El Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) sigue sin estabilizarse aun cuando recibió mil 629 millones de pesos en subsidios del gobierno federal este ha generado un déficit de mil 301 millones de pesos.
El subsidio de la AIFA es similar al costo similar al del avión presidencial, por mil 659 millones.
La terminal de Santa Lucía, en el Estado de México, tuvo entradas por 289 millones de pesos en su primer año, pero sus gastos sumaron mil 590 millones, un déficit de mil 301 millones.
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En su primer año de operación, el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) recibió mil 629 millones de pesos en subsidios del gobierno federal, monto que es similar a la compraventa del avión presidencial, por mil 659 millones.
“Ahora el gobierno convierte en deuda pública algo que no lo era, porque todos estos [subsidios] son recursos públicos y es una cantidad importante que se le inyecta mes a mes al AIFA”, añadió.
La Secretaría de Hacienda le ha transferido mil 629 millones de pesos provenientes de los impuestos que pagan todos los mexicanos, con el objetivo de que la terminal mexiquense no reporte pérdidas y siga operando.
“Los proyectos de aeropuertos complementarios deben inaugurarse cuando sí están listos para no tener que incurrir en mayores subsidios y requieren de un proceso de maduración.
El Felipe Ángeles fue inaugurado el 21 de marzo del año pasado y, desde entonces, destina el grueso de los recursos para pagar los sueldos del personal y arrendamientos, así como para comprar materiales y suministros.
Desde su punto de vista, el AIFA seguirá “quemando dinero” hasta que pueda operar con sus propios ingresos.
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Juan Carlos Machorro, socio de la firma Santamarina y Steta y experto en derecho aeronáutico y aeroportuario, explicó que el Felipe Ángeles recibe estos subsidios porque, como aeropuerto complementario, era previsible que no reportara números negros de la noche a la mañana. Sin embargo, se abrió cuando todavía no estaba lista ni siquiera la conectividad terrestre, pues el Tren Suburbano sigue sin llegar hasta allá.
“El Presidente está presionando para que el punto de equilibrio se alcance a fines de 2023, pero hay estudios y opiniones calificadas de organismos internacionales que apuntan a que en realidad el punto de equilibrio se alcanzará hasta finales de 2024”, agregó.
Mientras el AIFA no opere a su máxima capacidad, la mayoría de los viajeros que transitan por el AICM se enfrentarán a una pobre experiencia porque está saturado y, para estas fechas, ya no debería operar, dijo Machorro.
“Haber cancelado el proyecto de Texcoco fue lo que dio al traste con todo esto y sigue costando dinero al erario, porque el proyecto de Texcoco se iba a pagar con la TUA de los pasajeros, no con dinero del gobierno”, mencionó Machorro.
Se prevé que en julio todas las operaciones de carga del Benito Juárez se muden al Felipe Ángeles, lo que podría darle un impulso en movimiento e ingresos. El Universal