Hasta 30 horas de trabajo doméstico dedican las mujeres y SIN remuneración

Las economías feministas han contribuido a ampliar el espectro laboral para incluir todas aquellas labores ejercidas tradicionalmente por mujeres que no reciben paga

Puebla, Pue- Las mujeres dedican hasta 30 horas a las labores de cuidado y el trabajo doméstico a la semana, donde se coincidió en que las cifras han aumentado durante la pandemia, aunque también ha sido posible experimentar nuevas formas de distribución equitativa de los quehaceres del hogar, informó la Universidad Iberoamericana.

Esto dentro del Foro Economía Feminista, donde se aseguró que las economías feministas han contribuido a ampliar el espectro laboral para incluir todas aquellas labores ejercidas tradicionalmente por mujeres que no reciben paga, donde en México, las mujeres dedican tres veces más horas que los hombres a tareas no remuneradas, mismas que representan el 17 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB). 

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Valeria Mutubarria Lazarinni, integrante del Centro Cultural de la Cooperación de Argentina, aseguró que las economías feministas suman al desarrollo de categorías de análisis y datos contundentes para reclamar su lugar en la academia, tanto como sujetos de estudio como generadoras de conocimiento. “Hay un grupo de compañeras que están avanzando en posicionar las tareas de cuidados y el peso que tienen en el Producto Interno Bruto”.

Asimismo, mencionó que los principales desafíos para las economías feministas tienen que ver con la desnaturalización de las prácticas capitalistas y la transformación de las propias organizaciones de economías solidarias.

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“No repliquemos en nuestros propios sistemas cosas con las que decimos que no estamos de acuerdo”, acotó.

Asimismo, se alertó que pueden existir idealizaciones del movimiento y experiencias de emancipación engañosa. Ante estos escenarios, animó a “revisar, transformar y especificar los valores y principios del sector cooperativo con perspectiva de género”. 

Los feminismos han pugnado por incluir la perspectiva de género en las economías sociales, solidarias y populares bajo la valoración de la vida por encima de la acumulación, pero también de las tareas no remuneradas como vía para reducir las desigualdades. “Reconocer que lo que hago es trabajo se dice rápido, pero cuesta mucho tiempo”.

*ARD