Así como se critican malas decisiones gubernamentales, en especial en el sector Salud, vale la pena destacar cuando las autoridades asumen medidas acertada, por ejemplo: que el país acelere la aplicación de vacunas de refuerzo para proteger a su población frente a Ómicron.
El presidente Andrés Manuel López Obrador anunció ayer que a partir del próximo sábado 8 de enero les tocará a los maestros, el primer grupo prioritario después de médicos y adultos mayores de 60 años.
Destaca que los refuerzos se harán con Moderna, tras una donación de la Casa Blanca de 2,7 millones de dosis. López Obrador insistió que el país está preparado ante la aparición de la nueva versión del coronavirus, mucho más contagiosa que las anteriores, y confía en que no se traducirá en un aumento súbito en hospitalizaciones y defunciones en las próximas semanas.
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“No hay que alarmarnos, que no nos infundan miedo”, pidió en su Mañanera de ayer martes.
El país cerró 2021 con más de 10 mil contagios nuevos de Covid, la cifra más alta en tres meses, y abrió 2022 con casi 11 mil positivos.
“Hay que esperar, no diría que hay una cuarta ola porque no hay hospitalizaciones”, insistió López Obrador.
Pero los datos oficiales presentados empiezan a reflejar un aumento de casos. “Ómicron nos permite ver un mayor contagio, pero vemos una ocupación de camas mucho menor”, precisó el secretario de Salud, Jorge Alcocer.
En la conferencia se habló del caso de la Ciudad de México, pero no se hizo ninguna mención sobre el avance del virus en zonas turísticas como Baja California Sur, donde hay una tasa de casos activos que es 14 veces mayor a la nacional, o Quintana Roo, donde es casi cuatro veces más alta que el promedio de todo el país.
En Palacio Nacional volvieron a pedir tranquilidad a la población, en un momento en que varios especialistas critican su política para combatir la pandemia. El presidente ha intentado posicionar dos mensajes: que Ómicron tiene síntomas menos graves que las variantes anteriores y que la vacunación es suficiente para hacerle frente.
“La buena noticia es que esta variante no afecta como la anterior”, ha enfatizado el presidente, “la buena noticia y la más importante es la vacuna, eso es lo que nos ha protegido”.
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Hasta ahora, las principales críticas a las autoridades mexicanas son por el rezago en la aplicación de vacunas de refuerzo y las dudas sobre la capacidad de vacunas suficientes para este año.
El anuncio de la vacunación de refuerzo al personal del sector Educativo pretende detener los señalamientos, pero también se dieron otros informes para combatir la incertidumbre. “Tenemos vacunas pagadas hasta el mes de julio, todo lo que se requiere de refuerzo”, insistió López Obrador.
El secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, declaró que aún se esperan alrededor de 50 millones del mecanismo Covax, que llevan prácticamente un año de retraso, lo que ha dejado entrever molestia de las autoridades mexicanas.
La donación de Moderna, una vacuna de tipo ARN mensajero, de las que más efectividad han demostrado frente a Ómicron, está dividida en dos embarques.
El primero de 1,2 millones de dosis se utilizará para cubrir la demanda para los profesores de 16 Estados y el segundo, previsto de llegar a más tardar el 10 de enero, para atender a la otra mitad del territorio con 1,5 millones de dosis.
El grueso del personal docente, estimado en más de tres millones de maestros, había pasado casi ocho meses desde que fue vacunado por primera vez contra Covid con la vacuna china Cansino. Por todo ello vale la pena reconocer la decisión y el esfuerzo del gobierno mexicano para aplicar el refuerzo al personal de las instituciones de educación del país.
De las anécdotas que se cuentan
Para no pocas personas, particularmente las que tengan menos de 30 años de edad, es posible que el nombre de Carlos Ahumada Kurtz no les diga mucho. Una búsqueda sencilla en Internet puede resolver el problema.
Lo que ha llamado la atención de los analistas es la fijación obsesiva de Andrés Manuel López Obrador para producir culpables, basado en una década si acaso. A falta de capacidad para investigar en serio, el gobierno inventa delincuentes sacándolos de esos años, sin importar nada más.
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Solo para variar, llegó la ocurrencia de inventar cargos a Carlos Ahumada Kurtz, por supuesta evasión fiscal. Claramente fastidiado, Ahumada le mandó un mensaje a López Obrador, advirtiéndole que pondrá contra las cuerdas a varios de los leales al presidente, si lo siguen persiguiendo.
Indudablemente, Ahumada no está echando bravatas.
Literalmente, es el pionero en el arte de videograbar personas, para después filtrar el material en cualquier medio de comunicación. Y de que tiene material, seguramente tiene para montar una videoteca.
Al parecer, los candidatos a fungir como objetivos de Ahumada son tres:
- Thalía Lagunas, quien fue nombrada Oficial Mayor de la Secretaría de Hacienda cuando Raquel Buenrostro fue enviada al SAT.
- Reyna Basilio, quien tiene una función de lo más interesante para cualquier investigación periodística, es la encargada de las licitaciones y adjudicación de contratos de bienes y servicios de Pemex. Por si se pidiera más, Basilio fue la Administradora de Contratos de Proyecto Metro para el Gobierno de la Ciudad de México.
- Y, Horacio Duarte, quien es el director general de la Agencia Nacional de Aduanas de México y fue administrador general de aduanas del SAT. Duarte fue representante de Morena ante el Consejo General del INE.
El porqué de la persecución de López Obrador es evidente.
Además de que lo conecta con sus obsesiones neoliberales, Ahumada se ganó un lugar en la memoria presidencial por haber grabado a René Bejarano recibiendo dinero, por haber sido pareja de Rosario Robles, y por llenar los bolsillos de Carlos Imaz, cuando era esposo de Claudia Sheinbaum.
Dicen los malosos que, para Palacio Nacional, los culpables no son los que han cometido un delito y se les ha demostrado.
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Los culpables son aquellos que engordan al caldo de la sucesión, al ritmo de un tango vergonzoso: el de su naturaleza como forma de gobierno.
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*ARD