En la Copa América la selección de Argentina salvó a su estrella y capitán Lionel Messi, quien falló desde los once pasos a la hora de la verdad.
La Albiceleste sufrió para vencer en serie de penaltis a Ecuador (4-2) y clasificarse a semifinales donde espera al ganador del juego entre Canadá y Venezuela, después de que en tiempo regular el partido quedó empatado a un tanto.
En la agonía del encuentro, todo se le vino abajo a Argentina, que había aguantado la ventaja desde la primera parte (35’) cuando Lisandro Martínez los puso en ventaja. Ecuador, que fue el que más propuso, el que dominó el juego, y el que mereció ganar, encontró su premio mediante Kevin Rodríguez (90+1’).
El VAR tardó varios minutos en legitimizar el gol ecuatoriano —lo que levanta serias especulaciones acerca del favoritismo de los organizadores de la Copa hacia Argentina— no se encontró nada y el empate se dio mandando a la definición por penaltis.
Ahí el drama se volvió terror cuando Lionel Messi, el infalible, mandó su cobro a lo Panenka al poste. Pero Dibu Martínez, quien detuvo los dos primeros disparos ecuatorianos, para que el resto de sus compañeros hiciera el resto del trabajo.