Atlixco celebra el 59° Huey Atlixcáyotl con música, danza y tradición
Atlixco, Pue. Con los primeros rayos del sol acariciando las laderas del cerro de San Miguel, el municipio de Atlixco se vistió de gala para conmemorar una de sus festividades más importantes: el Huey Atlixcáyotl. En 2024, esta celebración alcanzó su edición número 59, atrayendo a cientos de visitantes que ascendieron al emblemático Netotiloyan, la Plazuela de la Danza, donde la música y la tradición resonaron con más fuerza que nunca.
En la mañana del domingo, el eco de las mañanitas en honor a San Miguel Arcángel inundó la atmósfera, marcando el inicio de una jornada festiva que, desde hace casi seis décadas, ha reunido a danzantes de toda la región para rendir homenaje a las raíces indígenas de Puebla. Desde temprano, una multitud de espectadores se congregó a lo largo de la empinada cuesta que conduce al cerro, dejando atrás el bullicio de la ciudad para adentrarse en un espacio donde las costumbres y el folclor permanecen vivos.
Según el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), esta tradición tiene sus raíces en las primeras danzas que se celebraban en Atlixco, cuando las comunidades de la región convergen para compartir sus expresiones culturales. Este año, 15 danzas tradicionales se presentaron con fervor, destacando el baile del Convite, las Calabazas de Atlixco, la Danza de los Vaqueros del Señor de Coculco de Ajalpan, y la Danza de Tocotines de Atempan. Sin embargo, la atención del público se centró en la danza invitada de este año: la emblemática Danza del Venado de Sonora, que transportó a los asistentes al norte del país con su ritmo y misticismo.
La festividad, que se celebra el último domingo de septiembre, se ha convertido en una cita imperdible para amantes de la cultura, tanto locales como extranjeros. Entre ellos, doña Ángela, una mujer de 65 años originaria de la Ciudad de México, quien planeó su visita con meses de antelación. “Nunca había venido y todo es muy bonito. Me siento contenta. Sus danzas, sus vestimentas, y sobre todo que los más pequeños participen en este gran evento, es algo que no se ve en otras partes”, comentó emocionada tras subir la empinada cuesta.
A las 10 de la mañana en punto, el gobernador de Puebla, Sergio Salomón Céspedes Peregrina, acompañado de su esposa y de la presidenta municipal de Atlixco, Ariadna Ayala, cortó el listón inaugural para dar inicio formal al Huey Atlixcáyotl.
El entusiasmo de la audiencia se hizo sentir a lo largo del día. En las gradas, familias enteras bailaban al compás de los diferentes sones, mientras los danzantes recorren el lugar invitando a los presentes a probar mezcal, pulque, pan artesanal y alegrías. No faltaron las canastas de carrizo llenas de productos típicos que los mismos danzantes repartían como muestra de hospitalidad y agradecimiento.
Uno de los momentos más esperados fue la presentación de la Danza de los Voladores, una de las más solemnes de la jornada. El público, en absoluto silencio, observó cómo los cinco danzantes se elevaron al cielo desde el poste central, girando con precisión y gracia hasta descender en armonía con la música. Un espectáculo que, a pesar de repetirse año tras año, no deja de maravillar a propios y extraños.
Al término de la última danza, se invitó a los ciudadanos a unirse a los danzantes en el escenario, cerrando así la jornada con un sentido de comunión y hermandad. Atlixco despidió su 59° Huey Atlixcáyotl con la promesa de un próximo año aún más grandioso, cuando la celebración alcance sus seis décadas de existencia.
*ARD