La historia que compartimos hoy quizá se encuentre en un punto medio entre ambos extremos. Posiblemente el viaje en el que se encontraba esta persona era uno placentero, aun cuando el desenlace o las circunstancias que lo rodearon no hayan sido los mejores.
El caso ocurrió en la ciudad de Ituzaingó, en la provincia argentina de Corrientes, en donde la tranquilidad de la tarde de este 19 de mayo se vio de pronto interrumpida por una mujer que corría desnuda en la vía pública.
Pero por si esto no fuera ya suficientemente extraordinario, la mujer recorrió varias calles antes de arribar a un desenlace que sin duda en su mente le pareció lógico o natural: arrojarse al río Paraná, uno de cuyos afluentes cruza por el poblado.
Dado que las autoridades pertinentes ya habían sido alertadas desde que se vio correr a la mujer desnuda, al momento en que ésta se lanzó al río había personal preparado para rescatarla, por lo cual la mujer resultó ilesa y con vida de su acto.
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Al notar su estado, elementos de la policía la trasladaron a un hospital local, en donde recibió asistencia médica.
Ya más tranquila y en posesión de sí, la mujer hizo saber a las autoridades que había consumido un tipo de hongo alucinógeno conocido en la región como cucumelos (Psilocybe cubensis), especie que en su composición contiene las sustancias psicoactivas psilocina y la psilocibina. Cabe mencionar que los cucumelos se conocen en España como gotzi o monguis y en México como “hongos de San Isidro”.
En la rutina antes mencionada, Bill Hicks se preguntaba: "¿Qué tal una historia positiva sobre LSD? Eso valdría la pena". No podemos saber si el caso de esta mujer calificaría así, pero si ella, en su "viaje", tuvo algún descubrimiento de conciencia, sin duda todo el incidente estaría más que justificado.
*BC