que “El Choco” llegó a esa posición tras la detención de Jalil “El Mamer” fue la misma, cuando éste último fue detenido el 29 de enero de 2021.
Es de entenderse que una pandilla de alto impacto tiene una suerte de escalafón, aunque las traiciones suelen darse, justamente al estilo de Nemesio Oseguera, quien hizo lo propio tras la muerte de Ignacio Coronel.
Los amigos en la zona de Palmar de Bravo señalan que en realidad, los hermanos de “El Choco” son los que continuaron con la línea de trabajo de éste último.
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Así, habrá que concluir dos cosas: la primera es que “El Malverde” no quedó como sucesor de “El Choco”, sino como una pandilla satélite, con compromisos en una zona de influencia determinante de “El Bukanas” en la zona de Esperanza.
La segunda es que “El Malverde” nunca fue detenido por exhaustivas labores de inteligencia y, los hidalguenses, una vez que revisaron los datos en Plataforma México, dilataron el proceso para darle tiempo a los poblanos para que se movieran con jueces y ministerios públicos.
En ese sentido, decir que a “El Malverde” se le está investigando por “muchos otros delitos”, señala más bien que se cocinan los trámites de aprehensión cuando un delincuente así fue detenido por la falta administrativa.
Luego entonces, si “El Choco” no nombró a “El Malverde”, tras su detención quedan los hermanos de aquel dominando los espacios que dejó “El Mamer”. En realidad, nada cambió, salvo dejarle el campo abierto a “El Borrego” y “El David”.
“El Malverde” es un gigante de papel, ruidoso y generador de violencia, pero no más. Quedan libres los verdaderos jefes de la plaza.
