En el sexto y último Informe de su Gobierno, el Presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que se va contento y con la conciencia tranquila por haber gobernado a los mexicanos, y agradeció al pueblo su respaldo en el 2018 para lograr la Cuarta Transformación; sin embargo, reconoció que aún hay pendientes que atender, a pesar de los logros alcanzados en estos seis años, como la reforma al Poder Judicial.
Ante miles de personas reunidas en un Zócalo colmado, el mandatario aprovechó para hacer una encuesta a mano alzada sobre quién prefieren que elija a los jueces, magistrados y ministros: el Presidente y los senadores o el pueblo de México; la votación fue unánime: los ciudadanos.
“A ver, que levanten la mano los que piensan que es mejor que a los ministros los elija, y a los jueces, el Presidente y los senadores, que levanten la mano”, dijo, ante abucheos de los asistentes contra el Poder Judicial y la presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Norma Piña.
El grito de “¡fuera Norma Piña, fuera Norma Piña!” fue contundente en la plancha del Zócalo, mientras el mandatario decía: “pues no veo a nadie”.
Desde el templete, preguntó entonces si es mejor que los elija la ciudadanía, a lo cual los asistentes levantaron la mano de manera unánime, y lanzaron gritos de ¡sí!. “Esto ayuda a entender cuál es el sentimiento del pueblo”, refirió el mandatario federal.
Aprovechó para mandar un mensaje al gobierno de Estados Unidos, para que socialicen la reforma judicial que envió el 5 de febrero pasado y se discutirá en los siguientes días en la Cámara de Diputados.
“Y también para que lo internalicen nuestros vecinos, amigos y vecinos de Estados Unidos, lo digo con todo respeto. Y que no olviden que la democracia en América, en Estados Unidos, comenzó eligiendo a los jueces, que no olviden eso, que en Estados Unidos así comenzó la democracia, eligiendo el pueblo a los jueces. Y si quieren bibliografía, que busquen La democracia en América, de Tocqueville; ahí está cómo se fundó esa gran nación, a partir de la democracia”, planteó.
Luego de dos horas de presumir sus logros, el Presidente aseguró que se va con la conciencia tranquila, “muy contento” y con la seguridad de que va a entregar la banda presidencial a una mujer honesta, preparada y de buenos sentimientos, como Claudia Sheinbaum.
En tres ocasiones, López Obrador lanzó arengas en favor de Sheinbaum Pardo desde el atril colocado frente a la puerta Mariana de Palacio Nacional. El mandatario fue quien organizó las arengas a la mandataria electa.
La primera fue cuando López Obrador hablaba del reinicio de una nueva etapa, con la construcción de más de dos mil 300 kilómetros de vías férreas. “Aquí aprovecho para felicitar a nuestra Presidenta electa, próxima Presidenta constitucional. ¡Presidenta! ¡Presidenta! ¡Presidenta!”, arengó.
Me voy también tranquilo porque a quien entregaré la banda presidencial por mandato del pueblo es una mujer excepcional, experimentada, honesta y, sobre todo, de buenos sentimientos, de buen corazón; afín a los principios fundacionales de nuestro movimiento.
Andrés Manuel López Obrador, Presidente de México
Minutos más tarde, el titular del Ejecutivo federal volvió a reconocer a Sheinbaum Pardo cuando abordó el tema de la construcción de carreteras en estados como Tamaulipas, Veracruz, San Luis Potosí, Morelos, Oaxaca y Veracruz.
“Es que me río, porque fíjense que es felicidad. Toco madera, pero imagínense, imagínense que no hubiese decidido el pueblo de México por la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo. ¡Presidenta!”, mencionó.
A la Presidenta electa le dedicó una tercera mención, tras señalar que nada lo hace más feliz que haber logrado, con el apoyo de los mexicanos, reducir la pobreza y la desigualdad en el país.
Frente a su esposa Beatriz Gutiérrez Müller, sus hijos, así como los miembros de su gabinete legal y ampliado, gobernadores y gobernadoras de todo el país, el Presidente de la República aseguró que el sistema de salud de México ya es mejor que el de Dinamarca.
Todavía es notorio el atraso que padecemos por el largo y tormentoso periodo en que el gobierno estuvo en manos de oligarcas insensibles
Andrés Manuel López Obrador, Presidente de México
“Ya es una realidad en 23 estados el sistema de salud universal y gratuito para personas sin seguridad social, conocido como IMSS-Bienestar. Este sistema de salud pública ya es más eficaz en el mundo. Dije que iba a ser el mejor, que iba a ser como en Dinamarca. No, no es como en Dinamarca, es mejor que en Dinamarca”, afirmó.
Hizo un reconocimiento y agradeció a todos los integrantes de las Fuerzas Armadas por su apoyo y respaldo para garantizar la paz, la tranquilidad y el progreso del país.
El Jefe del Ejecutivo federal dijo también estar “más que satisfecho por el desempeño leal, responsable y honesto de los secretarios de la Defensa Nacional y de Marina, el general Luis Cresencio Sandoval González y el almirante José Rafael Ojeda Durán”.
Más adelante, enfatizó que la economía de México creció un promedio de uno por ciento anual en su sexenio, con lo que ocupa ahora el lugar 12 en el mundo desde el sitio 15 previo.
“A pesar de la pandemia y de la crisis mundial desatada por la guerra entre Rusia y Ucrania, y luego de la caída de hasta 8.5 por ciento de la economía en el 2020, nos volvimos a levantar y del 2021 a la fecha hemos crecido 3.4 por ciento promedio anual”, manifestó.
Dijo que, con base en datos del Banco Mundial, de 2018 a 2023 “la pobreza en México pasó de 34.3 millones de personas a 24.7 millones; es decir, en cinco años, 9.5 millones de mexicanos salieron de la pobreza”.
Expuso también que “México está considerado como uno de los países más atractivos para invertir y hacer negocios”, al señalar un récord de 36 mil millones de dólares de inversión extranjera directa (IED) en 2023 y de 31 mil millones de dólares en la primera mitad del 2024.
Reportó más de 2.3 millones de empleos formales nuevos inscritos en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), hasta totalizar 22.38 millones, mientras que la tasa de informalidad cayó 4.2 puntos en el sexenio, hasta el 54.3 por ciento.
“Somos el segundo país del mundo, y eso que yo no prometí que iba a ser el presidente del empleo, con menos desempleo. En 2018, el salario promedio de los trabajadores inscritos en el Seguro Social era de 352 pesos diarios, hoy es de 587 pesos”, subrayó.
López Obrador cerró su mensaje con un “gracias, gracias de corazón”, y de inmediato exclamó que “viva el pueblo de México” y tres “¡Viva México!”, que a coro le respondieron sus simpatizantes.
En el Zócalo se refleja el traspaso del poder... y de la plaza política
Fue la última vez que el Presidente Andrés Manuel López Obrador se dirigió a sus huestes como sólo él sabe hacerlo, donde se siente más cómodo: en el templete de la plaza pública. Ahí, ante una plancha del Zócalo de la Ciudad de México colmada de personas afines a su política, el mandatario se despidió con un emotivo “¡gracias!”, y pasó de facto la estafeta y el bastón de mando a la próxima Presidenta, Claudia Sheinbaum, en una transferencia del poder, pero también un traspaso de la plaza política, la del país y de las luchas: la Plaza de la Constitución.
Así, con el poder que día a día se hace más sólido conforme se acerca su asunción el 1 de octubre, la mandataria electa fue mencionada y aclamada en cinco oportunidades, consagrada por las propias arengas del titular del Ejecutivo en tres de ellas —con el grito de “¡Presidenta, Presidenta!”—, quien al final de su discurso se retiró a su aposento y permitió que la exjefa de Gobierno capitalina fuera arropada por quienes habrán de trabajar de cerca con ella durante los próximos años, fundamentalmente los gobernadores morenistas, que cuidaron bien de salir en la foto con Claudia Sheinbaum.
El Ejecutivo federal fue recibido a su llegada al estrado en Palacio Nacional por Claudia Sheinbaum, a quien abrazó antes de dar su informe del adiós. “¡Es un honor estar con Obrador, es un honor estar con Obrador!”, fue el grito de una multitud, que desde la madrugada de este domingo arribó al Zócalo a escuchar el último mensaje del gobernante en la plaza, su plaza.
Además de dar a conocer avances en salud, educación, migración, economía, trabajo, seguridad y programas sociales, entre otros, López Obrador se refirió a Sheinbaum Pardo en cinco ocasiones y pareció estar satisfecho por el hecho de que vaya a haber continuidad en todos los asuntos que ha dejado pendientes, a juzgar por las alusiones que hizo de la Presidenta electa cuando preguntaba: “¿verdad, Claudia?”.
Los cartelones que llevaron los asistentes al Zócalo, tuvieron mensajes de apoyo tanto para Andrés Manuel López Obrador como para Claudia Sheinbaum, pues el grito de “no te vayas”, contrastó con el mencionado y repetido grito de “Presidenta”.
Al término del mensaje del Ejecutivo federal, se despidió de la gente y, de nueva cuenta, de Sheinbaum Pardo. Después, de inmediato se fue con su esposa, la escritora Beatriz Gutiérrez Müller, e ingresó a Palacio Nacional, dejando el escenario servido a la futura mandataria para que conviviera con los gobernadores y gobernadoras electos, como simbolismo del inicio de un nuevo ciclo.
En el escenario final sólo quedó la Presidenta electa, tomándose fotos y saludando a la gente, haciendo una presentación no oficial ante los mexicanos de su próxima Presidencia, lo que fue bien recibido por las personas que corearon su nombre en repetidas ocasiones.
Las gobernadoras de Campeche, Layda Sansores; Colima, Indira Vizcaíno; Quintana Roo, Mara Lezama; Guerrero, Evelyn Salgado, y la Jefa de Gobierno electa de la Ciudad de México, Clara Brugada, fueron las primeras en acercarse para tomarse la foto del recuerdo.
Posteriormente, los mandatarios de Oaxaca, Salomón Jara; Zacatecas, David Monreal; Sinaloa, Rubén Rocha; Ciudad de México, Martí Batres, y Sonora, Alfonso Durazo, se tomaron el tiempo para platicar con Sheinbaum Pardo y también plasmar la imagen con ella.
La imagen de Claudia Sheinbaum confirma lo que ha venido diciendo el Presidente desde hace semanas: que comenzó la transición del Gobierno federal, en la que en sus diversas visitas que han realizado por el país, señala que éste se queda en las mejores manos, ya que si bien la próxima Presidenta es una científica sumamente preparada, también es una persona honesta y de toda la confianza de López Obrador.
Por ello, en cada evento que tuvieron previo al informe, el Ejecutivo se dedicó a destacar los valores y virtudes de Sheinbaum Pardo, para arroparla de cara a su próxima administración.
Desde la madrugada de este domingo, cientos de personas arribaron a la Ciudad de México para estar presentes en el mensaje del mandatario federal.
Desde Guerrero, Puebla o el Estado de México, los simpatizantes arribaron en camiones, camionetas, autos particulares y, en muchos casos, por su propio pie, pues los más madrugadores quisieron los primeros lugares para ver lo más de cerca al Presidente.
“Esto es un adiós, pero te quedas en el corazón de todos; hasta siempre, Presidente”. “Amor con amor se paga; gracias por todo; usted nos enseñó a ser un mejor país”, fueron los mensajes que la gente escribió en sus mantas.
Pese a los 26 grados que se sintieron en la plancha del Zócalo, la gente no se movió y sólo sacó sombrillas, gorras y bancos para esperar todo el tiempo que duraría el mensaje: más de dos horas.
En todo momento se aplaudieron los logros de la Cuarta Transformación de estos últimos seis años, y los momentos de más emotividad fueron cuando el titular del Ejecutivo se refirió a los programas sociales y cuando fue presentada Claudia Sheinbaum; sin embargo, cuando el mandatario habló de la reforma judicial y de la elección de los jueces, magistrados y ministros, los asistentes comenzaron a gritar: “fuera Piña”, en referencia a la presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Norma Piña Hernández.
Al final, los simpatizantes se fueron en medio de un ambiente de nostalgia, pero también cargado de emotividad, entre el adiós al Presidente y la bienvenida a la primera mujer Presidenta.
Resisten de todo para escuchar al Presidente
Desde el frío de la madrugada para apartar un lugar, hasta el calor al acercarse el mediodía, resistieron los miles de asistentes que hicieron fila para presenciar el sexto y último Informe de Gobierno del Presidente, aunque miles no pudieron llegar y se quedaron en calles aledañas al Zócalo. Tamales y atole les ayudaron a apaciguar la espera, mientras que los vendedores ofrecían sus souvenirs del primer mandatario y de la futura Presidenta. Corridos, fandangos, coplas y música tradicional amenizaron la espera de los presentes.
Con información de La Razón
*BC