Fenómenos naturales constantes detonan nuevas formas para construir
Puebla, Pue. En un mundo cada vez más afectado por fenómenos naturales, la Ingeniería Civil se enfrenta a retos crecientes para garantizar la seguridad de las obras de infraestructura, señaló Eduardo Ismael Hernández, profesor investigador de la Facultad de Ingeniería Civil de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Upaep).
Subrayó la importancia de formar especialistas capaces de mitigar los riesgos asociados a desastres naturales.
Dijo que a través de un nuevo programa de posgrado en Ingeniería de Riesgos de las Construcciones, la Upaep busca preparar a los ingenieros para enfrentar estos desafíos.
"Los ingenieros civiles tenemos una labor fundamental en la construcción de infraestructura que sea segura y resiliente", destacó Ismael Hernández.
México, por su ubicación geográfica, está expuesto a múltiples amenazas naturales, desde terremotos hasta huracanes. El Servicio Sismológico Nacional reporta un promedio de 20 mil sismos anuales en el país, lo que significa que ocurre un temblor cada 17 minutos, aunque muchos no sean perceptibles por su baja magnitud.
Eduardo Ismael señaló que la construcción en un país como México, expuesto a movimientos geodinámicos y fenómenos hidrometeorológicos, como huracanes y lluvias torrenciales, debe considerar el entorno físico desde la etapa de planificación y diseño.
El colapso reciente de dos anuncios espectaculares en Puebla, debido a vientos fuertes, es un recordatorio de la importancia de construir con seguridad.
“No podemos echar la culpa a los fenómenos naturales, debemos prevenir estos incidentes con una ingeniería adecuada", afirmó el especialista.
Además de los terremotos, México ha enfrentado huracanes devastadores, como el caso del huracán Otis en 2023, que afectó gravemente a Acapulco. Estos fenómenos meteorológicos intensos, cada vez más comunes debido al cambio climático, plantean nuevos retos para los ingenieros, quienes deben adaptarse a condiciones extremas que antes eran consideradas atípicas.
Enfatizó la necesidad de una capacitación constante para reducir los riesgos asociados a los fenómenos naturales. "La capacitación de futuros ingenieros es clave para evitar colapsos y minimizar los daños ante desastres", dijo.
Además, destacó el impacto económico que estos fenómenos pueden tener, como el terremoto en Chile en 2010, que representó un costo del 15 por ciento del PIB de ese país.
Finalmente, el profesor advirtió sobre la necesidad de mejorar las infraestructuras urbanas, como los sistemas de drenaje, que en ciudades como Puebla han sido superados por las lluvias intensas. "El cambio climático ya es una realidad, y debemos adaptarnos a estos eventos que ya no serán atípicos", concluyó.
*BC