Científicos e investigadores podrían migrar sin apoyos del Conacyt
Puebla, Pue- La Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Upaep) señaló que la comunidad científica está preocupada por la nueva Ley General en materia de Humanidades, Ciencias, Tecnologías e Innovación, en sustitución del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y dio paso a la creación del nuevo Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias, Tecnologías e Innovación, donde se espera que se tomen algunas medidas para tratar de revertir esta propuesta de Ley ya dictaminada en comisiones, porque el daño puede ser muy letal para México, subrayó Eugenio Urrutia Albisua, vicerrector de Investigación de dicha casa de estudios.
El académico advirtió que mucho talento mexicano en el campo de la investigación buscará nuevos horizontes en otros países y recordar que el Sistema Nacional de Investigadores fue creado para retener el talento mexicano en el país a través de un estímulo económico que si bien no resuelve los problemas económicos de las personas, por lo menos era un incentivo para quedarse en México, ahora será más difícil retenerlos porque incluso las reglas del juego no están muy claras, inclusive para los miembros del Sistema Nacional de Investigadores e instituciones públicas.
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Agregó que en estos momentos hay pesimismo, hay tristeza en la comunidad académica y en conjunto buscarán revertir esta situación que nada abona para el futuro científico del país.
Mencionó que es el caso de la academia de ciencias, de ingenierías y la academia de medicina, manifestaron su desacuerdo por lo sucedido en días pasados con la aprobación de la nueva ley, “porque no es que desaparezca el Conacyt, sino que cambia la forma de operar”, reiteró el vicerrector.
El nuevo organismo no contempla el consenso de la comunidad académica. Hubo un acuerdo con las instituciones de educación, con los centros de investigación, con la comunidad científica de llevar a cabo siete foros abiertos en la Cámara de Diputados, en dos comisiones, en la de Ciencia y Tecnología y en la de educación, de esas siete comisiones sólo se hicieron dos, cinco que estaban comprometidas simplemente se dejaron de hacer de una manera unilateral, faltando al compromiso que se había adquirido.
Por lo tanto, la ley que queda aprobada en comisiones, lamentablemente no tiene el consenso del universo académico del país, tanto de instituciones públicas como privadas, muchos científicos nacionales han manifestado claramente su oposición a la nueva estructura de gobierno del CONACYT y de su funcionamiento.
Finalmente, acusó que la Junta de Gobierno del nuevo organismo cuenta con trece secretarías de estado del Gobierno Federal con voz y voto, pero, sin la voz y voto de los académicos del país y de las universidades.
*ARD