Ifigenia Martha Martínez y Hernández murió el 5 de octubre de este año. Una forma sencilla de resumir su trayectoria es que vivió como hay que vivir, haciendo de cada jornada una historia digna de ser contada.
Nacida en 1925 en la Ciudad de México, fue la Presidenta de la Cámara de Diputados y quien entregó la banda presidencial a Claudia Sheinbaum el pasado 1 de octubre.
De su intensa vida profesional, seguramente su parteaguas fue cuando cofundó al Partido de la Revolución Democrática (PRD) junto con Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo en una aventura a la que llamaron Corriente Democrática.
Hay dos formas de interpretar a dicha disidencia al interior del PRI de los años ochenta del siglo XX.
La primera es que fue resultado del enojo que Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo hicieron tras ser bateados muchas veces, cuando aspiraron a la candidatura priista a la Presidencia.
La segunda, es que fue el inicio del fin del PRI, cuando esos tres santones no estuvieron de acuerdo con las reglas para elegir candidato presidencial y decidieron emprender una rareza en ese tiempo, nada menos que plantarle cara al poder del partido de Estado, con todo lo que ello significaba.
En donde muy pocos consideran que esa Corriente Democrática fue verdadera, fue que ese movimiento opositor era la izquierda de México. Más bien, fue el espacio propicio para posicionar el concepto del “neoliberalismo” como una forma metodológicamente válida para plantar cara a Miguel de la Madrid y Carlos Salinas de Gortari.
Pudiera ser que esta Corriente tuviera mucho de catarsis, si se considera que de ella saldría la candidatura presidencial de Cuauhtémoc Cárdenas, en una alianza que recuerda mucho al bloque opositor actual del PRD-PAN-PRI y que en esos años fue del Partido Auténtico de la Revolución Mexicana (PARM), el Partido Popular Socialista (PPS) y el Partido del Frente Cardenista de Reconstrucción Nacional (PFCRN).
La historia se ha repetido décadas después. En mayo de 1988, Heberto Castillo, candidato del Partido Mexicano Socialista (PMS) declinó en favor de Cárdenas Solórzano para iniciar la fusión de la que nacería el Partido de la Revolución Democrática. En su momento, Marcelo Ebrard haría algo parecido con López Obrador y así le fue.
Los fundadores de la Corriente fueron: Cuauhtémoc Cárdenas. Porfirio Muñoz Ledo, Ifigenia Martínez, Carlos Tello Macías, Rodolfo González Guevara, Ignacio Castillo Mena, Vicente Fuentes Díaz, Armando Labra Manjarrez, Cristóbal Arias Solís, Roberto Robles Garnica, Janitzio Múgica Rodríguez Cabo, César Buenrostro, Francisco Javier Ovando Hernández y Leonel Durán Solís.
Ifigenia fue de todo y sin medida en el PRD: miembro fundador, primera senadora de la República electa por el Distrito Federal representando a un partido de oposición para la LIV Legislatura, directora del Instituto de Estudios de la Revolución Democrática, diputada federal de la LVI Legislatura, secretaria de Finanzas del CEN, asesora económica de Cuauhtémoc Cárdenas, secretaria general del CEN, precandidata para la jefatura de gobierno del DF en 2000, secretaria de asuntos parlamentarios del CEN y, vicepresidente del órgano central de fiscalización.
Maestra en Economía por la Universidad de Harvard y alguna vez casada con el economista Alfredo Navarrete, ex director de Nacional Financiera, fue coordinadora económica de las campañas presidenciales de Andrés Manuel López Obrador.
Ifigenia fue cofundadora de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y asesora del secretario de Educación Pública, Jaime Torres Bodet, de 1958 a 1959; coordinadora de asesores del secretario de Hacienda, Antonio Ortiz Mena, de 1961 a 1965 y jefa de la Oficina de la secretaría de la Presidencia de 1965 a 1970, además de embajadora de México en Nueva York ante la Organización de las Naciones Unidas.
Dicen los que saben que ella dejó al PRD cuando se enteró que se daría la alianza con el PAN y más que integrarse a Morena, en realidad trabajó con López Obrador, cercanía que se confirmó el 1 de diciembre de 2018, cuando juntos llegaron tomados del brazo para que el tabasqueño rindiera protesta constitucional como Presidente.
Sobradamente, Ifigenia Martínez cumplió una vida llena de retos, competencias y éxitos.
Deja unos zapatos que difícilmente podrán llenarse. Descanse en paz.
De las anécdotas que se cuentan
Manuel Bartlett, secretario de Gobernación, y Cuauhtémoc Cárdenas, gobernador de Michoacán, pasaban las fiestas de fin de año en Morelia.
Más que su amistad, la relación de sus esposas era entrañable porque ambas eran hijas de migrantes republicanos de la península Ibérica.
Cuando nació la disidencia de la Corriente Democrática en el PRI, Bartlett no la vio mal porque era la oposición real a la designación de Carlos Salinas de Gortari como candidato presidencial.
Al final Miguel de la Madrid tomó la decisión y favoreció a su secretario de Programación y Presupuesto, dejando al titular de Gobernación en su puesto y como responsable de sacar adelante la elección que debería ganar el PRI.
De pronto, Acción Nacional designó al empresario sinaloense Manuel “Maquío” Clouthier como su aspirante a la presidencia, lo que prendió los focos amarillos en Los Pinos y Bartlett empezó a operar.
Es así como con partidos manejados desde Gobernación –PARM, PPS y PFCRN- crearon el Frente Democrático Nacional y nominaron como su candidato a Cárdenas.
Maquío no creció y Cuauhtémoc se volvió en el verdadero contendiente de Salinas de Gortari, lo que se fortaleció con la declinación de Herberto Castillo y que se sumará el Partido Mexicano Socialista al Frente.
Siempre existió una duda razonable, si el verdadero ganador de las elecciones presidenciales de 1988 fue el ingeniero Cárdenas, pero el Sistema reconoció a Salinas como Presidente.
Con los años, Bartlett demostró que nunca dejó su relación con Cuauhtémoc, quien estuvo a punto de ser Presidente, lo que impidieron desde Gobernación por razones de Estado.
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