El río Bravo conocido como río Grande, en Estados Unidos, se está quedando seco, pequeños charcos de agua hay en el camino y peces de diversas especies está muriendo y otras están al borde de la extinción.
Biólogos de Albuquerque recorren un extremo del río y se acercan a rescatar los peces en charcos de aguas residuales de empresas pero en especial buscan que sobreviva un pez en especial, se trata del carpa Chamizal.
El carpa chamizal está dentro de la lista de especies en extinción de Estados Unidos y las probabilidades que sobreviva fuera de su hábitat es de un 5 % debido al estrés, resequedad y el cambio forzado a tramos del río donde todavía fluye el agua
Es la primera vez que el río está seco, con corrientes de agua intermitentes, el chamizal se adaptó a todo a años de sequías, temperaturas altas, pero esta temporada de lluvias imprevisible acaban con lo poco que queda de su hábitat, su única esperanza son las lluvias y sino suceden a la brevedad este desaparecerá.
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El cambio climático avanza y este es uno de sus efectos, además las deviaciones que se hacen río para el uso industrial, el riego de jardines, además, del uso agrícola, donde las personas dedicadas al campo se han negado a dejar de usar el agua pese a que se les ha propuesto que se les pagaría, todo esto en conjunto está trayendo la muerte del río.
Una forma de hacer llegar más agua al río es traerla de embalses río arriba. Pero este año Nuevo México no ha podido almacenar más agua que de costumbre por una deuda que tiene con Texas. En medio de la peor sequía que vive el oeste de Estados Unidos en mil 200 años, las lluvias de junio no trajeron suficiente agua al río.
Son muchos personas que dependen del río para sobrevivir agricultores dedicados a diversos cultivos como el heno se niegan a dejar de usar el agua ya que consideran que esa noche es la solución, este es un problema multifactorial que parece que coincide.
*OC