Con una participación de 50 % de militantes del PAN en el proceso de renovación de la dirigencia del Partido Acción Nacional (PAN), Jorge Romero se proclamó ganador de la contienda en la que compitió con Adriana Dávila, quien obtuvo 20 por ciento de los sufragios.
De acuerdo con la Comisión Organizadora Nacional de la Elección del Comité Ejecutivo Nacional del PAN (Conecen), luego del cierre de la jornada electoral y el conteo de los votos emitidos en las mil 347 mesas receptoras instaladas en todo el país, se obtuvo un resultado preliminar de la elección, en la que Jorge Romero obtuvo el 80 por ciento de los votos, al cierre de esta edición.
La presidenta de la CONECEN, Ana Teresa Aranda, expuso que “Jorge Romero Herrera ha logrado el porcentaje requerido para asumir la dirigencia nacional, con base en el voto directo de los militantes, durante toda la jornada”.
Minutos antes del anuncio en la sede nacional del PAN, Romero Herrera en un hotel cercano, ante decenas de militantes, aseguró que “hoy aquí podemos decir, sin temor a equivocarnos, que, gracias al panismo nacional, ganamos la dirigencia nacional del PAN”, a lo que el auditorio le respondió: “¡Sí se pudo, sí se pudo!”.
“Quiero decirles que asumiremos la dirigencia con toda responsabilidad, con toda humildad, y estamos conscientes de que lo haremos no en una época de gloria; habrá de ser en una época de las más oscuras en la vida pública del país” Jorge Romero, próximo líder nacional del PAN.
Luego del anuncio del triunfo, Adriana Dávila, quien también compitió por la dirigencia, reconoció que los resultados no le favorecían, pero puso en duda la legitimidad del proceso, al señalar que “los números oficiales y las actas que tengo en mi poder, y que siguen llegando a nuestro comité de campaña, definen un resultado que favorece a mi contrincante, pero no estoy convencida de la legitimidad del proceso”.
Argumentó que desde el inicio de la contienda interna del PAN no existió alguna certeza, además de que se violó la legalidad y fue una elección inequitativa, y por esa razón “hoy ganaron”, señaló.
“El modelo de partido de los padroneros, con el código genético marca ‘Yunes’, no le sirve a México. De ese modelo simulador, tramposo, corrupto y ruin, sólo medran unos cuantos, pero daña al país, al PAN, a su militancia y, especialmente, a todos los electores que buscan en nosotros una alternativa democrática frente a la regresión autoritaria que está imponiendo el partido oficial”, señaló Dávila Fernández, a través de un comunicado.
Teresa Aranda dijo a Adriana Dávila Fernández que “creo que las planillas pues están en su derecho de acudir a los medios de impugnación que consideren pertinentes”, y agregó que “quienes integramos la comisión organizadora nacional de la elección somos panistas de mucha experiencia, de grandes batallas, y creo que nos hemos empeñado en sacar adelante esta elección, garantizando la legalidad, la transparencia y la equidad”.
“Los números oficiales y las actas que tengo en mi poder, y que siguen llegando a nuestro comité de campaña, definen un resultado que favorece a mi contrincante, pero no estoy convencida de la legitimidad del proceso”, Adriana Dávila, aspirante a la dirigencia del PAN.
Mientras tanto, Romero Herrera, en su discurso en el que se proclamó vencedor de la elección, sostuvo que su planilla va a “reconstruir” Acción Nacional.
El próximo dirigente panista agradeció a la militancia por la participación a lo largo de la jornada electoral, además de que emitió un reconocimiento a aquellos que sufragaron por Adriana Dávila, a quien también llamó a formar parte de la dirigencia que encabezará.
En su mensaje, tras agradecer la confianza de quienes no han dejado de creer en el PAN, Romero Herrera ofreció una disculpa pública a quienes han perdido la esperanza en el instituto político.
Asimismo, señaló que Acción Nacional “logró la alternancia pacífica del poder en este país, cuando todas y todos decían que era imposible hacerlo. Esa es una meta que el PAN ya logró; y hoy, tú y yo estamos llamados a hacer exactamente esa misma meta, y así como pudieron quienes nos antecedieron, tú y yo vamos a poder, vamos a volver a dar ese reto y lo vamos a volver a ganar”.
Insistió en que su principal reto al frente de la dirigencia nacional blanquiazul son las elecciones federales del 2027, pues, aseguró, “vamos a retener lo que hoy gobernamos”, además de que remarcó en que le quitará a Morena y sus aliados “los artificiosos números que se autodio la Cuarta Transformación en el Congreso y que no le dio la gente”.
Declaró que, como dirigencia, “venimos a ganar elecciones y mientras más nos subestimen, más vamos a perfilarnos al triunfo, eso se los puedo asegurar”, mencionó.
Además, declaró que, como la nueva dirigencia de Acción Nacional, “jamás nos van a intimidar, se lo digo a quien me tenga que ver: jamás nos van a doblar y mucho menos nos van a callar, porque la voz de Acción Nacional nadie, nunca, la va a silenciar”.
La CONECEN procederá el próximo miércoles 13 de noviembre a formalizar la entrega de la declaratoria de validez de la elección y la constancia de mayoría a la planilla ganadora. El acto de entrega-recepción a las nuevas autoridades electas comenzará el 15 de noviembre.
PAN renueva liderazgo en medio de retroceso
El PAN eligió a su próxima dirigencia nacional, en momentos en que se encuentra sacudido y desdibujado, con un retroceso electoral con su actual presidente, fracturas internas y una pronunciada cuesta arriba electoral, con el descalabro más reciente en las elecciones presidenciales de junio pasado y la última derrota legislativa tras la separación de los Yunes, que dieron el voto crucial a la Cuarta Transformación en la aprobación de la reforma judicial impulsada por el expresidente Andrés Manuel López Obrador.
El actual dirigente nacional del PAN, Marko Cortés, ha estado al frente del partido durante seis años, luego de que en el 2018 fue electo para un primer periodo de tres años, para luego reelegirse en el 2021, cuando fue el único candidato registrado.
Cuando llegó a la presidencia albiazul, Acción Nacional gobernaba 11 estados de la República, y luego de seis años de gestión, dicho instituto político sólo mantiene el poder en Aguascalientes, Chihuahua, Guanajuato y Querétaro.
Los números indican que, bajo el liderazgo de Cortés Mendoza, el PAN perdió una elección presidencial, 28 gubernaturas en disputa, y pasó a gobernar en 100 municipios menos respecto a las elecciones intermedias del 2021 y tener 46 curules en la Cámara de Diputados menos en relación con las que tuvo en las mismas elecciones intermedias.
Además, antes del 2024, Acción Nacional gobernaba 312 municipios y después de las elecciones de este año se redujeron a 226, 27.6 por ciento de disminución.
En números absolutos, Acción Nacional, en el periodo del 2019 al 2024, sólo ganó 22 senadurías, 179 diputaciones federales y 552 municipios, apenas 17.3 por ciento de efectividad; es decir, 82.7 por ciento de no efectividad con su dirigente Marko Cortés, de acuerdo con datos retomados de Polls Mx.
La última derrota del panismo, y de la oposición en su conjunto, fue el 2 de junio, cuando se perdió la Presidencia de la República contra la abanderada de Morena, Claudia Sheinbaum, de la coalición Sigamos Haciendo Historia, quien registró 35 millones 924 mil 519 votos, 59.76 por ciento de la votación, mientras que Xóchitl Gálvez, de la coalición Fuerza y Corazón por México, obtuvo 16 millones 502 mil 697 votos, 27.45 por ciento de la votación. El PAN, como partido político, alcanzó nueve millones 644 mil 918 votos.
Después de la derrota electoral, y con los ánimos mermados, en la bancada de Acción Nacional en el Senado de la República la familia Yunes, al momento de la discusión de la reforma al Poder Judicial, se decantó por el proyecto del bloque de la Cuarta Transformación, con lo cual Morena y aliados lograron la mayoría calificada que permitió aprobar la enmienda.
Días antes, Marko Cortés había asegurado que el Senado de la República habría de ser el contrapeso de Morena y sus aliados, pues éstos no contaban con la mayoría calificada para hacer la “aplanadora”.
El proceso interno para la elección interna del PAN y el relevo a Marko Cortés involucró, de acuerdo con el Instituto Nacional Electoral (INE), a más de 277 mil 665 militantes inscritos en el padrón, quienes debieron elegir entre Jorge Romero, diputado con licencia, y Adriana Dávila, exdiputada federal.
A lo largo del proceso, Adriana Dávila denunció irregularidades, al acusar que la dirigencia actual había operado en favor de Romero Herrera, a quien señaló de ser favorecido por Marko Cortés.
Por su parte, Jorge Romero ha comentado que será necesaria, para la próxima dirigencia, la unidad en Acción Nacional, así como abrirse a la gente.
Con información de La Razón
*BC