Los enredos de un crédito

Del Reportero

Hoy es el último día su gestión y se va con fuertes sospechas de malversación, él que se ha movido entre la universidad y el cabildo

Adán Domínguez es Abogado, Notario y Actuario por la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla y maestro en Ciencias Políticas y Sociales por el Centro de Investigación y Docencia en Humanidades del Estado de Morelos.

Fue jefe del Centro de Investigación y Gobierno en la Universidad de las Américas Puebla, donde coordinó el Diplomado en Gestión, Desarrollo y Gobierno de Ciudades y fue asesor en el Congreso del Estado de Puebla.

En el ayuntamiento de la capital estuvo en la Secretaría Técnica y ocupó la trigésima regiduría en la planilla de Antonio Gali Fayad, entonces candidato a presidente municipal de Puebla por PAN, PRD, Compromiso por Puebla y Nueva Alianza (2014-2018).

En el trienio de Gali, Domínguez fue regidor para presidir la Comisión de Movilidad. Después, trabajó un tiempo en la Universidad de las Américas Puebla en temas de administración pública municipal con UDLAP Consultores.

Luego, Domínguez fue registrado como suplente de Eduardo Rivera en la candidatura para un segundo ciclo en la alcaldía de Puebla, como candidato del PRI, PAN y PRD.

Cuando Rivera llega al cargo en 2021, Domínguez fue nombrado Gerente Municipal del Ayuntamiento de Puebla y fue en diciembre de 2023, cuando Rivera solicitó licencia definitiva al cargo de presidente municipal para buscar ser candidato a gobernador del estado para las elecciones de 2024, cuando se convirtió en presidente municipal sustituto.

La marea de octubre y el hoyo financiero. El 7 de octubre de 2024, el frustrado crédito por 600 millones de pesos al que aspiraba Domínguez tocó fondo con Sergio Salomón Céspedes y Alejandro Armenta. En modos distintos, el mensaje fue el mismo: reconsiderar la línea de crédito.

El quemón fue intenso, sobre todo si se considera que apenas había pasado una semana de un informe de labores municipal en el que no cabían los elogios y los logros, mientras una avalancha de proveedores se preguntaba legítimamente si cobrarían sus facturas o tendrían que liárselas con la administración entrante.

Las preguntas aparecieron por su propio peso. Si según Domínguez no hubo un mal manejo de recursos del gobierno municipal, ¿para qué acudir al Congreso? Si según sus dichos, había un presupuesto disponible de 1 mil 436 millones de pesos para emplearlo del 15 de octubre al 31 de diciembre de 2024, ¿para qué dejar “obras y pagos a proveedores pendientes por 680 millones de pesos”, según los estados financieros de septiembre?

Si los pagos pendientes no se pudieron atender “por los tiempos de recaudación” dado que noviembre y diciembre, son los meses de mayor recaudación, ¿no pudieron preverlo?

El 10 de octubre de 2024, el diputado panista Micalco señaló a los medios “que el presidente municipal de Puebla, Adán Domínguez, no está en condiciones de participar en la renovación de la dirigencia estatal de Acción Nacional, debido al escándalo por la deuda municipal que pretendía adquirir (…) la situación en el Ayuntamiento debilita su postura dentro del partido”. Y remató: “el titiritero detrás del alcalde es Eduardo Rivera Pérez”. 

De muy poco se benefició el ambiente fuera y dentro del Ayuntamiento con los bonos para los funcionarios con motivo de su inminente salida. Más de uno lo interpretó como un ahorro para vivir un invierno político que promete ser siberiano.

Para entonces, la Comuna vivía bajo una nube de sospechas: desde que se dio un gasto inaudito sin sentido hasta que alguien estaba seguro que la alcaldía de Puebla se quedaría en manos del panismo y el desastre se heredaría a alguien de casa.

Tampoco funcionó muy bien la estrategia de comunicación que Domínguez lanzó para detener la avalancha: el aferrarse hasta lo indecible que sí habrá dinero para la próxima administración sin demostrarlo fehacientemente.

Ahora viene una noche con cuchillos largos. El Congreso local, mayoritariamente morenista, va a revisar hasta los sanitarios del Ayuntamiento apenas pueda hacerlo y la renovación de la dirigencia panista tampoco ofrece algún paño caliente para atender la calamidad municipal, ya sea que los presidentes de los comités directivos municipales señalen querer elegir a su nuevo líder por el Consejo Estatal o por elección abierta a la militancia.

Si esto es así, antes de la segunda quincena de noviembre se sabrá el método para ungir al nuevo pastor y con ello, dejar fuera de la jugada a Eduardo Rivera o no.

Por su parte, María de la Barreda Angón diputada local del Partido Verde e hija de la alcaldesa saliente de San Pedro Cholula, Paola Angón, anunció que pedirá a la Auditoría Superior del Estado inicie una investigación en contra de Eduardo Rivera, por la existencia de irregularidades en el programa denominado Mil calles. Más la consabida revisión a las cuentas públicas de su trienio.

Dicen los malosos que detrás de ese mensaje, está el esposo de la legisladora, Eduardo Alcántara Montiel, expulsado del PAN por órdenes de Rivera.

El 20 de agosto, Domínguez reiteró su apoyo a Jorge Romero como candidato a presidente nacional del PAN. Parece una última veladora encendida.

Son historias de años que se acumulan, como deudas que van tomando sentido ante la debacle de un candidato que quiso dejarle una bomba de relojería a su sucesor y cuando Mario Riestra no ganó las elecciones, se armó el desbarajuste. Y lo que falta.

 

De las anécdotas que se cuentan

Adán Domínguez dice hoy adiós a su breve presidencia municipal, pero lo hace en medio de un escándalo financiero que lo va a perseguir por lo menos un sexenio.

fcrisanto00@yahoo.com.mx

Twitter @fercrisanto

Facebook: Fernando Crisanto

*ARD

Lo de Hoy Noticias te recomienda estas notas: 

 

Azul, el hoyo financiero

Los pecados del alcalde

La confianza en Céspedes