La controversia surgió en el boxeo femenil de los Juegos Olímpicos de París 2024, pues en el duelo preliminar de los 66 kg, la italiana Angela Carini se rindió en tan solo 45 segundos ante Imane Khelif, de Argelia, atleta que fue suspendida del Campeonato Mundial de Boxeo Amateur en Nueva Delhi en 2023, por fallar en sus pruebas de género.
En dicho test, a la argelina se le había encontrado exceso de testosterona, destacando presencia de cromosomas XY, como los hombres, en lugar de XX como las mujeres, lo que ocurrió también con la taiwanesa, Lin Yu-ting, quien también participa en París 2024.
De esta forma, durante el combate, Angela Carini decidió renunciar al combate tras los primeros golpes, argumentando que “le habían dolido mucho”, así que a los 45 segundos ya le había dado la victoria a Imane Khelif, quien clasificó de esta forma a Cuartos de Final.
Argelia acusa discriminación
La polémica desde su descalificación en el Campeonato Mundial de Boxeo ha generado la indignación de la atleta y del comité olímpico argelino, quienes argumentan discriminación porque ya ha competido en numerosas competencias en la rama femenil, incluyendo los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
Al respecto, tanto Imane Khelif como Lin Yu-ting siempre han competido como mujeres y no se identifican como deportistas transgénero, por lo que el COI les brindó su respaldo previo a su participación olímpica.
En Italia estaban preocupados desde la víspera de la pelea
La ministra italiana de Familia, Natalidad e Igualdad de Oportunidades, Eugenia Roccella, mostró este miércoles una “gran preocupación” por la admisión en la competición olímpica de boxeo femenino de “dos transexuales, hombres que se identifican como mujeres y que, en cambio, en las últimas competiciones habían sido excluidos”.
“Es sorprendente que no existan criterios ciertos, estrictos y uniformes internacionales, y que precisamente en los Juegos Olímpicos, un acontecimiento que simboliza la equidad deportiva, se pueda sospechar, y mucho más que sospechar, una competencia desigual e incluso potencialmente arriesgada para uno de los contendientes”, dijo la ministra del Gobierno de la ultraderechista, Giorgia Meloni, conocida por sus posturas conservadoras respecto a la familia y la sexualidad.
Poco después, el Comité Olímpico Italiano (CONI) anunció que “se ha activado junto con el Comité Olímpico Internacional (COI) para que los derechos de todos los y las atletas se ajusten a la Carta Olímpica y a las regulaciones sanitarias”, en un escueto comunicado.
Aunque ni la ministra ni el CONI hacen referencias explícitas, sus declaraciones se produjeron un día antes de que la italiana, Angela Carini, se enfrentara en el peso welter del torneo olímpico de boxeo a la argelina Imane Khelif, excluida de la final del Mundial por sus altos niveles de testosterona, pero que sí fue admitida en los Juegos Olímpicos.
“La presencia de personas transexuales en las competiciones deportivas implica, por tanto, la necesidad de identificar y garantizar requisitos de admisión estrictos, ciertos e inequívocos para una competición honesta y equilibrada. Máxime cuando se trata de deportes que implican un combate cuerpo a cuerpo entre deportistas, un enfrentamiento físico directo que puede poner en peligro y dañar a la persona”, insistió Roccella.
Con información de Fox Sports
*BC