Bombardeos israelíes causan más de 350 muertos en Libano: Día más mortífero desde 2006
Los bombardeos llevados a cabo por Israel resultaron en la muerte de al menos 356 libaneses, incluyendo 24 menores de edad, el lunes 23 de septiembre, convirtiéndose en el día más letal para el Líbano desde la guerra de 2006 entre Israel y Hezbolá. El ejército israelí advirtió a la población del sur y este del país que evacuara antes de una ofensiva aérea más extensa contra el grupo político-militar.
En respuesta a la escalada de violencia, miles de libaneses abandonaron el sur, y la principal carretera que conecta el puerto de Sidón con Beirut estuvo colapsada por vehículos, marcando el mayor éxodo desde los combates de 2006. El Ministerio de Salud de Líbano reportó más de 1,240 heridos, un golpe devastador para un país que aún se recupera de los estragos de explosiones recientes.
La cifra de fallecidos supera incluso la del devastador estallido en el puerto de Beirut en 2020, que dejó al menos 218 muertos y más de 6,000 heridos.
Netanyahu urge a la población a evacuar
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, emitió un mensaje en video a los civiles libaneses, instándolos a tomar en serio las advertencias israelíes y a evacuar las áreas de peligro: “Por favor, salgan ahora. Una vez que termine nuestra operación, podrán regresar a sus hogares de forma segura”, afirmó.
El ejército israelí reportó un ataque selectivo en Beirut sin proporcionar muchos detalles. Según la agencia estatal de noticias libanesa, tres misiles impactaron el vecindario Beir al-Abed, mientras que la televisión de Hezbolá, Al-Manar TV, informó que seis personas resultaron heridas. La policía estableció un cordón alrededor del área, impidiendo el acceso a periodistas.
Medidas del gobierno libanés
El ministro de Salud, Firass Abiad, denunció que los ataques aéreos habían alcanzado hospitales, centros de salud y ambulancias. Como respuesta, el gobierno decidió cerrar escuelas y universidades en gran parte del país, además de preparar albergues para los desplazados del sur.
El ejército israelí declaró haber atacado unas 800 instalaciones, apuntando a arsenales de Hezbolá, con bombardeos que también afectaron áreas en el sur y en el Valle del Beká, al este. Por su parte, Hezbolá indicó que lanzó decenas de cohetes contra Israel, incluyendo bases militares, y en su segundo día de ataques, apuntó a una empresa de defensa en Haifa.
Temores de un conflicto abierto
Las órdenes de evacuación emitidas marcan la primera vez en casi un año que se toman tales medidas, tras un intercambio de fuego particularmente intenso el domingo. Hezbolá lanzó cerca de 150 cohetes y drones hacia el norte de Israel en represalia por ataques que resultaron en la muerte de un comandante del grupo y varios combatientes.
La escalada de ataques y contraataques ha generado preocupaciones sobre el estallido de una guerra abierta, mientras Israel continúa combatiendo a Hamás en Gaza y busca recuperar a los rehenes capturados en el ataque del 7 de octubre del año pasado. Hezbolá ha prometido intensificar sus ataques en apoyo a los palestinos, en alianza con Hamás y respaldado por Irán, mientras Israel busca restablecer la calma en su frontera norte.
Con información de AP
*ARD