El 8 diciembre de 2018, Gustavo Díaz Sánchez compartió un mensaje en sus redes sociales.
En ese año, Díaz Sánchez era presidente municipal de Cosolapa, Oaxaca (2005-2008) y lo repetiría tiempo después (2010-2013), sin omitir su paso como Recaudador de Rentas del mismo municipio (2009-2010) y, como coordinador de Caminos y Aeropistas de Oaxaca (2008-2009) cuando el gobernador de la entidad era Ulises Ruiz.
Hace unos días fue detenido en Amozoc, Puebla, acusado de secuestro y extorsión además de controlar un vasto territorio para el Cartel Jalisco Nueva Generación.
Dice la redacción de Díaz Sánchez, a quien apodan “El Gato”: “Desde #Cosolapa, mi hijo Gustavo Díaz Rosas “Pino” le da la bienvenida a nuestro Diputado Federal Benjamín Robles Montoya y reafirma nuestro compromiso con la Cuarta Transformación; el legislador acudió a nuestro municipio a presentarnos el plan de trabajo del Gobierno de México y de él, como integrante del Congreso Federal”.
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Como se observa en la redacción de Facebook, Díaz Sánchez hablaba de “nuestro diputado federal” refiriéndose a un petista, Benjamín Robles Montoya; sin embargo, los cargos que el primero había tenido en el pasado, fueron bajo los auspicios del PRI.
Pasaron los años y a su palmarés, Díaz Sánchez agregaría ser diputado por el Distrito XXV de la LXII Legislatura en el Congreso oaxaqueño (2013-2016); sin embargo, el 4 de noviembre de 2021, sería detenido por elementos de Fuerza Civil en Fortín de las Flores.
Díaz Sánchez había acudido a intentar liberar su hijo José Alberto, “El Pelón”, pero también fue detenido, al parecer por portar un arma sin la correspondiente licencia. Para algunos, fue un momento de rareza en términos de justicia; para otros, de timing político: en menos de cuatro días fue vinculado a proceso.
En tal lógica, no tomó protesta como diputado local. Siguiendo el estilo 4T, no solo fue detenido Díaz Sánchez y su hijo José Alberto; de paso, sus dos abogados también.
En Veracruz y Oaxaca se decía que Díaz Sánchez andaba en malos pasos. Lo que llamó la atención fue la celeridad y el timing para detenerlo, con el gobernador Cuitláhuac García Jiménez dando cuenta en las redes sociales, de lo que acontecía.
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Gustavo Díaz Sánchez había ganado por segunda ocasión la elección en el Distrito Local 01 en junio de 2021. Finalmente, de la acusación por portar arma de fuego sin la licencia correspondiente, pasó a delitos contra la salud.
El 6 de marzo de 2022, aún no existía una sentencia definitiva para (el diputado electo) Gustavo Díaz Sánchez y la Sala Regional Xalapa del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación determinó que “aún continúa vigente sus derechos políticos electorales, por lo que se suspendió provisionalmente la elección extraordinaria en el Distrito Local 01 con cabecera en Acatlán de Pérez Figueroa”.
“La Sala Xalapa determinó revocar la sentencia del Tribunal del Estado de Oaxaca y el Decreto emitido por la LXV Legislatura Local, respecto a declarar vacante el cargo de diputación en el Distrito 1 de Acatlán de Pérez Figueroa”, dice un parte informativo.
Esto significa que, en prisión, Díaz Sánchez sigue moviéndose, pese a las acciones que dos fiscalías estatales siguen en su contra.
Las cosas no habían terminado para esta familia.
El 31 de marzo, una operación conjunta de la Comisión Nacional Antisecuestro (CONASE), el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y la Marina Armada, detuvo a Gustavo, en Amozoc, Puebla.
El boletín oficial de su detención señala que Gustavo “N”, era responsable de una vasta zona que cubre la Cuenca del Papaloapan, para el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Y se le vinculaba en la ejecución del periodista de “El Mundo de Córdoba”, Julio Valdivia.
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La razón por la que las fiscalías de Veracruz y Oaxaca intervinieron en la búsqueda y captura de Gustavo “N”, fue porque lo acusan de secuestro, extorsión y narcomenudeo en Omealca, Tezonapa y Cosolapa.
Hay duda si tales detenciones no podrían venirse abajo, considerando las probadas capacidades de los abogados involucrados en la defensa de los Díaz y, que ya quedó claro que aún en prisión, a uno de ellos le dio la razón la Sala Regional Xalapa del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
Apuntan que, en derecho, se juzga lo que se puede demostrar, no lo que se quiere demostrar. No podemos ignorar que son más que simpatizantes del presidente López Obrador y de la 4T y por tanto de la movilización en esa región el próximo domingo para el proceso de Revocación de Mandato.
Valga lo anterior como un apunte para el futuro en la impartición de justicia de Veracruz y Oaxaca, sólo que por los hechos pronto estará involucrada Puebla, al tiempo.
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