La noche del sábado, mientras Saúl Canelo Álvarez peleaba en Las Vegas, Nevada, autoridades capitalinas asestaron un duro golpe contra la Unión Tepito al detener a varios de sus integrantes, entre ellos algunos cabecillas.
Agentes del equipo de inteligencia de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), junto con personal de la Unidad Metropolitana de Operaciones Especiales (UMOE), irrumpieron el pasado 7 de mayo en el número 23 de la calle Manuel de la Peña y Peña, casi esquina con González Ortega, en la colonia Centro.
Allí fueron detenidos José Jonathan “N”, El Barbas; Germán “N”; Ricardo “N’”; Luis “N” y Cristian Fernando “N”, así como Marco Antonio “N”, hermano de El Tun Tún.
El Tun Tún ha sido identificado, mediante trabajos de inteligencia de la policía capitalina, como jefe de extorsionadores y cabecilla del cártel; se sabe que su área de operación abarca varias calles de Tepito, también conocido como el “Barrio Bravo”: Manuel Doblado, Peña y Peña y República de Costa Rica.
El Barbas fue identificado como operador de El Bola y El Michel, que a su vez fueron identificados como los sucesores de Fernando Sánchez Medina, alias El Fernandito, quien fue capturado por autoridades capitalinas en la alcaldía Álvaro Obregón mientras se trasladaba en un vehículo de lujo.
El Fernandito ha sido señalado como uno de los principales operadores de la Unión Tepito en la alcaldía Cuauhtémoc de la Ciudad de México.
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El operativo en el que fueron detenidos los miembros del cártel quedó asentado en la carpeta de investigación con número de expediente CI-FIERVT/ORIENTEII/UI-4 S/D/00357/052022, e iniciada por los delitos contra la salud y encubrimiento por receptación.
Junto con los detenidos, los agentes de la SSC aseguraron 48 bolsas con marihuana, 50 paquetes con cocaína y tres placas con reporte de robo. Los detenidos fueron puestos a disposición del Ministerio Público de la Fiscalía General de Justicia (FGJ) de la Ciudad de México.
Actualmente, autoridades de la Ciudad de México presumen la desarticulación de grupos como la Unión Tepito, pero han implementado estrategias ante alertas que pudieran derivar de subdivisiones de criminales para seguir con actividades ilícitas como el narcomenudeo.
Las atomizaciones de grupos criminales no son algo nuevo en el país, pues se trata de un proceso que desencadena al atacar a quienes lideran cárteles o células. De ahí derivan quienes quieren mantenerse en el negocio aprovechando condiciones geográficas que les permiten consolidar un bastión regional, por ejemplo, al establecer en rutas de trasiego o aprovechando obtención de rentas por la economía que se desarrolla en esas zonas.
Por décadas, Tepito se ha caracterizado como un sitio donde opera la venta de productos robados, de contrabando, así como el narcomenudeo. A menudo se le considera un barrio sin Ley, porque las autoridades se mantienen al margen de los problemas cotidianos que esta zona enfrenta.
Los policías rara vez entran al Barrio Bravo, que la mayor parte del tiempo vive como una comunidad autónoma, donde sobrevive el más fuerte. A la par de esa falta de intervención es como han crecido las bandas delictivas que, con la extorsión a comerciantes, como el comercio de drogas, ganaron poderío para expandirse por alcaldías circunvecinas.
*BC